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Me excusé diciendo que Camila, una amiga, se había peleado con su novio y necesitaba mi ayuda. Era cierto lo de su novio, pero no me había pedido que vaya con ella. Me cambié y pedí un Uber.

Mientras esperaba, vi a Cristian comenzar a limpiar y echar perfume por toda la casa. Era el segundo porro del día y esta vez, en el baño de casa. Suspiré sentada en la mesa y decidí bajar a esperar afuera, sin despedirme. No quería pelear, otra vez no.

Me dirigí a casa de Fernando y ahí estaban ambos con sus hijos. Gisela al verme, le pareció extraño.

- ¡Yesi! - besó mi mejilla. Me acerqué a Gago y él hizo lo mismo. También a los nenes. - No sabía que venías, me hubieras avisado y me quedaba a que tomemos mates. Ya me comprometí y me tengo que ir. - se lamentó.

- Pensé que ibas a estar acá pero no hay problema, arreglamos para otro día. - comenté.

- ¿Pasó algo? - preguntó preocuoada.

- No, no, nada. - dije y sonreí. - No te preocupes, ya me voy.

- Bueno bella perdón, a mi se me hace tarde y ya quedé con Isabel, hablamos más tarde y mañana nos vemos. - me saludó con un beso y los nenes, tímidos, volvieron a saludarme con sus manitos. Subieron junto con su mamá al auto pero Gisela volvió. - Goloso llevala vos, no vas a hacer que vuelva a llamar un taxi. - retó a su marido y éste rió.

- No te preocupes Gise, yo la llevo. - dijo Gago para luego despedir a su mujer con un beso en los labios. Se fue Gisela y entramos a la casa de Gago.

Comenzó por sacar su remera y ofrecerme una birra recién sacada del freezer. No hacía calor pero el cuerpo desnudo de Gago y la birra no se desaprovechaban.

Traición || Fernando Gago / Cristián Pavón ||  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora