41. "Solo pocos sabemos el significado de lo que es el amor."

514 47 0
                                    


Y no me refiero con precisión al motivo por el cual estábamos ahí. Me refería a que la vida pasa en un momento, en un segundo las cosas pasan y Axel tenía toda la razón. El que no arriesga no gana y yo, yo quería ganar su amor.

— ¡Eh! ¡Anónimo! — Axel arrugo la nariz con el casco puesto y volteó a ver al pequeño chico que le hablaba.

— No soy Anónimo. — Axel se quitó el casco y su cabello pelinegro se agitó.

— No nos has dado un nombre fijo, supuse que sería ese. — el chico bajito se encogió de hombros y luego puso su vista en mí. — Vaya, ahora vienes acompañado.

Trague saliva en seco y busque la mirada de Axel para sentirme con fuerza. ¿Es la primera vez que lleva alguien a este tipo de eventos?

— Aléjate, es mi amiga. Hoy no voy a competir. — el chico le sonrió mostrando sus podridos dientes y se alejó sin más.

— ¿Competir? Es una clase de fiesta para ver quien consume más alcohol.

— No Mía, frente a tus ojos estas presenciando las carreras clandestinas o ilegales como te suene mejor. — mi boca se abrió con sorpresa y voltee a ver a todas las personas que estaban desde antes de llegar. Una cosa es saberlo en mi mente y es diferente cuando lo expresa en voz real.

Seguía sin poder bien debido a las escasas luces que tenían los barrios, pero sin duda podía definir a las figuras que emergían desde aquella nítida realidad.

Axel pareció percatarse y me hizo una seña para que lo siguiera, asentí en silencio y lo seguí. Cuando llegamos una chica con un short del cual no sé si se le pueda llamar así o una prenda de mezclilla que con suerte le cubre tres centímetros de sus piernas. Una camisa en exceso de ajustada y unos tacones que le doblan el tamaño, estaba agitando un banderín color fosforescente. En ese preciso momento dos motos arrancaron sus motores y comenzaron a acelerar, desapareciendo rápidamente de mi campo visual.

— ¿Quiénes compiten? — pregunto Axel a una banda de chicos que estaban recargados en una camioneta tomando alcohol.

— Neithen & Ward. —- Axel rodó los ojos y por el destello de ira que estalló en sus ojos café, me pude dar cuenta de que hablábamos del mismo Neithen. Ahora entendía la parte de la maldición.

— Mía, es mejor que nos vayamos. Te enseñe lo que quería y creo que es suficiente. — Axel se puso tenso, si, sabía que era por Neithen pero no estaba del todo segura, en otras ocasiones no se había inmutado ante su presencia.

Y aunque quisiera decirle que no y que lo quería ver correr, sabía que era muy peligroso. Tanto para su salud, como para la mía al estar en estos rumbos a estas altas horas de la noche.

Regresamos a la motocicleta de Axel y repetimos el mismo procedimiento de antes de salir de mi casa. Íbamos regresando a la ciudad, las luces cada vez se hacían más notorio y Axel no iba demasiado rápido, por lo que iniciar una conversación justo ahora era el momento adecuado para no quedarme dormida. Porque debían de ser las dos de la madrugada o algo así.

— ¿Por qué me llevaste?

— Porque quería que conocieras mi otra parte, no siempre soy un ángel. También tengo mi lado infernal. — comencé a reírme. Y al ver que el no seguía mis risas, aclare mi garganta y hable.

— Si, siempre eres un demonio.

— Sabes que no me refiero a eso. — Axel soltó una risa nerviosa.

— ¿Y porque no trajiste a tu bola de silicona... perdón a tu novia?

— ¿Diana? ¿En un lugar así? — Axel bajo un poco más la velocidad, la ciudad por la noche era un lugar tan diferente.

— Tienes razón. — me seguí riendo.

— Y aparte tú eres mi mejor amiga, ¿Y los mejores amigos se cuentan todo, cierto? — no pude evitar soltar un bostezo.

— Casi todo. —claro, los mejores amigos se cuentan todo y las cosas que se ocultan son para no dañar al otro. Espero que Axel piense lo mismo que yo cuándo se entere de que mi mayor secreto es él.

~•~

— ¿Por qué esa cara de zombie? — me cuestionó Andrew llegando a un lado de mi casillero.

Ya era martes y estábamos en la última hora del día, sólo unos minutos de tortura y podría intentar dormirme.

— Que los proyectos finales no te agitan. — cerré mi casillero con fuerza y caminé al laboratorio de química. Axel, Andrew, Kill & yo compartía esa materia.

— Me agitan, pero soy tan diva que no permito que se vea.

Comencé a reírme y casi inmediatamente a bostezar, el café no servía de mucho.

— ¡Ey! — Axel llegó a mi lado y me saludó.

— Amor, ¿Entramos? — Diana llegó a su lado y lo jalo del antebrazo.

Casi me olvidó de que tiene a un perrito faldero. Sonreí de media luna, si Diana y el seguían siendo pareja para Química significaba que Neithen sería mi pareja. Lo cual no me enorgullece, pero al menos le regreso el mal sabor de boca.

— Mía. — bien, al parecer mi destino es no entrar a Química. Astrid se acercó rápidamente a mi y me entregó una nota doblada.

En el contenido sólo decía que la viera en las canchas de americano después de las clases, oh vaya. Al parecer el destino tampoco quería darme un momento de tranquilidad. Problemas que vienen encadenados a más problemas.

— Chicos, por número de lista. Hoy tendremos el examen parcial.... —deje de prestarle atención a la maestra, siempre eran las mismas instrucciones. Aparte tenía que concentrarme para aprobar el examen, no estudié lo suficiente ayer por terminar el ensayo de literatura. Odio los finales de parciales.

La maestra repartió rápidamente los exámenes y en un momento el único ruido que escuchaba era el sonido del tick tack del reloj. Me rascaba la cabeza mientras leía la pregunta y me saltaba a la siguiente y a la siguiente, casi parecía que el examen estaba en otro idioma.

Mire por décima vez el reloj, faltaban veinte minutos para que la clase acabará y sólo había podido contestar la mitad de mi examen. Las manos comenzaron a sudarme y el corazón a latirme con fuerza, pero no. El examen no era la razón.

Disimuladamente mire hacía tras en las últimas bancas del salón, Axel tenía clavados sus ojos castaños en mi espalda, le sonreí y el me correspondió. Podría jurar que se sonrojo, pero quizá sólo sea una alucinación de mi cabeza por consumir más café del que mi cuerpo soporta.

Intente concentrarme en terminar de contestar mi examen, pero mis pensamientos siempre viajaban a Axel. Trate de ahuyentarlos, era por mi salud mental. Pero nada ayudaba, todo lo que me rodeaba me recordaba a él.

Sólo pocos sabemos el significado de lo que es el amor, supongo que no importa si no es correspondido. Aunque me hubiera gustado que lo fuera...

Y a veces todo este asunto me preocupa, porquelo estoy idolatrando y pensando directamente en el de una manera no tan sana.

Para ti mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora