Un ojo primero y el otro después. Un bostezo que antecede a un próximo y un estiramiento que se ve interrumpido antes de siquiera ser concretado. TaeMin mira por sobre su hombro, aquel hombre que le tenía entre atrapado y abrazado, y luego aquellas manos que bajo las sábanas, le mantenían completamente pegado a su cuerpo. Su trasero pegado a su vientre, su espalda pegada a su pecho y las piernas de ambos entrelazadas.
El rubio lleva una mano hasta su rostro, rascándose con pereza ante aquellos rayos de sol que ya se habían empezado a colar por las cortinas, ahogando un nuevo bostezo cuando un pequeño ruido se hace presente y cuando unos pies corren traviesos por el pasillo que termina en la habitación y cercano a la cama.
Desde aquel día en que SoMin había estado en la clínica que no le había visto, por lo que encontrársela ahora, mirándole frente a la cama con una sonrisa inocente y con una muñeca colgando de su mano, le hace avergonzarse un poco y encogerse ante ese abrazo que ni siquiera le permitía moverse. La pequeña se rasca sus ojitos de la misma manera que había hecho él hace un par de segundos, y avanza hasta más cerca, quedando a centímetros suyos solo para mirarle y apuntarle la cama con una clara orden.
Porque era domingo y los domingos se dormían con Papá.
Y TaeMin no era quien para negárselo. TaeMin solo levanta el cubrecamas y la sábana, agradeciendo que ambos hayan simplemente hubiesen dormido la noche anterior, porque cuando la pequeña entra rápidamente ahí, se abraza a su pecho sin preguntarle y esconde su rostro en su cuello, cogiendo una confianza que ni siquiera sabía que existía.
TaeMin esconde una sonrisa cuando también le abraza y cuando esas manos fuertes y grandes se mueven un poquito, encontrándole antes de buscarle. MinHo ni siquiera se despierta cuando SoMin canta una canción despacio y tampoco lo hace cuando él se ríe y le abraza, acurrucándose también a ella.
Los tres compartiendo un domingo como si fueran cualquier domingo típico. Los tres pasando el primero del que esperaba que fueran entre los muchos, domingos con Papá.
Porque si los domingos podían tratarse de situaciones similares a esta desde ahora en adelante, TaeMin no tenía problemas en comenzar a acostumbrarse. No tenía problemas en amanecer en una cama que no era la suya, pero que le hacían sentir tan en casa que no recordaba alguna vez en donde hubiese despertado tan lleno de amor; con tantas caricias de por medio, con tantos besitos sin doble intención.
Sus ojos se vuelven a abrir pasado un rato mucho más largo, esta vez costándole despertar mucho más que la anterior. Su cuerpo se encontraba completamente adormilado y también sus brazos que mantenían ese cuerpo pequeño y tibio pegado al suyo. SoMin apenas parecía despertar cuando él se movió y cuando terminó de desenredar su cuerpo del suyo porque su espalda ya estaba fría y porque esas manos que le mantenían tibio ya no estaban ahí.
TaeMin mira a su alrededor, con los ojos muy pequeñitos, y busca ese cuerpo que no está cerca ni tampoco en el baño cuando camina con cuidado, intentando no despertar a la pequeña. El reflejo que el espejo le entrega no es el mejor y sus ojos hinchados tampoco, delatándole en absoluto de la pena que al menos, ayer sí había terminado de eliminar.
TaeMin estira esa camiseta larga que le había pasado el día anterior, buscando cubrirse un poco más los muslos, mientras caminaba por el pasillo y se guiaba por un suave sonido de la televisión a lo lejos. No era capaz de distinguir qué era lo que sonaba, pero en medio de ese bostezo y de ese exceso de sueño que aún tenía, fue capaz de llegar a la sala y encontrarse con el culpable de la ausencia de calor y de exceso de perfume rico. MinHo le mira con una sonrisa tímida desde el sillón, mientras sostenía un pequeño joystick en sus manos, apenas dejando de mirar la pantalla.
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· Paradoja ·
FanfictionTaeMin persigue la paz con violencia y MinHo la entrega a cambio de dinero. Veintisiete años versus veintinueve, y TaeMin por primera vez, no tiene vergüenza de tener que pagar por sexo. Kinktober - 1 Drabble al día durante el mes de octubre.