·· d e s p e r t a r ··

c a p i t u l o 18

"Y mira tú,

estaba buscando una estrella

y encontré una galaxia"

Ron Israel.

C A P I T U L O 18

Nervios que afloran electrizantes, calor negativo, descontrol en mi mirada. Al borde de la histeria sin paciencia para oír. Nervios... rebalsados, exaltados, desfasados, inútiles.

Se erizan, chispean con el más mínimo roce bloqueando cualquier entendimiento. Me pinchan, me hacen saltar de aquí para allá. En mis ojos, que laten de nervios, mis manos, mis pies, sin motivos, sin sentido. Quería que todo saliera bien, necesitaba que todo saliera bien.

- Aitana, ¿me estas escuchando cariño? – me dijo evadiéndome de mis pensamientos y acarició uno de mis brazos.

- Sí – sonreí – estaba pensando. ¿Voy bien con esto? – me dije levantándome del sofá para enseñarle lo que había decidido ponerme.

- Estás preciosa – me contestó agarrando fuerte mis manos y apretándome contra mi pecho. Nos besamos.

- ¿Has preparado la limonada? – pregunté separándome de repente.

- Sí, por quinta vez te recuerdo que la he preparado.

- Lo siento – le susurré posándome sobre su hombro.

- ¿Por qué limonada cariño?

- Quiero que tengan buena impresión de nosotros. No servimos café porque lleva cafeína – me puse a recolocar las revistas que teníamos encima de la mesita de centro – no servimos refrescos porque llevan azúcar – hice lo mismo con los marcos de fotos de la estantería – y mucho menos servimos cerveza porque lleva alcohol. A la gente le gusta la limonada – le dije sonriéndole de nuevo – la limonada es sana – él me sonrió.

- ¿Sabes que me vuelves loco? – se acercó para seguir besando mis labios – solo tú puedes volverme loco y acabar pareciendo el ser más adorable hablándome de los beneficios de la limonada.

- Pero me quieres – sonreí con mi cara de ratona.

- Hasta el fin de mis días.

- ¿Te dijeron a qué hora llegarían? – comprobé mi reloj.

- Me dijeron que llegarían sobre las doce, aún tenemos tiempo – comprobó su reloj.

- Tendríamos que haber preparado más canapés – avisé comprobando sobre la isla de la cocina que notaba poca comida.

- Cariño, no vamos a servirles una comida, solo es una reunión, esto – dijo señalando las bandejas – es por cortesía.

- Quiero que todo vaya bien Luis.

- Y yo también mi amor. Oye – masajeándome el cuello – tranquila, todo va a salir bien.

Decía John Lennon que la vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes y tenía razón.