Cloud «Duff McKagan» ✔

25 | Moon

Purple.

—Me alegro qué no haya pasado.
Lo miro bruscamente.

¿Qué?

Pone un mechón de pelo detrás de mi oreja, y masculla.

—La primera vez, será en mi cama, no en la parte trasera de un coche. Ahora vístete, no quiero qué Finney me fusilé.

Hago lo qué me pide, mientras él se pone su chaqueta, y su camiseta.

—¿Qué va a pasar después? —pregunto peinando mi cabello con mis dedos.

—Todo seguirá cómo siempre.

—¿Qué se supone qué significa eso?

Mi corazón da un vuelco cuándo el fantasma de una sonrisa aparece en sus labios.

—Déjame terminar, enana. Esto sigue en pie, pero respecto a nosotros, todo ha cambiado.

—¿Eso es bueno o malo?

—Ambas cosas —Responde— Debo encontrar una solución para nosotros.
Mi corazón se acelera ante la mención de un nosotros.

—Está bien... —suspiro y Duff me calla con un casto beso.

Al entrar por la puerta lo hacemos de la manera más sigilosa posible, observando con cautela qué no haya nadie merodeando por los pasillos.
Duff decide acompañarme hasta las escaleras qué dan a mi cuarto y me despido de él con un rápido abrazo, y me da un beso en la frente.
Al llegar a mi puerta me giro para ver si todavía sigue ahí, y correcto, le doy una sonrisa dulce.

—Te como la carita —Se relamio los labios sin quitar sus ojos de los míos.
Volteo y con una sonrisa tonta entro a mi habitación.

🌙🌙🌙🌙

Hace demasiado frío, llevo puesto un gorro de lana y botas para amortiguarlo. Me encamino a mi casillero para dejar los libros del día de hoy, después salgo del lugar y me encamino a uno de los bancos para esperar a Avril y Polly ya qué iremos juntas a mi casa para estudiar y hacer algunos deberes. Esa es nuestra rutina desde qué empezó la dura semana de exámenes del trimestre, solemos alternar en ir a mi casa o a la de mis amigas.

Tarareo la canción que Polly estuvo cantando todo el día, me dejo caer en el sitio metálico,y observo a las estudiantes sin prestarme mucha atención.

—Holi —me sonríe la rubia al llegar a mi lado y resopla cuándo guarda algunos libros en su mochila.

—¿Y si dejamos el Instituto? —Propongo.

—Por favor —ruega y suelta una risita.

—Me apunto —interviene una tercera voz, volteo encontrándome a Polly con una coleta alta y sus grandes aros plateados colgados de sus orejas— De verdad qué prefiero cortarme un pie antes qué estudiar todos los temas de historia. ¡Es una puta locura!

—Siempre acabas sacando diez —Le recrimina Avril mientras rodeo los ojos.

—Venga vamos —animo— cuándo antes empecemos la tortura, antes acabamos.

Veinte minutos después entramos a mi casa, me encuentro a Donna en el salón y nos sonríe con alegría.

—Hola, Donna —Le sonríe Polly y corre a darle un abrazo.

Nosotras tres somos cómo sus hijas.

—Hola cielo —ríe y luego mira sobre su hombro para sonreírle a Avril— Hola Avs, preciosa.

La rubia sacude su mano en forma de saludo.

—Vamos a ir a mi cuarto a estudiar —Le informo a Donna— ¿Hay alguien en casa?