Capítulo 19: La vuelta

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Camino unos pasos por delante con Kagami y Kuroko como guía personal. Durante todo el camino hemos estado hablado de lo que pasó el día anterior de la forma más pacífica posible; aunque es verdad que Kagami no ha dejado de mascullar en otro idioma -probablemente un inglés muy mal pronunciado- palabrotas y palabras tabú. Aunque Kuroko haya mantenido la paciencia todo el camino como siempre ha hecho desde que lo conozco, he podido notar como su incomodidad se acopla junto con la de Kagami en la atmósfera. 

   Aunque después de todo lo ocurrido el día anterior, no evito pensar lo mismo que ellos. Solo que de una forma más pacífica.

   Hace unas horas, el padre de Riko contactó conmigo para avisar a estos dos y llevarlos directamente a una hora y lugar concreto donde se pudiera estar tranquilos. Después de todo, yo soy la persona más indicada en la que confiar para mantener las reuniones clandestinas en secreto -o eso siempre me han dicho- de los demás. Acepté -más por aburrimiento que por colaboración- y decidí ir a la cafetería donde ellos dos siempre se reunían para almorzar después de una pequeña sesión de entrenamiento en Seirin con su equipo y su amada entrenadora. Akashi también contactó conmigo para hacer lo mismo, pero unos minutos antes, mientras me hacía la merienda en la casa de mi abuela, por lo que no sé a quién darle la atención en el momento en el que me pregunten que decir. 

«Soy neutral», me digo siempre que me meten en estas cosas.

   El pasillo por el que caminamos está a oscuras, levemente iluminado con las luces del exterior y una pequeña luz al final para la puerta de salida y entrada al gimnasio. Frente a nosotros, a unos cuantos metros aún, se encuentra una puerta medio abierta iluminada por las luces del interior. No sé si debo de estar en la conversación que tendrán, ya que solamente se me ha encargado traerlos y nada más. Las corazonadas nunca han sido lo mío, pero esta vez veo que es algo más grave que solo una corazonada desde lo más profundo de mi ser.

-¿La entrenadora estará allí, en la reunión? -pregunta Kuroko, tranquilo.

-Sinceramente, no lo sé. Solo me han contactado para ir a vuestras casas y llevaros a cierto lugar a cierta hora -respondo, también tranquila. Aunque no creo que a mi madre le haga mucha gracia saber que debo quedarme otra vez en la capital en medio de un caluroso verano. No le hace gracia saber que estoy sola, lejos de casa y sin nadie que me proteja. Las cosas, pienso mientras lo recuerdo, serían diferentes con Atsushi a mi lado. Pero las cosas no son así. Ya no.

   Evito nombras a los individuos que me llamaron-. Yo que vosotros mantendría la calma en esa reunión. El ambiente debe de estar ya caliente por la presencia de Aomine. Desde el pasillo en el que estamos se escuchan las voces de las personas en el gimnasio. No son del todo claras, pero sí que se distinguen los timbres de voz. Kagetora es el que más habla, y después Akashi y Midorima. Los demás tonos solo son de decoración, como digo yo cuando algo no encaja en la conversación. Ahora sí que tengo más seguro que no debería de estar allí cuando comiencen a hablar seriamente. ¿Quién soy yo, al fin y al cabo?

   Me doy cuenta de que estamos parados delante de la puerta indicada, a la hora indicada y en el lugar indicado de la reunión. Esbozo una sonrisa tonta con los labios cuando miro por encima del hombro a esos dos paquetes de mercancía rápida y frágil.

-Lo único que sé con exactitud, es que vosotros sois una pieza clave para «Vorpal Sword» -indicio. Otra clara referencia a una de mis novelas extranjeras favoritas. Al parecer, esto se ha convertido en una saga fantástica.

   Vacilo flexionando la brazos para abrir completamente la puerta del gimnasio y entrar con Kuroko y Kagami a las espaldas. Me cuenta unos segundos acostumbrarme a la luz del interior. El padre de Riko sonríe al vernos entrar por las puertas. No sé si es a ellos solamente o a los tres, pero no le doy una atención por estar concentrada en otra cosa. Murasakibara no está comiendo, sino que mira directamente hacia nosotros con una línea recta en los labios a juego con todos los demás. El corazón me empieza a latir con fuerza. Hacía tiempo que no nos veíamos, y eso que vivimos relativamente cerca el uno del otro. Aún es difícil el uno para el otro que nos veamos. Las cosas no terminaron bien, me repito una y otra vez. La culpa, según él, es de ambos.

BEFORE the FALLEN -[Murasakibara Atsushi] [Kuroko No Basuke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora