18. "Matemáticas con Axel Smith"

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— Es tu problema si no nos quieres creer. — hablaron las chicas cruzándose de brazos.

— Cuando el cielo sea rosa, las nubes de algodón y mi crush me ame. Les creeré.

— Es injusto, tú no tienes crush. — Kill me miró amenazante.

— ¿Y El cielo si es rosa? — sonreí.

— Es más fácil que el cielo sea rosa a que t tengas un prospecto inalcanzable.

— Hola enana. — Axel entro a mi habitación como si fuera la de él, con un bote de helado en la mano.

— ¿Puedes decirle a Mía todas las estupideces que hizo? — pregunto Shopia alzando una ceja en dirección a Axel.

— ¿Hablas de que se subió a una mesa a bailar? – Axel se acercó con nosotros y se sentó al filo de mi cama.

Vaya, al parecer era el día internacional de recordarme todas las tonterías que podía llegar a hacer ebria y fuera de mis cabales.

~°~

— ¡Papá!, ¡Mamá! — increíblemente Axel estaba más emocionado de ver a mis padres que yo, su propia hija.

— Hola Axel. — y mis padres de verlo a él. Ya entendí, el mal tercio aquí era yo.

— Edward, ¿Ya estás mejor? — mi padre intercambio un cariñoso pero reconfortante apretón de manos para Edward.

— Si, gracias. — El frívolo tono de voz de mi hermano me hizo estremecer y solo me refugie en que tal vez podría llegar a ser un efecto pasajero que en un momento dado desaparecería y sus risas volverían a inundar mí día a día.

Aun así, era notorio el efecto que la ruptura y traición habían llegado a desatar en él, ahora sus ojos azules siempre estaban apagados, raramente sonreía y el sarcasmo se había vuelto su mejor amigo. Decidí darle un poco de tiempo a solas, quizá sea mejor para el que tener a una chica tras sus problemas personales que no quiere revelar con nadie. Hay batallas que tenemos que luchar solos.

— Vamos a comer pizza, yo invito. — mi padre sonríe y Axel y yo asentimos con entusiasmo.

— Tengo un examen de historia mañana, debería estudiar. — Edward se va arrastrando los pies.

Los cuatro nos quedamos estáticos, estamos en una lucha entre ir a consolarlo o que siga su camino. Sé que Axel no lo ha admitido pero está triste de poder hablar con mi hermano, yo lo sé.

— ¿Más pizza? — y sigue siendo un misterio porque Axel nunca engorda más de un kilo.

~°~

— Mamá, papá. Tengo que decirles algo muy serio. — junte mis manos arriba de la mesa y puse mi cara seria.

— Que está embarazada dice. — Axel lo susurra al aire pero mis padres lo escuchan y abren los ojos de par en par. El pelinegro ignoro lo que ha dicho y sigue derramando salsa sobre su pizza.

— No Axel, te equivocaste de persona. No soy Diana. — mis padres ahora miran a Axel con los ojos abiertos.

Mi segundo nombre es Karma.

— Ya basta. — mi padre sonríe, intentando disipar la tensión que ambos mejores amigos hemos creado en el ambiente.

— Les quería pedir un automóvil. —cerré los ojos con fuerza porque no quería ver la reacción de mis padres.

Lo único que escuche fue que Axel se empezó a atragantar con la comida. Mis padres permanecían intactos en su lugar, mirándome fijamente. Como si a través de mis ojos vaciaran mi alma y pudieran saber que estaba pensando.

Para ti mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora