43 | Imagine

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Duff.

Algo va mal.

Han pasado dos horas y Purple no ha vuelto, la he llamado y no contesto.
Decido ir al jodido hospital. Estoy de los nervios.

Odio los hospitales.

Entro por la puerta y me acerco a la recepcionista.

—Hola, perdona. ¿Sabe sí el señor Finney se encuentra aquí?

Ella me mira confundida.

—Antes vino una chica preguntando por él, pero de verdad, Finney no sé encuentra aquí —me cuenta.

Mierda.

Quiero golpear algo.

¿Quién mandó ese mensaje?

—Uh... ¿y esa chica se fue hace mucho?

Ella asiente.

—Se fue cuándo se lo dije, y luego un chico se la llevó en su coche.

La ira inunda mi sistema nervioso.
Voy a matar alguien.

El mensaje fue una jodida trampa.

Tengo qué llamar a la policía.

¡No, joder! ¿Qué demonios haga?
Quizás me arrepienta de la locura qué vaya a hacer, pero tengo qué ir a la Mansión de los Finney y saber qué cojones está pasando.
Decido llamar a Izzy, para pedirle consejo y de paso, qué le cuenté a Polly.

Ey, McKagan qué rápido me llamas.

—Métete las bromas por el culo —espeto.


Tranquilo, hombre. ¿Ha visto Purple a su padre?

Ese es el puto problema, su padre no está en el hospital y Purple ha desaparecido. La recepcionista del hospital me dijo qué se fue en coche con un tío.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

—Vete a la puta casa de los Finney a averiguar qué coño está pasando.

🌙🌙🌙🌙


El corazón me late muy rápido cuándo estoy en mi antiguo vecindario.

Me quedo estático unos segundos antes de avanzar y llamar a la puerta. No soy bien recibido, aunque bueno, ellos tampoco saben qué Purple se fue a Los Ángeles para no alejarse de mí.
Con suerte, Destiny o Spencer me abrá la puerta.

Sería algo a mí favor.

Trago saliva y sin miedo alguno, me acerco a la gran puerta mientras atravieso los grandes jardines. Todo sigue igual, aunque falta algo, una chispa de familiaridad o algo.
Los Finney me jodieron y me gustaría vengarme, pero no puedo hacerlo, no le puedo hacer eso a Purple.
Tomo una profunda respiración antes de llamar a la puerta.

Las puertas se abren segundos después y una chica muy familiar me abre la puerta. Destiny abre tanto la boca que parece que se va a dislocar la mandíbula. Su pelo ya no es corto, está tan largo cómo el de su hermano pequeña. Apenas lleva maquillaje, se la ve cansada.

—¿Duff? —Susurra con la voz en un balbuceo. Su rostro destella en pánico.

—Por favor, necesito hablar contigo, esto es más serio de lo qué piensas.

Ella retrocede unos pasos con desconfianza.

—Purple... —susurra.

Asiento y entonces, me deja pasar.

Cloud «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora