La noche anterior la visita de Peter me dejó desorientada. Aunque ese beso fue lo más lindo que sentí en mucho tiempo creía que no era tan sincero como parecía. Que algo lo había desencadenado.Quería saber que había pasado para que Peter se hubiera decidido a buscarme más allá de todo.
-¿Cómo que te besó? Preguntaron a dúo Eugenia y Rocío desencajadas. Yo asentí aunque todavía no caía de lo ocurrido la noche anterior.
-Si, no se. Fue rarísimo, porque sentí que me quería decir algo más, que estaba actuando por impulso. Ellas me miraban atentas.
-Que raro amiga. Dijo Euge extrañada. –Pitt no es de actuar porque sí -y yo sabía que era así-. -Además está Mica. La nombró y bajé la mirada. –Perdón. Se disculpó con ojos tristes al darse cuenta de lo dicho.
-Todo bien amiga. La calmé sonriéndole. –Yo no puedo esperar que Peter me haya esperado cinco años, es lógico que haya hecho su vida. Dije con una madurez que me sorprendió.
-Pero vos lo amás. Sentenció Rocío y la fulminé con la mirada.
-Obvio Ro, pero no puedo ser tan egoísta. Admití con un nudo en la garganta, sabiendo que lo que más necesitaba era ser egoísta. –No puedo pretender que él me siga amando. Expliqué, pero algo me hizo ruido. Si no me amaba ¿entonces por qué me besó?
Nos separamos después de los minutos más intensos para ambos desde hacía cinco años. El me miró y noté el arrepentimiento en sus ojos, eso me derrumbó.
-¿Qué fue esto Peter? Pregunté como el asombro y la sensación de haberlo tenido de nuevo tan cerca me lo permitían.
-No sé. Dijo dubitativo y sin mirarme a los ojos claramente. –No sé que hice. Se castigó en voz alta. Yo moría de ganas de abalanzarme sobre él y decirle que nunca deje de hacerlo.
-Mirame Peter. Le pedí tomando su mentón. –Está todo bien. Dije con una sonrisa. Él me miró desorientado. –Yo sé que fue un impulso y que vos amás a Micaela, yo no te voy a reprochar nada. Confesé y noté como su rostro lejos de calmarse se tensó.
Como por arte de magia el tiempo se detuvo, y lo único que se podía palpar en ese lugar eran nuestras respiraciones agitadas y deseosas de repetir lo ocurrido minutos antes.
-Lali. Esbozó pero lo interrumpí, no quería escuchar lo que tenía para decirme, tenía miedo de lo que pudiera sentir.
-Nada Peter, andá con Mica en serio. Fingí desinterés. -Está todo bien. Repetí con la misma sonrisa mi puesta en escena, que sentía no aguantaría mucho tiempo más.
-No, yo te quiero decir algo. Me interrumpió ahora él. –Perdoname. Me corrió un frío por dentro. –Yo a pesar de todo te quiero mucho, y lo que menos quiero hacer es lastimarte. Explicó dolido y yo me moría de amor una vez más.
-Todo bien Pitt. Esbocé como mi voz entrecortada me lo permitía. –No hay nada que perdonar, en serio –Lo calmé mirándolo a los ojos intentando transmitir la seguridad que no sentía ni remotamente.
Él me miró unos segundos y luego se fue no sin antes volver a pedirme perdón por lo que había hecho. Yo me tuve que sostener de la puerta para no caer, como mi llanto y dolor me permitieron volví a mi casa, sin entender lo que acababa de pasar.
Fin flashback
-Te juro que no entiendo nada amiga. Ustedes se siguen amando, eso está mas que claro. No entiendo qué se los impide. Me dijo Euge tan desconcertada como yo.
Tragué sonoramente y miré a Rocío.
-Es difícil Eu. Intenté justificarme débilmente. -Yo te prometo que algún día te voy a contar todo. Le dije mientras acariciaba su hombro.-Lo sé La, yo te doy todo el tiempo del mundo. Me aclaró cuando le comenzó a sonar el celular.
La rubia se fue atender y me quedé con Rocío quien en una mirada dijo más que mil palabras, sabía que quería preguntar como estaba pero no se animaba. La miré dándole a entender que tenía vía libre.
-Ahora que se fue la rubia. ¿Me querés contar que sentiste? Me propuso Rocío y finalmente tiré toda la postura de superada al tacho.
-Decirte que me sentí viva de nuevo es quedarme corta. Confesé con tristeza. –Pero sé que es imposible, él no sabe lo que pasó y rehizo su vida. Yo lo abandoné.
-No La, vos no lo abandonaste. Dejá de mentirte. Lo que pasó ya pasó, yo creo que los dos son adultos y deberían hablar todo sin rodeos.
-No puedo Ro, tengo miedo. Le dije tan honestamente como pude. Rocío sabía todo lo que pasó, ella fue mí otra mitad en España, mi eterna descarga cuando me caía.
-Ay amiga. Esbozó ella mientras corría a abrazarme. –Yo estoy con vos para lo que necesites. Susurró mientras yo lloraba amargamente. –Odio que estés así, ni él ni vos se lo merecen.
-Lo sé Ro, pero no puedo, te juro que no puedo. Admití volviéndome a fundir en el abrazo que mi amiga me regalaba.
No sabía si hacía lo correcto, pero una fuerza interior me llevó hacia allí.
Estaba parada en su puerta, como él lo había estado la noche anterior. Dudé una y mil veces si tocar o no el timbre. Finalmente me decidí por el sí, no podía negar que necesitaba comprender el porqué de su impulso.
Toqué el timbre y esperé que me abriera. Cuando me vió se quedó duro, no me esperaba allá tanto como yo no lo esperaba la noche anterior.
-Lali. Esbozó aun sorprendido. -¿Qué hacés acá? Me preguntó mirando de reojo hacia el interior, Micaela estaba allí lo sabía.
-Necesito que hablemos Peter. Solté finalmente dándome fuerzas. –No entiendo qué pasó ayer. Le confesé mirándolo fijamente.
-Fue un impulso Lali. Respondió rehuyendo mi mirada. Yo lo miré intentando adivinar cada gesto y palabra no dicha que se estaba guardando.
-Lo sé. Afirmé. -¿Pero debido a qué? Porque un impulso no viene solo.
-Mi amor, ¿te armo la valija? Escuché esa voz y mi vida se frenó en seco. Peter me miró atormentado y pidiéndome perdón con la mirada.
-Ahí voy Mica. Respondió como su voz consumida se lo permitía. Mi estado era indescriptible, ahora todo cerraba. Peter se iba, y por eso me besó. Se iba, y con él yo también.
Lo miré con los ojos brillosos, el impacto de la noticia aún estaba dentro mío. -Me voy. Susurré con la voz entrecortada.
-Pará Lali. Él intentó frenarme pero no lo dejé. Necesitaba irme lo más lejos posible cuanto antes.
Cada interrogante que tenía se acababa de develar de la peor forma. Peter se iba, lo estaba perdiendo por segunda vez y no creía poder aguantarlo de nuevo.
El impulso me guiaba a contarle la verdad, pero la razón y el amor que sentía por él me llevaban a no hablar.
A volver a callar ese secreto que tanto daño nos había hecho.
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Vivir intentando
FanfictionLa vida a veces te pone pruebas, los obstáculos siempre existen. Está en uno poder saltearlos, tomarlos como aprendizaje o mera pérdida. Ellos son quienes logran que nos levantemos de las peores situaciones o vivamos en una especie de limbo del que...