Under the same stars ||Shawn Mendes||

20

Mis planes se habían frustrado, todo lo que había preparado para hoy se fue por la borda cuando los ojos de Madie se cristalizaron al subir al taxi. No me dejó acercarme cuando intenté preguntarle si estaba bien.

Tenía el teléfono entre sus manos, sé lo que le pasa, sé que las fans encontraron su perfil y no le están diciendo cosas bonitas. Apoya su mejilla en el vidrio.

—¿Por qué nos detenemos?-Se acomoda en su asiento y observa mi edificio por la ventana.—¿Y tus planes?

—Pensé que por lo que pasó no ibas a querer salir de nuevo...

—No me importa.—Me interrumpe.— Realmente no me importa, ser tu amiga conlleva estar en el ojo público ¿Esperabas que nadie se entere?

—Solo espero que no te lastimen.—Suspiro derrotado, toma mi mano con la suya.

—Es como Brian dijo, soy como él en mujer. No me refiero físicamente, si no al lazo que nos une.—Mi pecho se contrae mientras asiento.

Le doy al chófer una nueva dirección, el restaurante donde había reservado una mesa a la hora del espectáculo. El recuerdo de la noche de los premios llega fugazmente, me estremezco al recordar el beso. Por un segundo me gustaría que ella también lo haga, intento alejar esos pensamientos mirando los mensajes de mi teléfono.

Sonrió cuando veo un mensaje de Camila.

"Shawnie ¡Estoy en la ciudad! ¿Nos vemos esta noche?"-Cami

"Eso no se pregunta, obvio que si."

—¿Porque sonríes tanto? No creo que sea por la comida.—Bajo mi mirada al plato de espagueti sin poder bajar las comisuras de mis labios.

—Camila esta en la ciudad.—Veo su reacción, primero abre sus ojos como platos y despues una sonrisa pícara se extiende en su cara.

Desde que recibí el mensaje siento una felicidad que no sentía hace tiempo. Mi mejor amiga y ex enamorada está aquí.

—¡Que bueno Shawn! ¿Se van a ver?— Toma un pedazo de carne y se lo lleva a la boca.

—Me dijo si nos podíamos ver esta noche.— Un rubor se extiende en mi mejillas. Por más que intente controlarme una porción de mi sigue guardando sentimientos por Camila.
Cuando ella me dijo que no podíamos ser más que amigos después de acostarnos sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos. Pero de eso ya pasaron años, lo tengo superado. Pero a veces ver a la morena en sus sugerentes vestuarios enciende todo en mi.

—No entiendo por qué ocultas que te gusta. Todos lo sabemos.— Me atraganto, lo dice tan natural, como si tendría tatuado en la cara el nombre de Camila con corazones rojos.

—Ya pasó tiempo de eso.—Le aseguro.— ¿Como lo sabias?

—Por tu mirada y la forma en que la tratas. Y eso es solo frente a las cámaras, no me quiero imaginar lo meloso que ers cuando las luces se apagan.

—¡Soy así con todos!—Me defiendo.

—Si eres así conmigo que soy tu amiga no me quiero imaginar lo insoportable que debes ser cuando alguien te gusta.

Bajo mi mirada. Una de las cosas que me había dicho Hailey era que la atosigaba. Siempre me decía que estaba muy atrás de ella, intentaba abrazarla y se apartaba. Nunca le gustaron mis muestras de cariño. Después de todo me demostró que era sexo y nada más, yo fui el estúpido que puso su corazón en juego. Y ahora está casada.