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-¿Dónde dormiré?-preguntó, Helena estaba muy feliz, seria la primera pijamada que tendría con una amiga y a pesar de que ya no era una quinceañera le hacia ilusión la idea, nunca había tenido una amiga, una amiga real, y sentía que la habia encontrado con Laura.

-Dormirás en mi cama.

-¿Contigo?- dijo en forma de broma, Raúl sabia hacer esas cosas con ella, podia decir cosas muy incómodas que llegaban a dejarla sin habla.

La mayor la miro de forma extraña unos segundos hasta captar que lo que había dicho era una broma.

-¿Quieres que duerma contigo?- pregunto con el mismo tono.

-No se responde una pregunta con otra pregunta.

Laura solo reía mientras negaba con la cabeza, la broma le había salido mal a Helena.

-Cierto, me debes una, creo que me estoy planteando dejar que duermas en el mueble- habló mientras sacaba unas prendas de ropa para la joven.

-Soy tu invitada, deberías tratarme bien. Te salve la vida- dijo con un falso tono de enojo.

-Bueno, tranquila, dormirás en la cama.

-Me parece justo- aseguró mientras tomaba la ropa que le había dado Laura, era bastante cómoda, la idea de dormir en un lugar ajeno al suyo podía llegar a ser incomodo, pero para ella resultaba algo divertido- Pero te advierto que en mueble es muy incómodo.

-Gracias por la información, ahora me siento más entusiasmada- dijo sarcásticamente.

-Por esta vez te dejare dormir conmigo, solo porque la comida estaba muy buena- decía mientras se movía en la cama dejando un espacio suficiente amplio para que Laura pudiera acostarse a su lado.

- ¿No te incomodo?- pregunto la mayor mientras la miraba seriamente.

-No, ¿Por qué me incomodarías? ¿Acaso te gusto?

Esta vez había funcionado, dejo sin habla por unos momentos a Laura, Helena no tardo mucho tiempo en empezar a reír.

-Es una broma-decía mientras reía -Eres mi amiga Laura, la primera que tengo, realmente confío en ti, no me sentiría incomoda contigo.

-Lo sé, solo que...

-Olvida lo que te dije, creo que soy yo la que te esta incomodado, pero nunca he tenido la oportunidad de hacerlo con alguien.

-Eres increíble- decía mientras negaba con la cabeza y se acostaba junto a Helena.

La noche transcurrió tranquila, las dos estaban muy cansadas tanto física como mentalmente por lo que cayeron en los brazos de Morfeo rápidamente, la lluvia continuaba afuera, se oía como golpeaba estruendosamente las ventanas.

Helena a pesar de la ropa que le había dado Laura ya llegada la madrugada sintió bastante frio, con miedo de despertar a Laura y con mucho cuidado la abrazo por la espalda y poco a poco volvió a quedarse dormida.

Laura quien se había dado cuenta del gesto de la chica libraba una guerra interna entre sus ganas de darse vuelta y abrazar a la chica también o alejarla. Sabía que Helena tomaba todo esto como un juego entre amigas, la joven sabía que Laura era lesbiana, y ella estaba casi segura que Helena no lo era, por eso tomaba a la ligera todo lo que pasaba entre ellas.
Pero para Laura cada vez su relación se volvía mas personal, mas intima, y conforme conocía a la chica le parecía más interesante.

Dejando a su razón de lado decidió abrazar a la chica, para su mala suerte no podía estar de vacaciones toda su vida, dentro de dos días tenía que regresar, así que aprovecharía cada momento con su joven amiga.

[•••]

Helena quien se había despertado primero, sorpresivamente se encontró con el rostro de Laura muy cerca suyo, su amiga también la abrazaba, "La noche fue muy fría" pensó, no quería despertar a su acompañante asique decidió quedarse ahí, quieta, mientras observaba a Laura, su cabello rizado estaba bastante alborotado, con una de sus manos empezó a jugar con un rizo de Laura, le gustaba mucho el cabello de la mujer.

Laura a pesar de esto seguía sumergida en un profundo sueño, la observo por unos segundos, sus ojos cerrados, su respiración lenta, se la veía realmente tranquila, en paz, no podía dejar de mirarla, su rostro se le hacia muy conocido, y no recordaba de dónde.

Por un momento recordó el beso que Laura le había dado, no sabia como definir aquello, estaba realmente confundida, fue bastante sorpresivo para ella, pero... no se sentía mal o incomoda por eso, sabia que aquel beso no era para ella.

-Buenos días- dijo Laura de un momento a otro, lo que hiso que Helena diera un salto en la cama, estaba tan ensimismada que no se dio cuenta que había despertado-Lo siento.

-Casi me matas de un susto- decía mientras llevaba una de sus manos a su pecho, justo en el lugar donde está el corazón.

-¿Dormiste bien?- preguntó.
-Si, aunque tuve frío un rato.
-Y por eso me abrazaste.

-Correcto- exclamo con una sonrisa- ¿Qué desayunaremos?

-¿Qué quieres?- pregunto sonriendo.

-Pues salgamos y veamos que se me antoja.

-Muy bien- habló mientras se levantaba de la cama.

-Que frío- exclamo mientras se envolvía en las sabanas -Sabes que ya no quiero salir, mejor ve y compra algo y yo te espero aquí.

-Ahora eres tú la perezosa.

-No es pereza, hace frío.

-Claro, y a mí no me hace frío, por eso estoy levantada.

-Es diferente, tu eres la dueña de casa.

-Helena levántate-decía mientras jalaba las sabanas tratando de destaparla, la joven trataba de envolverse aun mas en las sabanas y por un momento se volvió una lucha constante entre las dos hasta que Laura sin darse cuenta tiro fuertemente de las sabanas haciendo que helena se cayera de la cama, un golpe seco se escucho en el momento que la joven toco el suelo.

-Mi espalda, eres una grosera- dijo realmente enojada -No vuelvo a jugar contigo.

Le quito las sabanas de las manos a Laura y volvió a acostarse en la cama.

-De verdad lo siento.

-No quiero oírte- las palabras de la chica sinceras sinceras.

-Helena.

De un momento a otro la chica la tomo del brazo a Laura y la tumbo a su lado, así como ella le había hecho días antes. Helena se encontraba sobre Laura y con todo el valor que tenia beso a la mayor, no sabía porque lo hacía, pero... le gustaba, tenía que admitirlo.

- ¡Helena! - un grito sonoro le hiso despertar rápidamente, todo había sido un sueño, pero no pudo evitar que un leve rubor apareciera en sus mejillas- Me estas aplastando.

La joven se encontraba sobre Laura, pero en una situación bastante distinta a la de su sueño.

-Lo siento- dijo mientras se incorporaba en la cama, lo cierto era que ella tenia muy mal dormir y solía moverse mucho por las noches, incluso una vez su hermano le dijo que le había dado puñetazos y patadas mientras dormía.

-Te estaba llamando desde hace rato y no despertabas.

-Es que tenía un sueño bastante raro.
- ¿Sí? ¿Qué soñaste?

-Contigo- dijo mecánicamente, aun estaba algo adormilada, así que fue unos segundos después que se dio cuenta de lo que había dicho.

Dolor de Cabeza (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora