Capítulo 6

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-Lexa- [REC🔴]

¿Amigos en la cárcel? Vaya chorrada más grande. En la cárcel no hay amigos. Tienes personas de las que te puedes fiar o de las que puedes pedir favores. Pero amigos... No, en cualquier momento te pueden traicionar. Personas en las que puedas confiar al 100%... Igual una en toda la cárcel. Podrás negociar o ayudaros entre sí para un bien común, pero más allá de eso no. No es amistad. No es apreció. Es supervivencia.

***

-Clarke- [REC🔴]

Pues claro que hay amigos en la cárcel. Son las únicas personas que te entienden y están soportando la misma mierda que tú. En los que puedes confiar y apoyarte para que ninguno de los dos se hunda. Te animan para que sigas adelante.
Pienso que en la cárcel es donde se conoce a una persona de verdad. Su verdadera forma de ser. Aquí no hay una sociedad en la que te juzguen por tus obras. Aquí puedes descubrir la verdadera personalidad de esa persona ya que no hay barreras sociales que te impiden ser como eres.
Es raro de decir pero... En algunas aspectos quizás tienes más libertad aquí que fuera.

***

-Haber querida voy a ponerte las cosas muy fáciles.- Lexa agarró a Raven por el cuello y la acorraló en la esquina de la celda.
Esa noche, después de la llamada, Octavia le había dicho que debía ser Raven la que cogería la droga. Decía que estaba más enterada del asunto ya que llevaba meses en la cárcel y sabía cómo disimular y esconderse. Por no decir que era un de las chicas que mejor se portaba ya que siempre estaba haciendo tareas voluntariar para reducir su condena. Los policías nunca le había cacheado al entrar y salir del módulo por lo que no habría problema.
Así que ahí estaba Lexa, cumpliendo órdenes. No sin antes negociar con Octavia para llevarse un poco de pasta.

La castaña se aseguró de que nadie pasaba por aquella planta de celdas. Emory había conseguido distraer a los funcionarios de guardia fingiendo que se había quedado encerrada en el baño y por ahora estaba funcionado.

Al ver que todo estaba tranquilo sacó una navaja de su traje y se la colocó en el cuello a la latina que se quedó paralizada.

-Bien ya te he contado lo que tienes que hacer... Así que mañana prepárate para hacer una llamadita a tu familia a primera hora de la mañana.

-Lexa... Lexa por favor... No puedo hacerlo... Yo...- Suplicaba Raven.- Haré cualquier otra cosa pero por favor...

-¡Cierra el pico joder! ¿Tan difícil es?
Eres la mimada de la policía. ¡Nadie te va a hacer nada!

-¡Déjala en paz!- Gritó alguien desde la puerta.

Lexa se giró y puso cara de sorpresa al ver a Clarke con los puños apretados y un rostro lleno de furia.

La castaña soltó una carcajada. -Pero bueno... Sí ha venido la princesita. Esto se pone interesante...

Clarke se enfadó aún más al ver como Lexa se reía de ella en sus narices. -He dicho que la dejes en paz.- Repitió.

Si algo había aprendido Clarke en el tiempo que llevaba allí era que Raven había sido un pilar fundamental y que gracias a ella se sentía apoyada y la cárcel no le parecía tan odiosa a su lado. No iba a permitir que la pasara nada. Ya estaba harta de esa chica. De qué se creyera la reina del mundo. De qué tratara a las demás presas como sus esclavos. No iba a dejar que ese monstruo sin corazón hiciera daño a su amiga.

Lexa se quedó pensativa mirando a Clarke con una sonrisa hasta que apartó la navaja del cuello de Raven.

-¿Sabes? Creo que voy saltarme un poco las normas...- Cogió de los pelos a la latina y la empujó tirándola al suelo a los pies de Clarke.

Clarke se arrodilló al ver que su amiga se quedaba inmóvil con una mano en la garganta debido al dolor.

-Raven vete.- Susurró la rubia.

-No... No voy a irme...

-Raven vete.- Insistió.

La morena terminó haciedole caso y salió a trompicones de la celda no sin antes dedicarle a Lexa una mirada de asco y rencor lo que hizo que Lexa sonriera.

Cuando Raven se fue Clarke volvió a dedicarle toda su atención a la castaña. Con los puños y la mandíbula apretados intentado aguantar si ira.

-Oh princesa... Eres un héroe...

-No me llames así.- Clarke se acercó a ella lentamente.

-Has salvado la vida de tu amiguita.- Siguió burlándose poniendo una mueca de tristeza.

Clarke terminó explotando y levantó el brazo para brindarle un puñetazo en la cara a la castaña. Pero Lexa fue más rápida y se agachó esquivandolo con facilidad.
Sin que Clarke pudiera reaccionar, Lexa la cogió de la garganta y la empujó contra la litera de la celda haciendo que se diera un golpe en la cabeza con el metal, lo que la dejó desorientada.

Cuando se volvió a centrar en la realidad ya era demasiado tarde. Lexa se colocó a escasos centímetros de ella, la rodeó el cuello con una mano inmovilizandola y con la otra puso la punta de la navaja en su cara pinchandole suavemente un lateral.

Clarke se quedó totalmente congelada. Subió la mirada y se encontró con unos profundos ojos verdes que le miraban intensamente.
Se quedó totalmente hipnotizada mientras sentía como el aliento y la respiración de la castaña se mezclaba con el suyo debido a la cercanía entre las dos.

-Bueno después de este jueguecito vamos a lo importante.- Dijo clavando poco a poco la navaja en su mejilla haciendo que Clarke apretara los párpados. -Me parece que ya te conoces la teoría. Así que mañana quiero aquí ese paquetito.- Amenazó.

-Y... ¿Y si no lo hago?- Se atrevió a decir Clarke sacando la poca valentía que le quedaba.

Lexa soltó una carcajada al oír eso. -A ver si te enteras de una vez princesa...- Se acercó más a ella prácticamente rozándose mientras sus ojos seguían clavados en ella. Clarke tragó saliva y no pudo evitar temblar al ver a Lexa cada vez más cerca. -Esto es la cárcel.- Siguió la castaña. -Aqui no decides lo que tienes que hacer.- Se acercó más prácticamente rozando sus labios. -Si te lo mando yo lo haces y punto.

-Pues yo no... No pienso...

Lexa se separó un poco y le clavó la navaja arrastrándola hacia bajo haciendo un corte en su mejilla lo que calló ha Clarke que ahogó un grito de dolor.
Pero Lexa no se detuvo y siguió moviendo la hoja suavemente cortando la piel.

-¡Lo haré! ¡Lo haré!- Gritó Clarke desconsolada pidiendo piedad con la mirada mientras aceptaba el trato para que Lexa parara.

La castaña esbozó una bonita sonrisa. -Así me gusta.- Susurró todavía muy cerca de ella provocando un extraño escalofrío que recorrió los huesos de la rubia.

Lexa se separó de ella liberando el cuello de Clarke. Pero esta seguía paralizada.

La castaña se quedó unos segundos observándola. Estendió el brazo y paso con cuidado su pulgar encima del arañazo que acababa de provocar limpiando la sangre que se iba derramando.
Clavó su mirada en los ojos azules de Clarke. -Como sigas así no vas a durar ni dos días.- Se puso seria y la observó con intensidad. -Protégete.

Lexa la dedicó una última falsa sonrisa y se fue de la celda dejando a Clarke con el corazón paralizado e incapaz de moverse.

Loca. Esa tía estaba completamente loca.

ENTRE REJAS | clexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora