Junto a Ti

Arrullos y Mimos

Una de las cosas que notó Sakura durante su embarazo, fue que su pequeña niña amaba la voz de su padre.

Es que desde el momento en que decidieron llamarla «Botan» por ser el nombre japonés de la flor favorita de Shaoran «Peonía» los movimientos de la pequeña se hacían más y más frecuentes.

¡Aun no nacía y ya estaba enamorada de su padre!

Shaoran solo negaba con su cabeza, con una sonrisa tonta, cuando Sakura, entre pucheros, alegaba por esa situación, aunque internamente ella se sentía encantada con eso.

Fue una vez, donde estaban acostados que Shaoran llamó a la niña tocándole el abultado vientre a Sakura, rápidamente empezó a hacerse notar, estirando el vientre de su madre para todos lados. En un principio se sentían como cosquillas, pero al entrar al octavo mes, dolía.

El dolor era tan fuerte en Sakura, que Shaoran en su desespero empezó a cantarle una canción de cuna, el arrullo suave acompañado de un tierno mimo en el vientre de su esposa, calmó a la pequeña niña dentro de su madre, haciendo que Sakura pudiera respirar nuevamente.

—¡Cantaste! —exclamó, mientras se acomodaba— ¡¡Llevo más de diez años esperando que me cantes y le cantas a la niña!! —protestó, con un leve tono de celos.

—Bueno es que.... —apenado, llevó la mano derecha a la nuca—. Botan es nuestra niña y...

Sakura solo lo observó de reojo.

Aunque había deseado escuchar cantar a Shaoran muchas veces, el concierto que empezó a disfrutar cada noche después del nacimiento de su pequeña niña, era su placer culpable...

Porque el tono suave de Shaoran al cantarle a la niña que cargaba entre sus brazos... no solo calmaba a su pequeña hija, sino que a ella también.