Capítulo 28: Pesadilla tras pesadilla.

3K 124 58
                                    

—Perdón, ha sido un impulso, yo sé que somos amigos, pero últimamente estoy sintiendo algo más fuerte por ti, como una especie de conexión, no sé cómo explicarlo. —Exclama bastante rápido y nervioso, yo sonrío tímida y avergonzada.

—Tranquilo, yo estoy sintiendo lo mismo. —Él me mira sorprendido.

—¿De verdad? —Asiento con la cabeza—. Dios, pensaba que era el único que estaba sintiendo estas cosas —dice sonriente, pero rápidamente cambia su rostro a uno de preocupación—, no te preocupes si no quieres que te vuelva a besar, es normal, tampoco nos conocemos tanto tiempo como para que me tome esta confianza contigo por mucho que empecemos a sentir cosas el uno por el otro.

—No importa el tiempo que nos conozcamos, lo que importa es que en este tiempo te he conocido a fondo y sé que eres una persona maravillosa, muy inteligente y sobre todo con una gran personalidad y carácter, me atrae muchísimo tu forma de ser Sam, eres siempre tan atento y cariñoso conmigo.

—Bueno digo yo que el físico también te habrá atraído, aunque sea un poco, si no te atraigo de físico no sé yo si podremos hacer algo. —Comienza a reírse.

—Por supuesto que me atraes de físico bobo, desde el primer día que te conocí me pareciste muy mono. —Él se pone rojo como un tomate, yo le miro algo avergonzada.

—Lo mismo digo, me quedé con tu cara cuando entraste a la mansión y conforme te fui conociendo cada vez me ibas gustando más.

—Nos ha pasado lo mismo entonces. —Ambos sonreímos avergonzados.

—Una cosa... Ya tienes superada tu relación con Blake, ¿verdad? —Me tenso—. No se puede comenzar una relación nueva si aún tienes el corazón roto por la anterior, si no lo has superado todavía tienes que darte tiempo, el tiempo lo cura todo. Yo lo entenderé, lo que menos quiero es que te preocupes y que sufras. —Levanto la cabeza e intento sonar lo más creíble posible.

—Por supuesto que ya he superado lo que tuve con ese imbécil, hace meses que lo superé, recuerda que yo allí no sentía nada por él, aparte de repulsión y odio por supuesto. —Él sonríe feliz.

—Entonces sí que podemos intentarlo. —Sus ojos le brillaron de alegría.

—Me tienes que hacer un favor —exclamo tímidamente y con un hilo de voz.

—Haré lo que tú me pidas.

—¿Podemos ir poco a poco? —pregunto agachando la cabeza avergonzada.

—Por supuesto que sí mujer, vaya favor más tonto, no hacía falta que me lo dijeras, se por todo lo que has pasado con esa sabandija y todo lo que te ha hecho sufrir, yo seré totalmente lo opuesto a él, por eso no sufras, te voy a tratar como te mereces Valentina. —Acaricia mi mejilla suavemente, yo sonrío.

—No sabes la suerte que he tenido de conocerte.

—Lo mismo digo.

Las siguientes dos semanas han sido unas de las más bonita de mi vida, Sam es todo amor, es tan detallista y cariñoso conmigo, cuando viene de trabajar soy la persona más feliz del mundo, siempre me está haciendo reír.

Es domingo, Sam no tiene que trabajar hoy, estamos pensando en irnos con el ave a algún sitio no muy lejos de aquí, estamos preparando todo lo necesario ya que tenemos pensado pasar todo el día fuera.

—Ya tengo la mochila lista corazón, nos podemos ir cuando quieras.

—Dame dos minutos.

Me adentro al baño y comienzo a mirarme el cabello, lo tengo bastante bufado de la humedad que hace hoy, últimamente lo he tenido bastante bien y justo hoy que vamos a pasar el día fuera tengo que tenerlo así de alborotado.

Oscuridad, peligro y... ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora