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Seguía entre mis pensamientos, hasta que lo mire a los ojos y le dije desde lo más profundo de mi corazón -Es que... nací así, ¿qué quieres que haga?, así soy yo y si no te gusta como soy, pues no me trates y ya. Y sí, sí me agradas, que crees,si no me agradarás, en estos momentos no estuviera caminando junto a ti-.

Él se empezo a reir y dijo -Wooow gran respuesta-.

Aún lo estaba mirando a los ojos y de repente... sentí un golpe en la cabeza y caí al suelo, lo único que pensé fue *MIERDA* .

Antonio abrio sus ojos como platos, bajo y me pregunto -¿Qué te paso?- mire hacia al frente para ver que había pasado y al ver me pude notar un gran letrero.

Lo mire y me empecé a reir, él hizo lo mismo. Me levante con ayuda de Antonio, nos volvimos a mirar y de nuevo empezamos  a reírnos.

-Sigamos como si no hubiera pasado nada- dije entre risas.

-Bueno eeeh... ¿en que estabamos?- pregunto Antonio.

-En que te dije que me agradabas  y bla, bla , bla...- respondí.

Él me miraba a los ojos de vez en cuando, yo igual, me sentia tan bien hablando con Antonio, ya que no había tensión entre nosotros, hablabamos como si nos conocieramos de toda la vida.

Mientras caminabamos mi mano toco la mano de Antonio y creo que ese fue el único momento incomodo, Antonio me miro y yo trate de no ponerme nerviosa, sinceramente fue raro que mi mano rozará su mano.

Hablamos muchísimas cosas, de verdad que se me hizo tan largo el recorrido hasta llegar a mi casa.

-Nos vemos hoy en la práctica.

-¿Será que nos vamos juntos a la práctica?- pregunte.

-Esta bien- respondio Antonio.

-Bueno yo paso por tu casa, en realidad no sé si nos vamos a la práctica caminando o mi hermano nos llevará- dije.

-No importa, de todos modos lo importante es asistir.

-Yo te mando un mensaje. Chao- me despedí.

-Chao preciosa- Antonio se acerco a mi, me abrazo y me dio un gran beso en la mejilla.

Camine, llegue hasta la puerta de mi casa, entre mi papá y mi mamá estaban en la mesa almorzando.

-Buenas, bendición... ¿como estan?- pregunte a mis padres mientras me sentaba en el comedor.

-Bien mi amor- contestó mi mamá desde la cocina.

-Bien hija. ¿Como te fue?- pregunto mi papá.

-Excelente papá, pero estaba súper aburrida ya que no fue Ezequiel- respondí.

-¿Y por qué no fue Ezequiel hija? es raro que él no asista a clases- pregunto mi mamá.

-No sé, de verdad que me preocupo que no asistiera.

-Deberías llamarlo- dijo mi papá.

-Pero depués que almuerzes- agregó mi mamá.

-Esta bien, lo llamo después.

Papá sirvio la comida y empezamos a comer.

Ahora me hacia falta mi hermano para contarle lo que había pasado con Antonio, hace unos momentos.

Termine de comer, me fui a mi cuarto, me cambie de ropa por algo más cómodo y luego tome mi teléfono para llamar a ponquecito... contestó enseguida.

                                                LLAMADA CON MI MEJOR AMIGO

-¿Alo?- dice Ezequiel.

-¡Hola...!

-Hola mejor amiga.

-¡Oye, pendejo de mierda! ¿por que no fuiste hoy a clases?- pregunte curiosa.

-¡Ay mejor amiga! bueno...hoy no pude asistir ya que...- hubo un silencio la cual me preocupe muchísimo y insistí.

-¿Qué paso?- pregunte preocupada.

-Eeeeh, como decirte que...- dijo.

-¡¡DIME EZEQUIEL!!- ya estaba súper, mega e imper preocupada.

-Eeeeh, es que... me quede dormido- dijo normal.

Quería matarlo, me había hecho preocupar muchísimo.

-Ezequiel no hagas eso, ¿que te pasa?, ya me iba a dar un infarto si te pasaba algo, te odio.

Yo sólo escuchaba como se reía.

-¡Ay mi amor! lo siento, solo queria hacerte una broma ¿si?, no te moleste conmigo.

-No vuelvas a hacer eso Ezequiel- dije regañandolo y agregué - Marisco te cuento, hoy cuando salí de clases me encontre con alguien, adivina quién fue-.

-Eeeeh para ver... ¿Antonio?- pregunto, yo me sorprendí de verdad no pensé que lo adivinaría tan rápido.

-Si, ¿por qué adivinaste tan rápido?- pregunte.

-Eeeeh... por algo- dijo nervioso.

-¡Ah no!, ahora usted me cuenta ¿POR QUE COÑO ADIVINASTE TAN RÁPIDO?- insistí, ya la paciencia se me estaba acabando.

-Por algo- respondio.

-Ezequiel no hagas que me llegue hasta tu casa, entre en tu cuarto y te destroce el cuadro del Bayern de Múnich- dije con la paciencia en 02%.

Se empezó a reír.

-¡¡DIME!!- se me agoto la paciencia.

-Bueno te voy a contar, hace ratito antes de que tú me llamáras, Antonio me llamo y me conto que se vinieron juntos hasta tú casa.

-Mmmmm ok, ¿te conto que me caí como una estúpida ya que me golpeé con un poste?- pregunte.

-Eeeeh no... él solo me dijo que se vinieron caminando juntos pero no me dio detalles, y ¡oye! lo escuche como emocionado- respondio para luego agregar -¡Ay Dios!  ¿de pana de caíste?-.

-Si marisco, como la propia estúpida- nos empezamos a reir.

-¿Y por qué te viniste caminando? ¿por qué tu hermano no te fue a buscar?- pregunto ponquecito.

-Bueno por cosas de la vida, en realidad no te puedo contar pero creo que tampoco podrá llevarme a la práctica, así que ¿me acompañas?.

-Esta bien... bueno mi amor, mi princesa, mi corazón, mi hermanita pues, nos vemos más tarde, yo te paso buscando. Te quiero mucho.

-Yo más cariño, nos vemos.

                                         FIN DE LA LLAMADA

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Aquí otro capítulo para ustedes... gracias por votar.

                                      Besos.











¿Te superaré?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora