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"Voy al baño" escribió rápidamente en su celular y envio el mensaje a Jessica.

Se sentia muy tonta al pensar que Laura realmente se habia enamorado de ella, en comparación con Lauren ella no era nada, la rubia era muy bella, tenia una voz hermosa, un estilo único, era alguien que conocía del medio en el que se desenvolvia Laura, en cambio ella era la insegura jovencita con un hogar disfuncional, la ilusa aspirante a médico, una persona más del monton.

La antisocial amante de la soledad que con lo único que contaba era con una hermosa sonrisa.

Mientras más lo pensaba aumentaban en su lista mental sus defectos y las virtudes de Lauren, como si se estuviera poniendo en una balanza y hasta ahora la rubia le llevaba mucha ventaja.

Salio del baño y se quedo de pie en una zona alejada del escenario, el bar era bastante grande, recorrió con la mirada el lugar, era demaciado familiar.

-¡Hey! Guapa, ven aqui- oyó una voz familiar desde la barra.

-Imbesil- dijo con enojo, pero no duro mucho, en un instante una sonrisa se formo en su rostro.

-Ven aqui enana- habló mientras le abrazaba, ella corespondio el abrazo, lo extrañaba mucho.

-Sebastian, ¿que haces aqui?- preguntó Helena.

-Tambien me alegra el verte - dijo algo ofendido su hermano.

-Sabes que te extrañaba, no tengo porque decirlo.

-Muy bien Helenita, confiare en ti- hablo mientras daba un sorbo a su bebida- Soy socio de este lugar, ya te lo habia dicho.

Por esa razón el lugar le era bastante familiar, su hermano le había dicho hace un año que junto con unos colegas de la universidad abriría un bar y el lugar se veia muy genial en comparacion con mas fotos que le había mostrado.

-Ahora dime ¿Que haces tu aquí? Raúl no me dijo nada de que tambien vendrías- dijo su hermano levantando una ceja.

Raúl le habia pedido las entrabas a su hermano, Helena se estaba dando la cabeza contra la pared mentalmente, se hubiera evitado tener que hacer pasar un mal momento a su amigo si hubiera recordado que el lugar era de su hermano.

-Raúl no pudo venir, asi que decidí venir acompañando a Jessica.

-Si, algo de eso me comento- habló mientras dirigia su mirada de una manera bastante indiscreta hacia trasero de una pelirrija que paso junto a ellos.

-Tu si que no cambias- exclamó con enojo Helena.

-¿Empezaras otra vez con los regaños?- Sebastián puso una cara de fastidio.

-No entiendo como Cristina puede seguir contigo.

-Esque me ama- exclamó con una gran sonrisa.

-Eres un maldito.

-Tranquila mi enana, ven- dijo mientras tomaba del brazo a Helena y la llebaba a una seccion del bar que parecia se privada.

En uno de los sofas del lugar estaba un hombre durmiendo, talves embrio, se acerco mas y pudo reconocer al sujeto.

-Ahora si te voy a matar Sebastian- habló con un enojo evidente- ¿Como te atreves a traer a Santiago a un bar?

- ¿Acaso no me extrañabas?- dijo su hermano menor mientras se incorporaba en el sillon aún adormilado.

Santi era un niño para Helena, su hermanito pequeño que le superaba con varios centímetros en altura, pero para Helena era pequeño.

-Mi Santi, ¿Que haces aquí?- dijo ella mientras le daba un cálido abrazo, como el de una madre y esque Helena cuidaba a Santiago como si fuera su hijo, quería demaciado a su hermano.

Dolor de Cabeza (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora