9. "Fiesta estilo Edison."

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– ¿Qué tu hermano qué? – Shopia casi muere intoxicada por una dona.

– Así de fácil, el hermano "Soy un ejemplo a seguir admiren mi inteligencias" acaba de romper con todos los estándares de chico bueno y está por dar una de las fiestas más grandes de todo el instituto. – Kill termino con una sonrisa.

Tan fácil era escucharla decir eso, pero. ¿Porque no era fácil entenderlo? Mi hermano estaba rompiendo las reglas, sí. ¿Pero porque? Algo me dice que su estúpida novia tiene algo que ver.

Al final mi querido hermano volvió a llamarme y me dijo que ya no era necesario que yo pasara por él, así que dimos la vuelta en "u" y Shopia siguió manejando.

Estamos a unas siete cuadras de mi casa y la música comienza a retumbar. Haciendo que por instinto tapé las orejas. ¿Es posible que un sonido de tal magnitud se instale en menos de una hora?

– Creo que a tu hermano si se le boto un tornillo. – Kill se trataba de hacer escuchar sobre la música, la cual a medida que nos acercábamos se volvía a un más insoportable.

Cada metro que avanzábamos era un paso más para que tus oídos explotarán.

– ¡Edward! – entre gritando sobre la música.

En el centro de mi sala el DJ estaba armando un ambiente épico con sólo dos espectadores. Edward estaba bailando en el centro de mi sala, con una botella en la mano. Mientras que a su lado mi mejor amigo tenía una sonrisa torcida e intentaba seguirle el ritmo.

– ¡Ey! – grité aún más fuerte y la música desapareció. Me plante frente a ellos y puse mis manos en forma de jarra. Shopia apareció detrás de mí con el cable que conecta las bocinas.

– ¿¡Por qué apagas la música!? ¿Cuál es tu puto problema? – Edward estaba totalmente borracho.

– ¿Axel? – insistí, mirando al chico de cabello oscuro.

– Lo siento Mia, tu hermano me marco para que lo pasará a recoger. Cuando llegamos el equipo de sonido ya estaba instalado. – Axel se encogió de hombros y me sonrió. Me sonrió con su estúpida sonrisa que me hace hacer lo que él quiera.

– ¿Porque una fiesta Edward? No entiendo nada, deberías de estar con mis padres. – la cabeza me dolía a mares.

– Relájate Mía, mis padres lo saben. – Edward le dio otro sorbo a su botella de cerveza que tenía en la mano. Esperen, la cerveza y Edward no solían llevarse precisamente bien. De hecho, a menos que sea Ron o Tequila, Edward no solía tomar nada de bebidas alcohólicas.

– No creo que lo sepan. – le arrebate la botella de la mano y casi cae al suelo.

– Dame eso estúpida. – Edward me arrebato de regreso la botella y siguió tomando. Suspire ¿Cuántos años se creía que tenía? Se supone que era el hermano mayor.

– Amor. – Dan hizo su aparición, con Andrew y varios chicos del boxeo.

– ¿Qué haces aquí bebé? – sonrió Shopia mientras se acercaba a su novio.

– Edward nos invitó. – sonrió penoso Dan.

– Y esto es solo el comienzo. – Edward volvió a levantar su botella en el aire y los compañeros de Dan y Andrew se lanzaron a la mesa de las bebidas.

– Yo voy a darme una ducha. – eleve ambas manos hacia el cielo y comencé a subir los escalones de dos en dos con rapidez. Me encerré en la habitación y tome una ducha de cinco minutos, cuando salí Shopia y Kill tenían puestos unos vestidos negros. Aquellos que eran iguales y que siempre guardábamos en mi casa para "casos de emergencia".

Para ti mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora