Capítulo 18: Zeus no es nada sin ti, necia.

1.6K 76 39
                                    

—Mira niña, te voy a dejar claras unas cuantas cosas, Peter es mío, me costó mi tiempo para que se fijara en mí y mi esfuerzo para que se enamorada de mí, y ahora no vas a venir tú a arrebatarme y a quitarme lo que es mío.

—Estás bastante equivocada, yo solamente soy su amiga, me ve como a una hermana pequeña, hemos sido vecinos mucho tiempo, además llevábamos mucho tiempo sin vernos porque yo estudio fuera de aquí, ni él siente nada por mí ni yo siento nada por él aparte de amistad. Y para que te quedes más tranquila tengo novio.

—Entonces que no te vuelva a ver cogida de la mano con él, ni quedando a solas con él.

—¿Y por qué no podemos quedar los dos solos? Tan poco te fías de tu novio, qué te piensas, que te va a poner los cuernos conmigo. —Intento sonar divertida, pero su cara no es para nada divertida, todo lo contrario, está bastante furiosa.

—Mira mocosa impertinente, tú no sabes por lo que he pasado yo en el pasado con los hombres y los conozco perfectamente, también conozco a las niñatas como tú con cara de inocente y de no haber roto un plato en vuestra vida, luego sois las peores.

—¡Tú a mí no me hablas así y mucho menos me juzgues sin conocerme! —Cierro los puños muy enfadada.

—¿Qué me vas a hacer?

Me mira de arriba a abajo riéndose, pero justo aparece mi madre, se acerca a nosotras lo más rápido que puede.

—Hija ya estoy, ¿nos vamos?

—Sí mamá, vámonos ya —respondo muy seria sin despegar la mirada de Samantha, antes de marcharme de ahí le fulmino con la mirada.

—Adiós —dice mi madre sonriente despidiéndose, ella por el contrario no ha sido capaz ni de despedirse con la mano—. Qué chica más insoportable hija.

—Mucho, me da pena Peter por lo que tiene que aguantar, no se merece tener a una pareja tan desconfiada, posesiva y celosa a su lado. Esa chica es así porque tiene mucha inseguridad en ella misma mamá, no se fía ni de su propia sombra, pero digo yo, si tan mal está por dentro debería de pedir ayuda y no tener pareja, porque para estar así con alguien mejor estar sola.

—Bueno, Peter sabrá con qué clase de persona está, ya es mayorcito, si a él le gusta no podemos hacer nada hija.

Nos montamos en el coche y nos marchamos a casa.

Cuando subo a mi habitación comienzo a recordar la charla que he tenido con Samantha en la salida del hospital, me da tanta rabia que me haya hablado así, y la manera en la que me estaba mirando, como si yo fuera inferior y no valiera nada. Abro mi primer cajón y saco mi varita, que pena que no la haya tenido allí, tampoco hubiera podido lanzar un hechizo, está prohibido, pero algo... una luz se enciende en mi cabeza, sonrío maliciosamente.

—Mamá, ahora vengo. —Coloco la bufanda alrededor de mi cuello para salir a la calle.

Salgo tan rápido que ni le da tiempo a responder que a dónde voy, me acerco a la casa de Peter, lo que voy a hacer está muy mal, pero esa chica se merece un buen escarmiento, miro hacia todos los lados para ver que no hay nadie, automáticamente lanzo un hechizo y se abre la puerta, entro en la casa de Peter y subo corriendo las escaleras hasta llegar a la habitación de los dos, voy al cuarto de baño en busca de los champús y mascarillas para el pelo, sonrío de medio lado y abro el bote de mascarilla para el cabello, me aseguro de qué es el de mujeres, cojo mi varita y lanzo un pequeño hechizo que me enseñó Jessa dos meses atrás, no está en ningún libro, ya que es un hechizo que lo utilizan para "gastar bromas", rápidamente dejo el bote en su sitio y salgo de ahí lo más rápido que puedo.

Oscuridad, peligro y... ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora