¿Hay algo peor que ser adolescente, ir a la escuela y tener que levantarte a las tantas de la mañana con el ruido de tu asqueroso despertador a todo volumen? Sí, si lo que hay. Y eso se llaman puentes festivos. Puede parecer algo bueno a simple vista: vacaciones cortas, poder descansar y pasar tiempo con tu familia... Eso es un chiste cuando estás en la vida de un estudiante. Mi obligación durante todo el puente va a ser estudiar y estar encerrada en casa sin socializar con nadie. Seguramente, las únicas veces que salga serán para tirar la basura o para comprarle cosas a mi madre. Oh, cierto, también tendré que pasar mi tiempo libre entre las cuatro paredes de Akita. Bueno, la verdad, es que ya estoy allí. Mamá me ha obligado a irme unos días antes dejando el justificante en Seirin para avisar de que mis vacaciones comenzarán antes de tiempo.
Sentada en sobre las piernas en el sofá de la casa de Murasakibara escucho de fondo el ruido de la televisión a todo volumen. Creo haberme enterado de que es un combate de boxeo o algo así. Levanto la cabeza de mi lectura para atender un poco el porque se ha armado tanto jaleo de repente en la pantalla. Murasakibara mira sin alterarse como uno de los contrincantes lanza fuera del ring al otro eliminándolo.
-¿Qué ha pasado? -le pregunto cerrando el libro para atender a su respuesta.
-Acaban de reprender al actual ganador de la WWC por sobrexcederse con su contrincante -contesta sin apartar la vista del televisor-. Esto pasará a la historia, dicen.
-Entonces deberían procurar no llevar bestias a los combates.
-Mmm...
Nunca conseguiré entender el porque se celebran deportes así por la televisión, o simplemente se practican para divertir. Pero si a la gente le gusta y el Estado lo permite debe de ser por algún motivo. Siempre hay una razón para todo; por muy ridícula que sea. Miro la hora en el reloj de la pared y me levanto del posando el libro en la fina mesita de acompañamiento con el sofá. Camino hacia él y le beso la cabeza antes de salir por el umbral de la puerta.
-¿Quieres algo de beber?
-Hay refresco en la nevera, creo -informa.
Voy hacia la nevera.
El frío que llena la habitación nada más abro la puerta consigue que se me erizen los pelos de la nuca. Saco la jarra de cristal donde la madre de Murasakibara ha metido el jugo de naranja. Sirvo dos vasos mientras tarareo la canción que practicamos en clase Música. Me encanta esa canción. Nuestro profesor tiene suerte de ser divertido y carismático con sus alumnos, no un viejo amargado que enseña solo para suspender a todo aquel que se le rebele durante las clases. De repente, la luz se va. Escucho como Murasakibara chasquea la lengua y maldice por lo bajo a la vez que se levanta y su silla chirría. Dejo la jarra y los vasos en la mesa y voy corriendo al salón, donde solo la luz del exterior nos iluminan. Tenemos suerte de que el apagón nos haya llegado durante la tarde, y no durante la noche. Eso sí que sería una catástrofe.
Murasakibara alza los brazos en el aire, murmurando algo entredientes.
-¿Te has hecho daño? -le pregunto acelerada.
-Ni un rasguño. Pero al árbitro que acaban de golpear sí -se queja rendido. Suspira pesadamente, volviendo la cabeza hacia mi. Señala con la cabeza en mi dirección para reclamar algo-. ¿Y tu?
-Uhm, ¿por qué lo dices?
Se encoge de hombros visiblemente molesto por haberse perdido el golpe. Bajo la mirada hacia mi mano, que tiembla y sangra por las heridas que me recorren la piel. Comprendo enseguida como me han salido: el susto de antes debe de haber roto una parte rasguñada de la jarra. Lo recuerdo. Tenía una parte astillada en el asa. La nevera tenía una nota que lo advertía... Murasakibara no debe de haberla leído, de ahí que ni siquiera se acuerde de eso.
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BEFORE the FALLEN -[Murasakibara Atsushi] [Kuroko No Basuke]
FanfictionDesde hace meses, Eden Fujimoto y Atsushi Murasakibara son pareja. Las dudas sobre su relación se cierne sobre ella cuando uno de sus compañeros le cuenta los cambios de humor de su pareja en el campo; por si fuera poco, los miembros de la Generació...