c a p i t u l o 14

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[¡¡SORPRESAAA!! 💥 💥 no os acostumbréis porque esto no es normal, solo que hoy tenía tiempo y este fin de semana no creo que lo pueda tener, así que os compenso con doble capitulo y además este es monstruosamente largo, lo siento por ello, quería haberlo partido en dos... pero os lo debía. Así que no os quejéis si durante en fin de no tenéis otro porque este vale por dos 😁😁]


"Yo no borro nada en mi vida...

Cada cosa,

cada mínima cosa,

me hizo lo que soy ahora.

Las cosas buenas me han enseñado

a amar la vida.

Las cosas malas a saberla vivir"

Bob Marley

C A P I T U L O 14

-Noviembre-

Después de casi un año fuera de casa, ya no olía a nosotros, en realidad olía a todo menos a nosotros. Nuestro hogar olía a humedad, polvo y vacío.

Pero decidimos volver. Volver para abrir las persianas y dejar que el aire invadiera nuestra casa. Ese aire que traía cosas nuevas, cosas mágicas, cosas enormes.

Había aprendido a no hacer planes a largo plazo. Me conformaba con levantarme de la cama y que todo estuviera igual que cuando me acosté, por eso decidimos ir poco a poco. Sin cosas que celebrar pero celebrando cada día por ser un día más.

- Cariño, acuérdate que mañana tenemos la ecografía de los tres meses – me dijo Luis desde la cocina al mismo tiempo que cogía un refresco.

- Sí, no lo había olvidado, mira – le dije enseñándole la agenda de mi móvil – lo tengo todo apuntado – sonreí – Luis... - cambié el tono.

- Ni se te ocurra, recuerdas nuestro pacto verdad – afirmé con la cabeza – paso a paso pequeña.

- No me llames pequeña, ¡Luis de verdad! ¡Es que nunca vas a aprender!

Nunca había sido amante de las consultas médicas y desde hacía un tiempo mucho menos aun. Todo en ella era frío, triste. Las paredes estaban impregnadas de millones de historias. Algunas, solo algunas buenas.

Entramos en aquella consulta que nos confirmó que estaba embarazada, como sí no lo supiéramos ya, y que todo estaba bien. No hablamos de nada más. No pregunté nada. El bebé estaba ahí dentro, pero mi cuerpo no presentaba ningún tipo de emoción al respecto.

-Diciembre-

Recorté la hoja de nuestro calendario que colgaba sobre la pared de la cocina. Más que un calendario parecía un croquis. Eventos, conciertos, entrevistas y en fosforito y con pegatinas de corazones, nuestros días libres.

Los observé, diciembre iba a ser un mes bastante flojo en días libres, pensé, suerte que tenemos las navidades. Pero las navidades también traían problemas que llegaban en forma de llamadas telefónicas desde Sant Climent.

- Hola mamá – dije contestando a mi teléfono móvil.

- Hola cariño. No sabía si llamarte por si estabas ocupada, es que ya no me cuentas nada.

·· d e s p e r t a r ··Donde viven las historias. Descúbrelo ahora