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—¿Trajiste la llave?, dámela— un poco antes de llegar a la casa de su abuela, Helena vio como Alex empezaba a interrogar a Sebastián, habían detenido sus autos a un acorta distancia, ya era bastante tarde, el cielo estaba oscuro, tan solo las estrellas brillaban alegremente
—La tengo— del bolsillo de su sudadera saco un papel, allí había la imagen de una llave, que para Helena era algo conocida, aunque no recordaba donde la vio.
—Deja de hacer el gracioso, las cosas son serias, no estoy de humor—La expresión de Alex cambio draticamente, frunciendo el seño con enojo.
—Era lo que había en la caja, una llave impresa en un papel.
Alex resoplo molesto—¿Por qué dijiste que viniéramos?
—La colección de llaves de Madame— dijo la joven cuando su mente se ilumino y recordó de donde prevenía esa extraña familiaridad que tenia al observar esa llave.
—Mi enana es tan inteligente— sonrió su hermano— Madame tiene una colección de llaves muy extrañas, lo más probable es que este ahí, estoy muy seguro que es una llave de ahí.
—Entonces, ¿Cuál es el plan? — pregunto Alex— No conozco la casa, tienes que tener una idea.
—Helena la distraerá mientras yo entro— pensó y dijo rápidamente Sebastián, Helena lo miro unos segundos y luego asintió— Tu, nos esperas aquí hasta que volvamos, si llegamos contigo puede ser muy extraño, a parte Madame puede ser cómplice, podría ser aún más peligroso.
—¿Cómplice? — pregunto Helena, se podía notar en sus ojos la confusión, arrugo el ceño ligeramente.
—A estas alturas querida hermana, no confío en nadie — dijo mientras con el dedo golpeaba entre sus cejas— Así que tranquila, no hables de mas y se muy inteligente, madame podrá leerte inmediatamente si te ve nerviosa.
Helena quedo pensativa, hasta que oyó la risa de su hermano—No te asustes enana.
—No estamos jugando— hablo algo enojado Alex.
Sebastián lo ignoro y subieron al mismo auto antes de continuar su camino a casa de su abuela, más o menos faltaban unos 2 km.
En el camino Helena pensaba en que decirle a su abuela, dejo a su hermano en la entrada y con el vehículo llego sola hasta la puerta de la gran casa, una vez que bajo escucho gritos a lo lejos, en la casa que prácticamente era una finca muy alejada tenían multiples plantas, algunas ornamentates, otras eran pequeños arboles frutales, cuando llego al ligar pudo ver a su tia corriendo.
—Una serpiente, dios mio hay serpientes aqui— la mujer estaba mjuy asustada, en ese nstante tanbien llego al jardín su abuela.
—¿Qué te pasa? Mujer escandalosa— dijo la mayor algo enojada, y su tia solo pudo señalar uno de los arboles de mandarina que habían en el lugar,
—Madame, vine a visitarla— sonrrio y hablo al instante.
—Pequeña Helena, que milagro, pensé que Sebastián no le prestaba su auto a nadie.
—Perdio una apuesta, siempre cumple su palabra— contesto.
—Dejame ver que lagartija asusto a esta mujer, luego podemos ir y hablar adentro, mientras tanto, busca un vaso de agua para tu tia, podría desmayarse— la mayor camino al árbol frutal, Helena al principio pensó ir a la cocina obedenciendo a la mujer, pero ahora su curiosidad despertó y se acerco con su abuela alarbol, entre las ramas de este no habia solo una serpiente, alrededor de seis de ellas colgaban y se enrrollaban en las ramas, las tres volvieron a salir corriendo, no estaban preparadas para esto.
—Muchacha tonta, pudieron habernos picado, ¿Por qué no dijiste que eran varias?
Su tía elevo sus hombros denotando que no sabía, seguía a un lado del jardín moviéndose nerviosamente.
Y a Helena se le ocurrió una idea —Ahí hay otra— grito señalando un arbusto cerca de la casa y ellas volvieron a correr despavoridas—Creo que se entro en la casa— aprovechó que su abuela había dejado la puerta abierta para decir esta pequeña mentirilla.
Hay que señalar que pasaron casi una hora fuera de la casa esperando que llegara alguien a socorrerlas, y aun mas impresionante, realmente debajo de un sillon había una pequeña serpiente.
Este fue tiempo suficiente para que su hermano entrara, a los 20 minutos de haber llegado ya había recibido un mensaje de su hermano, pero no podía irse tan apresuradamente, asique continuo con su actuación por mucho mas tiempo.

Tlin, tlin, tlinSe oyó repetidamente el sonido, la llegada de varios mensajes a su celular, Catherine rodo los ojos enojada, como odiaba la insistencia de su madre, tenia ganas de tomar el teléfono y estrellarlo contra el suelo, con tanta fuerza q...

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Tlin, tlin, tlin
Se oyó repetidamente el sonido, la llegada de varios mensajes a su celular, Catherine rodo los ojos enojada, como odiaba la insistencia de su madre, tenia ganas de tomar el teléfono y estrellarlo contra el suelo, con tanta fuerza que se destroce en ese instante, verlo en pedazos, talvez eso la calmaría.
Pero al desbloquear el teléfono, esos mensajes no eran de su madre, sino de Lauren, ella ya se lo esperaba, era cuestión de tiempo para que la mujer empezara a molestarla, por ahora ignoro los mensajes que seguían llegando con insistencia.
Se dirigio a lado de Laura que se encontraba en el sillon.
- ¿Quieres ver una pelicula?- pregunto animada.
-Estoy muy cansada- expreso la mujer- Dejémoslo para mañana.
- Esta bien, te mostrare tu habitacion, siento haberte molestado, tan solo queria ser una buena anfitriona, realmente me alegraba tener a alguien conmigo para poder ver una película- dijo apenada, con su cabeza hacia abajo y con la mirada perdida.
-No me estas acomodando solo...
-No importa, vamos- hablo la joven quien se notaba bastante triste.
Laura no pudo evitar sentirse culpable - Esta bien, la película parece muy interesante, veamosla.
Todo empezaba a salir como Catherine lo había planeado.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2020 ⏰

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Dolor de Cabeza (LP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora