Candy despertó poco antes del mediodía y al abrir los ojos, notó que Terry la estaba observando fijamente
- ¿Te han dicho que eres muy hermosa? – Le preguntó él, escrutando su rostro pecoso.
- Sí, todos los días me lo digo a mí misma cuando me veo en el espejo – Bromeo ella y en respuesta, Terry le sonrió y le dio un beso en la boca.
- ¿Qué te parece si vamos a comer algo? Me estoy muriendo de hambre
- Tú siempre te estás muriendo de hambre – Le respondió la joven sin poder aguantar la risa.
Para su buena suerte había una cafetería a unas cuantas calles del departamento, así que no dudaron en almorzar en ese lugar. Mientras ordenaban su comida, la rubia encendió su celular, el cual había apagado la noche anterior y pocos minutos después, el teléfono comenzó a sonar; cuando ella lo revisó, descubrió que se trataba de un mensaje de Albert.
Candy mañana me voy a Chicago y me gustaría verte antes de que me vaya, ¿qué te parece si salimos a dar una vuelta hoy en la noche? Dime a qué hora paso a recogerte.
La joven no tuvo corazón para negarse y luego de meditarlo por algunos segundos, quedó de verse con él saliendo del trabajo, en el departamento de Stear.
- ¿Quién es? – Indagó Terry, al ver que su novia se había quedado en silencio.
- Es Albert.
- ¿No se suponía que ibas a terminar con él? – Le reclamó Terry, sin poder ocultar su molestia.
-Terminamos. Solo quiere despedirse de mí, ya que mañana viaja a Chicago y se va a quedar en ese ciudad por varios meses.
- ¿Y para qué quiere despedirse de ti, si ya terminaron? – Le preguntó el joven, tratando de ocultar los celos que lo carcomían por dentro.
Algunas veces, Terry se sorprendía de los sentimientos tan intensos que la rubia provocaba en él y tenía miedo de que un día no fuera capaz de controlarlos.
– Ahora que recuerdo, cuando fui a buscarte a tu departamento, tu roomie me dijo que estabas en la casa de ese sujeto. ¿Por qué no me dices que tanto hicieron durante esos días que estuvieron solos?
- ¿Estás celoso? – Le preguntó ella, esbozando una sonrisa burlona. A la rubia le parecía muy gracioso que alguien como Terry la estuviera celando.
- No, solo tengo curiosidad...
- ¡Mentiroso!
Ella le aventó una servilleta en la cara con la finalidad de hacerlo enoja y logró su objetivo.
- Olvídalo, no me interesa – Mintió el castaño, evidenciando su enojo.
- Sí lo que quieres saber, es si dormimos juntos, la respuesta es no... Es cierto que estuve en su casa, pero todo el tiempo mantuve mi distancia con él. Es más, el último día que estuve a su lado platicamos sobre el futuro de nuestra relación y quedamos en darnos un tiempo mientras él estuviera fuera de Nueva York.
- ¿Se dieron un tiempo?... O sea que piensas volver con él.
- No, solo se lo dije para no lastimarlo... Él es una buena persona y no se merece que yo lo haga sufrir. Tengo la esperanza de que ahora que estemos separados, sus sentimientos hacia mi van a disminuir.
- ¿Y si eso no pasa?
- Cuando él regrese a Nueva York le diré la verdad.
A pesar de que el castaño no estaba de acuerdo con la forma en que su novia estaba manejando las cosas, decidió no seguir discutiendo con ella y después de comer, regresaron al departamento para bañarse y arreglarse. Como ella no iba preparada para quedarse a dormir y no le daba tiempo de ir a cambiarse, tuvo que ponerse la misma ropa del día anterior.
ESTÁS LEYENDO
Si no te hubiera conocido
Fanfiction¿Qué pasaría si llegaras tarde a la vida del amor de tu vida? ¿Lucharías por el o te darías por vencida? Candice se dará cuenta que la vida no siempre es color de rosa, que el amor no siempre trae felicidad y que en algunas ocasiones, desearía no ha...