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Hoy domingo nos juntábamos a comer con el plantel y sus familias luego de que ayer hayan ganado por 4 tantos contra 1 frente a Tigre. Decían que era una manera de darles aliento a los chicos y sacarles presión para el partido con River en la final de la Copa Libertadores.

Llegamos a casa de Nandez, donde se haría el almuerzo y luego de saludar a las chicas que estaban adentro charlando,  fui junto con Cris afuera para saludar a los chicos. Joda tras joda se hacían y se veían plenamente felices. Había algunos tímidos como Agus Rossi, también Almendra. Luego, los otros como Pablo Perez y Carlitos que estaban constantemente haciendo chistes y metiéndole onda a todo.

Saludé a Fernando con un sabor extraño. Entre él y Cristian las cosas estaban tensas. Ayerhabían discutido y mi novio me dijo que fue por temas totalmente ajenos a nosotros y que fue por una boludes. Pero no sabía si creerle, era un poco raro. 

Volví a ingresar a la casa y me quedé jugando con los nenes: eran mi fuerte. 

Llegó la hora del almuerzo y nos sentamos cada uno en sus respectivos lugares, Cristian se sentó al lado mío por obvias razones, y Fernando que se iba a sentar al lado de él, se cambió de lugar.  En un momento determinado, cuando todos terminaron de comer entre jodas y charlas extensas, Cristian se levantó de mi lado, me dio un beso corto y se dirigió al patio de la casa como si estuviera en la suya. Todos me preguntaron adonde iba y dije que no sabía,  quizás tenía que hacer una llamada. A los minutos, después de leer algo en su celular, Gago también salió afuera diciendo que iba a ver a Cristian.

Todos le restaron importancia y siguieron hablando de distintos temas. Menos yo. No estaba tranquila. 

- Ahora vengo. - dije para levantarme y dirigirme a la pierta de vidrio que daba al patio. - Permiso Sara. - ella asintió con una sonrisa y entonces salí.

Caminé un poco y escuché a mi derecha voces altas. Miré y estaba Cristian sentado y Fernando gritándole adelante.

- ¡Para un poco porque sos totalmente tóxico!  - dijo Gago. Cristian tenía agarrado su brazo derecho con su mano izquierda y así miraba a Fer. - ¿Por tus ironías querés arruinar también mi matrimonio? Dejate de joder Cristian. Sos muy pendejo.

- ¿Que pasó?  - pregunté y ambos me miraron. Fernando quiso irse pero lo frené. Me miró nuevamente.

- Preguntale a él Yesica, a mi no. Arreglen sus problemas ustedes, no me metan. - se soltó de mi agarre y miré a Cristian.

- ¿No vas a decir nada? - pregunté.  Miró abajo. - Estás superando los límites, ¿no te parece? ¿cuándo vas a cambiar un poquito? me tenés cansada loco.

- Perdón.

- Con un perdón no arreglas nada, date cuenta que con tus inseguridades de mierda estás arruinando todo. - dije firme. iba a llorar ni una vez más por esto. Me había acostumbrado a las peleas boludas,  pero si se seguían acumulando un día iba a cansarme definitivamente.

- ¡Ya te dije perdón!  ¡No puedo estar tranquilo viendo como se miran, sospechando todo el tiempo! - dijo.

- ¿Sos consciente de las boludeces que decís? - no respondió y bajó la cabeza. - Fijate al extremo que llegamos, estamos acá afuera discutiendo y adentro hay 50 personas. - no respondió nuevamente. - ¿Te vas a ir después del papelón que armaste o te quedas? - pregunté segundos despues.

- ¿Querés que me vaya así te quedas acá con él?

- ¡¿Porque sos tan idiota?! No aprendes más vos.

Lo miré una última vez para ver si decía algo pero no. Y ya me había amargado el día. Aunque no quería irme.

Entré nuevamente donde estaban todos y ayudé a levantar la mesa y lavar los platos. Pude divisar a Gago hablando con su mujer. No le di importancia, dudo que le esté diciendo los temas de la discusión. Cristian entró nuevamente como si nada y se puso a joder con sus amigos. Iban a jugar al Fifa y Cristian quedó para el siguiente partido porque no le gustaba jugar en equipos y quería jugar mano a mano con Pipa.

Me senté en uno de los sillones luego de haber ayudado a Sara y dejar todo limpio y agarré mi celular. Cristian se sentó a mi lado COMO SI NADA y agarró mi cara para apretarla y dejar un beso en mi mejilla. No dije nada.

Agarré mi celular y revisé mis redes sociales. Quedé en Twitter y vi un tweet que había sido marcado como me gusta por una cuenta de "minitas" que seguía. 

Mi cara de orto se notó de acá a kilómetros y Cristian al leerlo me miró tragando saliva, lo quedé mirando y no dijo nada. Sabía que se la había mandado.


Buen día no me escribía ni a mi cuando nos conocimos. Y la mina a la que se lo puso estaba feliz publicandolo por todos lados.

Traición || Fernando Gago / Cristián Pavón ||  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora