Capítulo 26: Pesadilla.

1.9K 81 26
                                    

Me muevo nerviosa intentando alejarme, pero él me paraliza con sus brazos y me acerca más estando ahora frente con frente.

—Tom... —Estoy muy colorada, el corazón me va a mil por hora, en cualquier momento se me va a salir del pecho.

—Eres tan bonita. —Susurra dulcemente tocando mi cabello.

Quedo hipnotizada por esos ojos verdes que tanto me volvían loca en el pasado, pega su frente con la mía, mi corazón comienza a latir muy rápido, puedo notar su respiración agitada al igual que la mía, coge mi cintura fuertemente y yo suspiro cerrando los ojos.

Me llevo una pequeña desilusión cuando se aparta de mí rápidamente, abro los ojos de repente, Tom me mira algo serio tocándose el cabello.

—No te voy a besar nunca más Valentina, que te quede esto bien grabado en la cabeza, no siento nada por ti —dice frío como el hielo.

Algo en mi interior se ha roto, me han dolido esas palabras, ya sé lo que hay, pero por un momento parecía como si nada hubiera cambiado.
Levanto la cabeza disimulando que no me ha afectado lo que me acaba de decir, aunque por dentro estoy destrozada, soy una completa idiota.

—¡Pero si has sido tú quien ha querido venir aquí! —Intento sonar lo más fuerte posible.

—Que quiera que estés conmigo no significa que te quiera ni que sienta cosas hacia ti como las sentía antes, en Zeus me acostaba con chicas sin sentir nada por ellas. —Otro golpe más.

—¡Pretendes que yo vaya a ser como ellas! —Intento controlar la voz, tengo ganas de llorar.

—No me digas que tú aún estás enamorada de mí. —Se acerca hacia mí muy sonriente, yo trago saliva.

—Por supuesto que no, como iba yo a sentir algo por un asesino psicópata como tú. —Le miro furiosa.

—Mejor, porque el Tom que tú conociste, el cariñoso, el romántico, el detallista... ha muerto, tú lo mataste el día que decidiste marcharte con el gusano —exclama frío y seco.

—No, yo no lo maté, tú solito lo mataste, ¡como pretendías que siguiera contigo después de la masacre que hiciste, y que sigues haciendo!

—Tú no sabes lo idiota que fuiste al no venirte conmigo, todo esto también sería tuyo necia, todo, hubiéramos vivido juntos y felices hasta la eternidad, pero para tu desgracia preferiste ir por las malas. —Se encoge de hombros.

—Nunca hubiera sido feliz a tu lado, no te das cuenta que me das asco. —Lo fulmino con la mirada, él se acerca más a mí y me coge por la cintura pegándome a su cuerpo, yo alejo mi cabeza hacia atrás.

—No lo parecía hace un momento cuando estábamos a punto de besarnos.

—No nos íbamos a besar, no lo hubiera permitido —digo bastante convencida intentando alejarme cogiendo sus brazos para apartarme lo más que puedo de él.

—¿A no? —Sonríe de lado y agarra mi cabeza, yo hago fuerza para apartarme.

—¡Déjame! —Me mira los labios, a los pocos segundos desvía su mirada y me suelta de inmediato.

—Eres una necia y una estúpida.

Sale de la bañera, aparto mi mirada rápidamente de él y me doy la vuelta, aunque parezca increíble aún no lo he visto desnudo del todo, siempre logro apartar la mirada antes de recorrer todo su cuerpo con ella.

Se marcha sin decir ni una sola palabra, me quedo metida en la bañera por unos minutos más, se está tan relajado y tan bien en este sitio. Cuando tengo los dedos arrugados salgo y pongo una toalla alrededor de mi cuerpo, cojo mi ropa y me visto, al salir me encuentro a Sam.

Oscuridad, peligro y... ¿amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora