Disney

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Desde que se habían casado, Sakura descubrió aspectos de Shaoran que realmente la sorprendieron. Ella creía conocerlo bien, pero estaba equivocada. Su marido era un estuche de cosas nuevas que estaba encantada de ir descubriendo con el paso del tiempo.

Uno de esas situaciones fue lo que sucedió ese día. Cuando llegó, se podía escuchar la voz de un anciano regañando a un niño y su shiba inu no había llegado a saludarla. Dejó las llaves, y tras quitarse los zapatos, se dirigió hasta el cuarto de juegos.

Tanto Shaoran como Kero, estaban pegados viendo «La espada en la piedra» junto con el cachorro que dormía  a un lado de los pies de Shaoran.

Nunca pensó que Shaoran fuera de esas personas que le gustaban las películas de Disney, ella, por el contrario, nunca fue muy aficionada a esas películas. Las conocía, sí, después de todo, había un parque temático en Japón de aquella franquicia, pero no para estar embobada mirando la pantalla mientras el mago usaba la magia para lavar la loza.

—No es una mala idea —comentó Kero a Shaoran.

—Le pediré a Sakura que aprendamos ese hechizo —respondió sin quitar la mirada de la pantalla.

Sakura se cruzó de brazos y alzó la ceja derecha.

Ok, una cosa es que ambos hayan desarrollado ese gusto por ver series juntos y otra, muy distinta era empezar a copiar cosas de estas.

—Parece que un parcito quiere lavar la loza por un mes —comentó en voz alta, llamando a atención de ambos.

—¡Sakura! —exclamaron, producto de la sorpresa— ¡No te escuchamos entrar!

—Ya lo creo —dijo—. Miren que encontrarlos viendo películas de Disney a los dos juntos, es un panorama que no esperaba encontrar.

Los mencionados se observaron y, enseguida, Shaoran se puso de pie para acercarse a su esposa, ignorando totalmente el resto de pelicula, pero Sakura movió el hombro donde el castaño iba a apoyar su mano.

—¿eh?

—No se preocupen por mí, iré a bañarme... sigan —hizo un gesto con su mano— Sigan viendo la pelicula... —y tras eso se retiró hacia su habitación.

Shaoran se miró con Kero algo confundido, pero, ignorando lo que pasó, se volvió a sentar junto con el guardián para terminar de ver la pelicula.

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