Capítulo 18: La despedida

677 48 4
                                    

Un año después


¿No es extraño volver al lugar donde se has criado después de un año entero viajando por un continente nuevo? He estado tanto tiempo fuera de casa que ni siquiera puedo recordar si el árbol poblado de hojas marrones, naranjas y amarillas y bien formadas estaba ahí la última vez. Ni siquiera el orden de mi propia habitación la última vez que estuve en ella; todo está más ordenado de lo que la había dejado.

   Para mi sorpresa, Estados Unidos de América se ha convertido en una de las mejores experiencias de mi vida. Al principio pensaba que sería un desastre, que al final me arrepentiría de mi decisión y tendría que lidiar con los problemas que me rodeasen durante todo un año. Pero no así. La gente de allí, que aquí llamados occidental, es más amable de lo que pensaba (y de los estereotipos que nos enseñan en las películas americanas). No son todo sexo, alcohol y drogas, sino que también hay gente que se esfuerza por comprenderte tal y como seas. Y también, para mi sorpresa, he descubierto algo nuevo de mí misma: soy capaz de mantener una conversación completa mirando a los ojos a una persona. Eso era algo que antes me hubiera dado muchísimo repelús, incluso pánico escénico, pero ahora es solo un mero problema que puedo resolver con confianza y seguridad en mí misma.

   Al principio, mi padre se negó a que me marchara al extranjero así de fácil. Mi hermano y yo nos esperábamos esa reacción desde hacía mucho tiempo, por lo que antes de decírselo a él ya habíamos hablado con las personas correctas -unos tíos lejanos- y les pedimos de la forma idónea lo que queríamos desde un principio; pasar tiempo fuera de casa. Como eran familiares de nuestra madre, ellos aceptaron casi de inmediato -después de muchos tonos extraños, silencios incómodos y malas palabras- a nuestra petición. Cuando se lo dijimos a nuestro padre, con todo lujo de detalles, él no pudo volver a negarse. Después de todo, ellos ya sabían lo que pasaba en nuestra casa desde un principio. Respecto a mis estudios, los completaría en alguna academia de Estados Unidos a base de becas; para algo tenían que servir los puntos que llevaba acumulando tanto tiempo en Seirin.

Aunque realmente tuviera que haber llegado ayer, mi avión se retrasó unas horas y acabé llegando a la una de la mañana, justo a la hora en la que menos le conven

BEFORE the FALLEN -[Murasakibara Atsushi] [Kuroko No Basuke]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora