Capítulo 35

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-Lexa- [REC🔴]

Siento... Por primera vez me siento... Atrapada. Encerrada en una cárcel. Tiene gracia ¿No?  No sé, es como... Como si me faltara algo, un pedacito de mi interior. Ahora veo la vida diferente. No me preocupa tener el control, no me preocupa ser la "comandante" de la cárcel. Ella... Ella me ha hecho cambiar, ver las cosas de otra manera. Me ha enseñado a quererme a mi misma ¿Sabes? A dejar de preocuparme por lo que piensen los demás. Mierda ¿Por qué me he vuelto tan cursi? ¿Esto es normal? Yo nunca he sido así. Pero es que... No tengo palabras para describir lo que me hace sentir... Con ella me siento llena...
Ostia Lexa voy a acabar vomitando arcoiris cierra el pico.
Sigo aquí, entre rejas. Pensando en ella día sí y día también. Porque ella... Ella solía ser mía.

***

...Dos meses después...

Clarke se despertó confundida. Entre cerró los ojos al notar tanta luz. Rápidamente notó como un dolor proveniente de su espalda se estendió por todo su cuerpos. Había vuelto a dormirse en la silla. Odiaba aquella incómoda silla de hospital.

Se frotó la cara cansada. Había vuelto a soñar con la cárcel. Desde que salió de allí tenía pesadillas con aquel sitio, sueños en los que a veces veía imágenes de Bellamy desabrochando su pantalón con una terrorífica y asquerosa cara o sueños en los que sentía la sensación de ahogarse en los que Octavia la apretaba la garganta.

Pero esta vez había sido diferente. No había sido una pesadilla. Había soñado con Lexa. Lexa... Esa chica alta de pelo largo y castaño. Con las mangas de su camisa amarilla remangadas y los cuellos subidos. Siempre con ese aire chulesco y superior, pero tan sensible por dentro...

Clarke sonrió inconscientemente al penar en ella. Pero su sonrisa se borró al sentir un solo proveniente de su interior. Habían pasado semanas, no sabía nada de ella. Internaba con todas sus fuerzas recordarla, amarla, pero si subconsciente la decía que todo había acabado, que debía pasar página. Una criminal como Lexa nunca podría salir de la cárcel. Y mucho menos aguantar fuera huyendo de la policía. Suspiró dolorida. Había hecho todo lo posible por buscar la manera de sacarla de allí. Imposible. Su expediente eran tan grande que era imposible borrar todos esos crímenes para dejarla limpia.

Apartó todos esos pensamientos de su cabeza. Debía aceptarlo. Debía aceptar que no volvería a verla. Se percató de que todo ese tiempo había tenido la mano de su madre acariciando la suya.
Abby la miraba tiernamente. -¿Todo bien?- Susurró.

Clarke dibujó media sonrisa. -Si, todo bien.- Fingió.

-La sigues amando.

Clarke apartó la vista intentando convencerse a si misma de que lo que su madre decía no era verdad. Pero se percató de que no podía hacer nada. Si madre tenía razón. La cruda realidad era esa, no podía quitarse a Lexa de la cabeza.

-Duerme un poco.- Clarke acarició la mejilla de su madre y se incorporó para darla un beso en la frente. Observó cómo la mujer sonreía y cerraba los ojos mientras Clarke la acariciaba la mano con el pulgar. La rubia sonrió. Era feliz. Se acercaba la Navidad y su madre había superado el cáncer con éxito. La semana que viene la darían el alta definitivo. Sonrió al imaginarse una cena de Navidad los tres juntos. Por fin como una familia de verdad.

Decidió encender la pequeña tele de la salita de hospital para matar un poco el tiempo. Todavía quedaba un rato antes de que su padre la fuera a buscar con el coche para llevarla a una universidad de la cuidad donde había comenzado a cursar una pequeña carrera de Bellas Artes.

Se apoyó en la silla aburrida con el mando en la mano pasando los canales. Anuncios de juguetes, anuncios de bombones, rebajas navideñas... Bla bla bla...

ENTRE REJAS | clexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora