Capítulo 10: Broma

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22 de diciembre


Acurrucada entre las sábanas, sentada y leyendo un libro es cuando estoy más tranquila. Hush Hush es de lo más entretenido cuando vas por el segundo libro, cuando Nora hace más tonterías que en el primero. Casi me dan ganas de gritarle al pobre manuscrito, que no tiene culpa de nada, por las acciones de Nora.

   Murasakibara se está dando una ducha en el baño de la planta de abajo en mi casa, después de uno de nuestros encuentros casuales. Llevo su camiseta llena de nuestros sudores mezclados esperando a que termine para ir yo. Podríamos darnos una juntos, pero eso nos distraería. Y no tenemos tiempo para eso. Paso la página del libro recordando una de las partes importantes de nuestra relación. Mamá no está en casa, ya que ha ido a ayudar a la abuela nada más levantarse con la cena de Navidad. Es dentro de dos días y aún no estoy mentalizada para hacerlo. No me atrevo a estar delante de mi familia, con Atsushi, mi hermano y el capullo de mi padre presentes... Por una vez prefiero quedarme encerrada en el armario de mi habitación y sin llamar la atención de nadie.

   El móvil de Murasakibara suena de repente, sacándome de mis pensamientos y lectura. Gateo por la cama hasta el final de ésta una vez poso el libro en la mesita de noche, cojo el libro con una mano y miro quién lo llama. Murasakibara no solo tiene la tendencia de abreviar los nombres oralmente, sino que también gramaticalmente. «Kuro-chin» y su imagen quedan en la pantalla mientras suena la canción por error del tono de llamada.

   Dudo unos instantes, pero después de pensarlo deliberadamente y bastante rápido imagino que será importante. Descuelgo la llamada y me llevo el móvil a la oreja, más que lista para hablar.

«-¿Hola, Murasakibara-kun?» -pregunta Kuroko al otro lado.

-En realidad soy yo, Eden -respondo-. Murasakibara se está duchando y he descolgado al pensar que era una llamada importante. ¿Es expresamente importante que él se ponga, o yo responderte?

«-Murasakibara-kun era el motivo por el que llamaba».

   Una mano se posa en medio de mi espalda poniéndome los pelos de punta. Doy un brinco y giro la cabeza. Murasakibara se seca la corta melena morada con una toalla mientras me mira interrogativo. Le artículo con la boca un «Kuroko está en la otra línea», a lo que él responde con un asentimiento. Posa la toalla en la cama, se sienta a mi lado y me arrebata el móvil de las manos.

-Es extraño que me llames, Kuro-chin -dice. Me acaricia la cintura mientras intento escuchar lo que dicen por la otra línea-¿Qué pasa?

   Golpeo su mano varias veces en el intento. Tengo que estirar bastante el cuello para escuchar lo que Kuroko dice, así como los demás que están con él reunidos.

«-Algunos de nosotros nos preguntábamos una cosa... ¿Qué has hecho, Murasakibara-kun

   Murasakibara no se lo piensa dos veces y responde con lo que habíamos planeado hacer nada más ducharnos. Revuelve mi pelo durante la charla.

-Me quedé sin dulces, así que salí corriendo a la tienda de mi barrio.

«-¿Eh? Es inusual que te quedes mucho tiempo sin ellos habiendo comprado más dulces».

-Es todo culpa de Muro-chin.

   Kuroko, desconcertado, pregunta a quien se refiere, pero luego rectifica y lo comprende. Escuchamos la voz de Kagami al otro lado de la línea, con Kuroko y un par de personas más.

-Él dijo que me daría todos los dulces que compraron en América. Luego, esta enorme caja de cartón llegó por aquí en el correo, lleno los caramelos y todo eso.

BEFORE the FALLEN -[Murasakibara Atsushi] [Kuroko No Basuke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora