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En los 20 minutos que dura el trayecto del centro a mi casa no deje de estornudar ni por un segundo. Shawn me daba miradas preocupadas pero mantenía su atención en la resbalosa carretera.

Si me enfermo mis padres no me van a dejar y ir a Los Angeles y voy a perderme una de las mayores oportunidades de mi vida, no solo por conocer otro país si no por el hecho de saber como se siente la vida de un famoso.

Aunque realmente, después de ver el ataque de Shawn no creo que sea tan asombrosa como parece.

A la hora de estacionar en mi casa la tormenta estaba más fuerte que nunca. Me envuelvo en la toalla ya empapada. Voy a bajar pero Shawn me frena y me extiende su chaqueta.

—No soy yo la que tiene que cantar el sábado.— Lo rechazo.

—No soy yo él que está estornudando hace 20 minutos.—Contraataca.

—¿Te imaginas lo que podría pasar si cancelas la presentación? Tus fans se mueren.—Salgo del auto antes que conteste y corro hasta la puerta de casa sintiendo como se me entierran los pies en el barro.

Abro la puerta tranquila una vez bajo el refugio del techo, Shawn entra detrás mío sacudiendo su cabello como un perro.
Me agarra un ataque de tos, Shawn comienza a sobarme la espalda pero no cesa.

—Voy a prepararte un té a lo Mendes.

Lo sigo hasta la cocina y comienza a abrir todas las encimeras buscando los "ingredientes"

Apoyo la cabeza en mi mano viéndolo cortar un limón en rodajas. Su cabello mojado se enrrula más que nunca y parece molestarle porque se lo corre todo el tiempo. Pone las rodajas dentro de la tetera llena de agua, encuentra una bolsita de ojas "frescas" de menta, que no sabía que teníamos, y las pone dentro de la tetera.
Prepara dos tazas con un saquito de té de boldo cada una y vierte el agua casi hirviendo dentro, las endulza con miel y lo deja frente a mi. Se sienta en la silla del otro lado de la isla y bebe  un sorbo cerrando los ojos.

—Gracias.— Susurro con los labios pegados a la taza. Siento que hasta la movilidad me volvió.

Escucho como la puerta de casa se abre y unos pasos apresurados se escuchan.

—¿Te contestó?

—No, eres un estúpido Jack no la tendrías que haber dejado sola ¡Hay una tormenta torrencial afuera!

—Lo se Andy, no me grites ya me siento suficientemente mal.

Shawn y yo nos miramos. Me encojo en mi lugar y el niega con la cabeza.
Pienso quedarme en silencio hasta que se vayan pero ni cuerpo me treiciona y suelto un estornudo.

Segundos después están los dos parados en la puerta de la cocina. Jack me mira con los ojos abiertos, recorre mi ropa mojada con la vista y se acerca.

—¿Que hice mal Jack?—Le pregunto.—¿Por qué estás tan... Así?

-No has hecho nada malo, solo... - Toma mis manos.— Estas helada Madie.

—Será mejor que te vayas a acostar si queres ir al viaje.—Dice mi hermano preocupado.

—¿Les preguntaste a mamá y papá?

—Tengo todo bajo control.—Me guiña un ojo.

Tomo la taza de té, le doy una sonrisa de agradecimiento a la estrella y me voy directo a darme una ducha de agua caliente.

Son las nueve de la noche cuando Andy entra por la puerta de mi habitación con un plato de fideos con crema. Se sienta junto a mi y me toma la fiebre, pero ya me siento bien.

—¿Quieres hablar de lo que paso hoy?—Susurra extendiendome una pastilla.

—Ni yo se que paso. Pero parece que tu sabes el porqué.— Trago la capsula con mucha agua.

—Hay cosas, hermanita, que uno debe callar para cuidar a los que quiere. Jack te ama, a veces amar puede destruir a las personas.

—Pero yo no lo lastime.— Susurro con la voz rota.

—Él se lastimo solo.— Se levanta y se acerca a la puerta.

—¿Que puedo hacer para curarlo?—Lo freno.

—Darle una oportunidad.

No entiendo el significado de las palabras de Andy. Parece que hay algo más de fondo, algo que no veo.

Mama siempre dice que a la noche es donde más profundo pensamos, donde más coraje tenemos y nos atrevemos a hacer cosas que no pensaríamos.

Tiro las frazadas de mi cuerpo y meto mis pies cubiertos por medias de osos peludos dentro de las botas de lluvia. Me envuelvo en un tapado y salgo de mi casa.

Abro la ventana de la casa vecina y paso mis piernas con cuidado de no tirar nada. Está todo oscuro, pero conozco esta casa como la palma de mi mano.
Llego al pasillo de la derecha que está iluminado con luces tenues. Me choco el dedo chiquito contra la esquina de un mueble trato de no gritar, doy saltitos en un pie hasta que el dolor cesa.

Me paro frente a la puerta de mi mejor amigo, pero cuando me dispongo a girar el pomo la puerta contigua se abre de golpe y un brazo me tira para atrás.

—No abras Madie.— Miró a Shawn confundida y agudizó el oído. Escucho dentro de la habitación movimientos bruscos y la puerta se abre dejando ver la cabeza de Jack que casi se le salen los ojos de la cara al verme ahí.

—¿Que pasa Jack?—Se escucha la voz de una mujer desde adentro.

No es la voz de cualquiera. Es Ronnie, una muchacha de mi grupo de Teatro que por cierto, me odia.

Uno los cabos y una mueca de asco se forma en mi rostro.

—¿M-Madie que haces acá?

—Yo... Venia a hablarte, pero veo que estas...— Hago mueca de asco.— Ocupado

Me suelto del agarre de Shawn y me dirijo a la salida. Siento los pasos de alguien, creería que es Jack pero escucho la puerta de su habitación de cerrarse.

Mendes me alcanza a la altura de la cocina.— ¿Para que viniste realmente?

—Venía a dormir con Jack.— Levanta una ceja.— No en ese sentido. Simplemente hable con Andy y me dijo que debería darle una oportunidad, así que vine para que podamos estar como antes.

—Creo que no entendiste lo que quizo decir tu hermano. Solo eres una niña.

—¿Me estas diciendo inmadura?—Me cruzo de brazos.

—No, creo que eres muy inteligente pero no tenes experiencia en relaciones.

—¿Si te digo que lo único que se de amor es por tus canciones se te va a subir el ego?

—Entonces estas tan Jodida como yo.— Me siento sobre la barra, parece que la pastilla hizo completo efecto porque no siento ni el más mínimo malestar.

—¿Que pasó? ¿Le rompieron el corazón a la estrella? Como tu fan me ofrezco a pegarle.—Se ríe y toma una silla.

—Si, parece que no todos aman a este canadiense.—Veo un destello de tristeza en sus ojos.—Fue hace dos años, ya lo supere, pero fueron los peores meses de mi vida. Ahora veo que todos mis amigos tienen pareja y pienso, que lindo tener a una persona que te apoye pase lo que pase, pero se que con la vida que llevo la lastimaria más de lo que la haría feliz.

—Shawn, el día que una chica te ame de verdad no le va a importar si sos cantante o albañil. Va a apoyarte en tu carrera o en lo que hagas, tampoco le va a molestar que te vayas de tour por meses porque va a confiar en ti. Eso es el amor, confianza y apoyo.

Shawn no durmió en toda la noche dándole vueltas al tema, tal vez no estaba tan solo como pensaba, tal vez ya había una persona en su vida que podía llegar a cumplir todos los requisitos.

Despues de todo ella prometió no dejarlo solo.

Under the same stars ||Shawn Mendes||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora