Junto a Ti

Reunión con amigos

Tras regresar de su luna de miel en Macao, otra de las islas autónomas de China, Sakura y Shaoran decidieron tener una reunión con amigos en su departamento de casados y aprovechar para entregar los presentes que habían traído de aquel complejo turístico y empresarial.

Para alegría de Sakura y Shaoran, todos asistieron, Tomoyo, Meiling, Naoko, Yamazaki, Chiharu, e incluso hasta Rika, llegaron a compartir con ellos.

La reunión fue bastante agradable hasta que tomaron un tema un tanto...

—¿Cuándo los sobrinos? —preguntó Tomoyo, avergonzándolos totalmente. Para variar.

—Aun no —comentó, bastante incomoda, Sakura.

—La verdad —dijo Shaoran, tras beber un poco de agua—, queremos dedicarnos un poco a nuestras carreras —miró a su esposa—, ya estamos comenzando con un semestre atrasado por lo de la boda...

—Además —Rika tomó la palabra observando su taza de té—, los niños requieren mucho trabajo, sobre todo en los primeros meses. Mi Yuki es encantadora pero agotadora —todos se miraron entre ellos. Sakura observaba a Rika detenidamente. ¿así habría sido la vida de su madre en un inicio? Rika tenía la misma edad que Nadeshiko cuando les contó que se iria a vivir con su novio y que estaba embarazada. La había visto muchas veces agotada, pero se veía muy feliz...

Sonrió.

Cuando los amigos se retiraron, Sakura se apoyó contra la puerta de entrada y observó a Shaoran.

—¿Qué sucede?

—¿Te has preguntado cuantos hijos tendremos?

Shaoran dejó de ordenar la loza, para mirar a su esposa. Nunca habían tomado ese punto.

—¿Qué te parece tres? —le propuso.

—¿Tres? —Sakura lo miró, confundida.

—¿O dos? —corrigió—. Uno, no. Será muy estresante para él... más con las cosas que pasan en nuestras familias. ¡Pobre de nuestro niño!

—¡Puede ser niña...! —le recordó, y se puso a reír.

—¿Qué?

—Pensaba... ¿Cómo se verá la cara de Shaoran con tres niñas? —ante esa mención, la cara de Shaoran se frunció totalmente— ¡Ya veo, te verás igual de guapo que ahora! —y cuando Shaoran cruzó sus brazos en señal de molestia, Sakura retomó la risa.

—¡Muy chistosa! —respondió—. Pero fíjate que no me molestaría, porque pasé mi vida rodeado de mujeres... Mis hermanas se encargaron de hacerme resistente a todo...

—¿Entonces, dos o tres? —preguntó, al ver que el chiste ya dejó de ser chistoso.

—Eso veámoslo más adelante —y cuando Sakura quiso reaccionar, Shaoran la tenía contra la puerta con una sonrisa ladeada— Ahora, ¿me acompaña Señora Li? Es hora de descansar...

—Siento que —comentó Sakura colocando los brazos en los hombros de su esposo—, que lo que menos haremos será eso.

Shaoran solo se río antes de darle un beso en sus labios.