Para ti mejor amigo.

25. "Verdad, reto o shot."

— Opino que vayamos al parque. — exclamó Axel para desviar la atención.

— Vayamos y juguemos "verdad, reto o shot"

— ¿Y eso existe? — le cuestione a Andrew por el espejo retrovisor.

Andrew se lo pensó un momento y después negó repetidas veces.

— ¡Pero si para eso estamos nosotros! — grito Kill a mi lado con notable euforia.

— ¿Y cómo se juega? — no sería la primera vez que mis amigos creen nuevos juegos para embriagarse hasta el amanecer.

— Te explico las bases; el juego consistirá en girar una botella, a quien le toque la tapa será verdad reto o Shot como el juego normal de verdad o reto sólo que la verdad tendrá que ser sincera jurada y perjurada, el reto será en tres niveles extremo medio y bajo. Y un Shot será en tercera opción por si no quieres o hacer el reto o responder con la verdad.

— ¡Quiero intentarlo!

Caminamos hasta un espacio donde sólo había césped y nos sentamos formando un círculo. Andrew sacó una botella debajo de su chaqueta y la comenzó a girar, hasta que fue deteniendo su marcha y la tapa se detuvo en dirección a Kill.

Axel preguntaba.

— Verdad, reto o Shot.

— Reto.

— Consigue tres números telefónicos.

Según las reglas del juego (inventado desde sus cabecitas) sólo tenían 5 minutos para realizar el reto de lo contrario perdería, Kill se levantó en un salto y yo la iminte, ya saben cosas de mejores amigas. Un grupo de chicos que recuerdo haber visto en los pasillos de nuestro Instituto caminaban animadamente haciendo bromas entre ellos, mire a mi mejor amiga rubia y me di cuenta de que ya existía un par de victimas potencial.

— ¡Hola chicos!

— ¡Hola! — le respondieron al unísono.

— ¿Me podrían pasar sus números de teléfono? — Kill se alborotó el cabello como si en verdad fuera a conquistar a uno de todos los chicos.

Y que directa, la admiro.

— ¿Para qué? Mi madre me ha dicho que no le dé información a personas extrañas y yo no te conozco. – le contestó el chico de la izquierda, ojos café cabello cobrizo, labios delgados y piel blanca. Sé que dije que lo conocía del Instituto, pero ahora que estamos mucho más cerca, creo conocerlo de algún otro lugar...

— Oh, eres tú. — Kill cruzo los brazos sobre su pecho.

¡Bingo! Un día que estaba borracha en alguna fiesta, Kill me jalo y me lo enseñó.

— Oh ya te recuerdo. — el chico se tambaleó unos pasos atrás y sus amigos lo sostuvieron para no salir.

— ¿Y sus números? — pregunto Kill metiendo presión.

— Está bien, me has caído bien. — el misterioso chico y otro par más intercambiaron sus números de teléfono.

— Nos veremos luego. — se despide coquetamente el chico de cabello cobrizo. — Ahora tienes mi número.

Kill le dedica una sonrisa traviesa y después se da media vuelta sin esperar nada más, me toma del brazo izquierdo y regresamos al picnic improvisado donde se encuentran el resto de nuestros amigos.

— Reto cumplido. — enseña a todos los tres números registrados.

Este juego promete volverse entretenido.

~•~

— Verdad, reto o Shot. — me preguntó Axel.

Llevábamos casi una hora jugando y nunca me había tocado el turno a mí, era muy divertido ver cómo ponían retos y las cumplían o decían verdad es que nadie sabía. Y cuando ninguna de esas dos opciones pasaba tomaban un Shot para no decir la verdad frente a todos, por ello es que todos ya están bastante ebrios y yo aún sigo sobria y con la dignidad intacta.

Me preocupaba un poco tener a Axel como cuestionador.

— Verdad. — aunque los chicos no estuvieran ebrios, sus retos habían ido en ascenso con forme pasaba el tiempo.

— ¿Quién te gusta? — me preguntó Axel observando mis movimientos y reacciones detalladamente. A veces me preocupaba la manera metódica en la que actuaba.

Alcé una ceja en señal de "Es enserio".

Eso de preguntarle el nombre de la persona que le gusta a tu mejor amiga es muy vintage.

Mi cabeza estaba confundida y no quería meter el pie a profundidad, rápidamente tome el vaso que me respondía con vodka que hasta esta ronda había permanecido intacto y lo tomé de un solo sorbo. Por un momento sentí el líquido quemándome la garganta, pero sólo fue un momento ya que después el líquido se volvió agridulce y el sabor me gustó. El resto de mis amigos me miraron expectantes.

— Wow, que secretos obscuros guarda tu cabeza. — me dijo Shopia.

— No se puede cuestionar si tomo shot. — le regaña Dan.

— Mía, es tu turno de girar la botella. — dijo Andrew encendiendo un cigarrillo.

Tomé la botella entre mi mano derecha y la gire para el lado contrario. La botella comenzó a dar vueltas, vueltas y vueltas. Hasta que por fin detuvo su marcha y como si del karma se tratara yo le preguntaba a Axel.

— ¿Especie de brujería? — pregunto Kill.

— Jajaja, las únicas brujas son ustedes. Qué bueno que lo has aceptado. – se defendió Axel.

— Oh si y te voy a convertir en un pato si sigues hablando Axel. – Shopia le apuntó con su dedo índice y Axel escondió su cabeza entre sus manos.

— Verdad, reto o Shot, Axel. — ahora era mi turno de observar Axel sus movimientos y sus reacciones. El permanecía relajado con las piernas cruzadas y los brazos tocando el césped.

Lo siento, no tengo la habilidad de hacer perfiles criminólogos que me permitan relacionar su postura calmada y en paz.

— Verdad. — se encogió de hombros.

Comencé a ingeniar en mi mente una pregunta que lo incomodara, al final ese era el chiste del juego. Cualquier persona hubiera pensado en; "Qué color son tus calzoncillos" o "A los cuantos años dejas de temer a la oscuridad" o algo por el estilo.

Sin embargo desde que comenzó el juego yo ya tenía en claro la pregunta que le haría y fue ahora cuando el destino me dio una oportunidad una oportunidad que no pude dejar pasar. Las palabras me salieron solas y formule la pregunta.

— ¿Por qué Diana?, ¿Por qué elegiste a Diana de novia?

El ambiente se volvió tenso y todos comenzamos a intercambiar miradas entre ellos. Axel se revolvió un poco incómodo en su lugar y al igual que yo la ronda pasada tomó el vaso y comenzó a tomarlo como si fuera agua casi más rápido que yo.

— Eso no debería de ser legal. — término en un susurro cuando terminó de beber el shot.

— ¡Axel! – lo regaño Kill.

Axel se rio y tomo la botella para volver a girar la y que el juego continuará, la verdad era que me había quedado con una duda, ¿Por qué Axel no quiso responder? Había hecho una de las preguntas más fáciles de responder.

En fin, no quise molestar más y traté de hacer como si nunca hubiera preguntado eso al igual que todos los presentes. Un poco después el juego terminó dejándome así con una duda que me acompañaría por mucho tiempo.