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- Otra vez Cristian, otra vez. - Lloré, cerró sus ojitos, rojos y cristalinos.

- No puedo mi amor, no puedo dejarlo.

- ¡Si podes, podes! Lo que pasa es que no querés, te cagas en todos los que te queremos y te importas vos nada más, solo vos. - Se levantó de la cama y se acercó a .

- Siempre buscas la mínima cosa para pelear nena, siempre lo mismo. Parece que no me querés más y que buscas excusas para separarte, pendeja. - dijo. Lo miré fulminante y pensé que era joda lo que decía, y no, no lo era.

- ¿Enserio pensas que no te quiero más después de todo lo que me banque con vos? ¿Te pensas que si no te quisiera más estaría con vos después de que tenés tus arranques y me tratas para el orto? - agarré sus hombros y lo moví. - ¡Reacciona pendejo, sos un pelotudo! ¡Te estás cagando la vida!

- La pelotuda acá sos vos y teniéndote acá me cago la vida. - dijo. Me dolieron sus palabras, sólo sonreí y negué con la cabeza. Cristian me seguía haciendo mierda.

- Entonces quedate drogándote sólo, cuando se te pase buscame. - dio media vuelta y se volvió a sentar en la cama para agarrar el porro que estaba fumando de ariba de la mesa de luz.

Caminé hacia el baño y me quedé ahí encerrada por horas. ¿Que debía hacer? Me decía siempre que le cagaba la vida, que no lo joda más, que porqué esto, que porqué lo otro. No soportaba, pero lo amaba.

...

El dolor me llevó a tener que pecar otra vez. Y . Le escribí a Fer pero no conseguí respuesta, le puse que quería verlo pero seguro estaba ocupado y yo molestando, como siempre.

Salí dek baño y me dirigí nuevamente a la habitación. Estaba dormido,durmiendo su sagrada siesta. Me acerqué y ahí me recosté, puse mi cabeza al lado de la suya e hice que me abrace. No podía irme de su lado porque acá era mi lugat. Y así lo sentía. Volví a llorar, volví a derramar muchas lágrimas y dejar romperse mi corazón como tantas veces. Pero eran cosas que debía superae una vez más.

...

- Gorda. - desperté porque Cristian llamaba mi atención. Me sonrió sentado a mi laeo y se acurrucó en mi pecho. - Perdón, soy un boludo. - dijo. Acaricié su pelo.

- Perdón por cagarte la vida, no me puedo ir de al lado tuyo porque me muero.

- No te vayas. Vos no me cagas la vida,vos me ayudas a seguir. - susurró.

- Yo no sé si puedo seguir con esto una vez más, no sos vos cuando consumís esa maldita porquería. - comenzó a dar besos en mi pecho pero mi celular sonó y lo interrumpió. Lo tomé entre mis manos y leí el mensaje de Fernando preguntando si necesitaba verlo. Y , lo necesitaba.

Traición || Fernando Gago / Cristián Pavón ||  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora