Traición || Fernando Gago / Cristián Pavón ||

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yesi.alba

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kichanpavon

Había arrancado el martes de la mejor manera. Parece que después de tanto insistir, Kichan me había dado bolilla y me había regalado un perro. No paré de darle besos y agradecerle.

Era el mediodía e íbamos a comer pollo al horno con papas y ensalada. Cristian comió como si no hubiera un mañana, que gordo de mierda era aveces. Luego del almuerzo, Cristian debía salir directo a Casa amarilla donde saldría el colectivo que los llevaba a aeroparque a todo el plantel.

Tenía algo que me traía mal hace dos días, un atraso. Era muy irregular, y siempre me preocupaba, más ahora que la primera vez que estuve con Gago no nos cuidamos más allá de las pastillas anticonceptivas. Con Cristian nos cuidábamos de vez en cuando y las últimas veces que lo hicimos, si nos cuidamos, me acuerdo perfectamente.

Pero iba a dejar pasar el tiempo, porque no quería hacerme la cabeza porque capas no es nada, o capas sí.

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Me había quedado sola una vez más en casa y me aburría demasiado.

Decidí postear una foto de ambos , juntos.

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yesi.alba  ya te extraño Kichancito, pero sé que vas en busca de un sueño y voy a estar apoyándote siempre, suerte mañana amor y sabes que pase lo que pase en casa voy a estar esperándote 🙆❤  te amo campeón 😻

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Mi novio me llamó,  era la medianoche y me encontraba mirando la temporada 6 de Grey's Anatomy. Puse pausa al capítulo 16 de la serie y atendí.

- Hola culiada. - dijo Cris al otro lado de la linea.  Sonreí, amaba nuestro trato.

- Hola culiadaso. - respondí. Sentí su risa al instante. - Viste que ni un día pudiste estar sin hablarme. No llegaste a las 12 horas Kichancito. - dije. Me causaba gracia, porque antes de irse me había dicho, en joda, que no me iba a extrañar y no íbamos a hablar hasta que vuelva. Y claro, le salió mal porque ya me estaba llamando. Rió nuevamente, estaba tan feliz. Estábamos tan felices. 

- Es imposible no extrañarte, gordita. - dijo. Moría de amor. - Sabes lo pollerudo que soy. - dijo. La primera vez que lo aceptaba. - Siempre te extraño aunque no te lo diga.

- Me gustaría que estés acá durmiendo conmigo. - dije. - Y aunque no me veas estoy llorando sabes.

- Suelo causar eso en las chicas.

- Siili ciisir isi in lis chicas. - dije burlándome de él. - Cordobés pelotudo.

- Cordobesa pelotuda. - respondió.  Reímos ambos. - Estos culiados se fueron a la bosta y me dejaron solo, están jugando al truco y me dejan afuera porque dicen que soy re gi jugando, ya me van a pedir que les baile. - automáticamente algo se me vino a la cabeza. Quería probar algo nuevo.

- Yo quisiera que me bailes a mí ahora. - dije. Cristian resopló. - Quisiera tenerte arriba mío,  tocándome, acariciándome. Quisiera tocarte.

- Yesi, dios. Ya me estás calentando. - respondió luego de unos segundos.  - Esperame unos segundos. - y eso hice, esperé. Volvió a hablar, dijo que había ido a cerrar ma puerta y ahora si metí mis manos bajo mi tanga. - Imaginate, imaginame. Estoy arriba tuyo, ya te saqué la remera de tu pijama, esa rosa que usas siempre con la cuál me super calentas, que la usas sola y que se te ve todo el orto. - moví mis dedos en circulos y comencé a jadear. - Y no sabes como estoy de sólo pensarte. Imaginate que te estoy tocando las tetas, dale, y vos me lo pedis. 

- Tocame, Cristian, dale.

- ¿Ves? Te encanta. Pusiste tus manos en mi pantalón y ahora te estoy besando todo el cuerpo, sigo bajando y llego a tu tanga, la que es de encaje y tiene el moño rojo, te la saco luego de pasar mis dedos por arriba de esta y sentir que estás mojada. - aceleré mis movimientos y acaricié de arriba a abajo, pensando en que él hace eso. - Ahora te metí dos dedos, dale, grita como lo haces siempre en mi oído.  - y lo hice  Luego de meter dos dedos en mí, gemí alto. - Pensa en mí,  me estoy tocando mientras pienso que vos también lo haces.

Siendo sincera, sí,  lo disfrutaba, pero no me imaginaba a Cristian, Fernando me lo hacía mejor. Mil veces mejor.