Los días fueron pasando muy lentos para mi, ya lo mío en el barrio al parecer no era un secreto empezaron a llegar rumores a mi familia, realmente era algo que me estaba atormentando. Me llegaban notas ofendiéndome y pidiendo que me fuera del barrio; un día iba saliendo de la tienda y unos chicos gritaron.
-Oye Stefanny ¿Cuanto nos cobras? ¿O podemos gratis? - se reían.
Yo solo decidí correr y encerrarme de nuevo en mi casa. Era algo que no soportaba, odiaba saber que los demás se habían enterado, los cortes en mi piel a diario eran abundantes, no quería seguir viviendo, no así. Golpearon en mi habitación:
-Violeta ¿esta bien? -Dijo Camilo entrando -Deje eso marica -Gritó y se lanzó a mi quitándome la cuchilla.
-Camilo no lo soporto, ya todos acá saben - Lloré - Si mis abuelos se enteran me matan.
-Por favor intente calmarse algo tenemos que hacer - Respondió.
-¿ALGO TENEMOS QUE HACER? ¿Y SI MIS ABUELOS SE ENTERAN? - Grité.
-Su abuela ayer me preguntó sobre eso - susurró.
-¿QUÉ? ¿Y QUE LE DIJO? - Volví a gritar
-Pues ella sabía que no era cierto, pero que le llegó una carta amenazándola y contándole todo, yo le dije que no era cierto -Me intento tranquilizar -Yo vine a decirle eso para que hable con ella y le aclaré todo -Suspiró -Pero llegó y la encuentro haciendo eso... Violeta, yo la quiero ayudar pero mire - Mostró mis cortadas.
-Camilo, esto no puedo evitarlo entiendalo -Lo mire y lloré, él no dijo nada solo me abrazó.
Al irse decidí hablar con mi abuela, tenía que saber que le habían enviado.
-Abuela - Dije al entrar en su habitación.
-Dime nena - Respondió con una sonrisa amable.
-Abue... Es que me enteré que estan llegando rumores y pues... Quiero saber de que tratan - Hice como si no supiera pero ella solo me miró.
-Siéntate acá y hablamos - Me ordenó - Violeta, tu sabes que en mi puedes confiar.. Yo se que ya sabes cuales son los rumores, yo no creo en ellos pero quiero que me lo afirmes tú misma - dijo - ¿Es cierto que estas prostituyendote? - Sentí unas ganas de llorar inmensas.
- Abuela ¿cómo crees? - Dije descaradamente - Eso no es cierto, solo que como bailo pueees.. ya sabes como es la gente acá - Mentí.
-Yo sabía, por eso nunca te dije nada - Sonrió satisfecha -Quiero que veas la carta que me mandaron - Dijo sacándola de su cajón - Toma lee.
La tome, no estaba segura si leerla o no pero lo mejor era hacerlo, decía:
''Ojala se de cuenta de la nieta que tiene, toda una puta. Deberían entender que en este barrio no se quiere gente como ustedes y menos una prostituta como Violeta, deberían irse y dejar de dar mal ejemplo al resto de niñas, porque si alguna sigue los pasos de esa nieta el barrio decidirá actuar''.
Quise morirme en ese momento, estaban amenazando a mi abuela por mi culpa, empecé a llorar.
-Tranquila nena, no debes poner atención a estas cosas - Dijo pasando sus manos por mi cabello.
-Abuela, vámonos te lo pido vámonos - le rogué.
-No te preocupes, yo ya había pensado en eso, tu abuelo esta hablando en este momento con un señor para ver si podemos irnos de acá - Me tranquilizó - Tu no te preocupes linda, que de acá nos iremos - agregó.
Y así fue, pasados unos cuantos días de más insultos y amenazas conseguimos un nuevo lugar donde vivir, lejos de ese barrio y yo realmente sentía una gran satisfacción..
-Le prometo que iré a visitarla siempre que pueda - Dijo Camilo abrazándome.
-Por favor, ahora no tengo a nadie más, solo lo tengo a usted - Lo abracé también, se quedo mirándome y me dio un pequeño beso, no me molesto ya había pasado antes y no me opuse, quizá lo merecía por ser tan bueno conmigo.
(...)
Estar en la nueva casa realmente me estaba ayudando, había llegado a un barrio muy diferente, nadie me conocía y nadie tenía necesidad de hablar de mi, entré a un nuevo colegio y todo fue andando normal incluso seguía siendo una roja ya que aunque quisiera no podía dejarlas.
- ¿A donde vamos esta noche? - Le dije a Jorge.
- No pregunte, que mientras menos sepa más vive - Me dijo y luego rió, que mal sentido del humor tenía - solo quiero que hoy cambien de vestido, suban que allá les tengo otros más lindos, rápido '- Nos ordenó.
Al subir vimos un vestido muy lindo en realidad pero eso no le quitaba lo que tendríamos que hacer con el, Jeimy y Carolina lo cogieron y se los llevaron dejándonos a Natalie y a mi solas.
-Nos tuvimos que ir del barrio - Le dije rompiendo el silencio.
-Si, ya me habían contado - Dijo despreocupada.
-¿Quién? - Quisé saber
-Nadie, más bien vístase rápido - Me dijo cambiando el tema, de verdad extrañaba a la Natalie de antes, a mi amiga, a la que nunca me dejaba sola.
Empecé a hacerlo y sin darme cuenta ella tenía su mirada puesta en mis cortes de las piernas, mierda, mierda no puede ser. La que menos quería que supiera de mi secreto lo había descubierto y ahora con su forma de ser podría hacerme daño, mucho daño. Para evitar las preguntas las cubrí.
-No tiene que taparlas, yo ya sabía - Dijo.
-¿Saber qué? tan boba - reí nerviosa.
-Pues que se corta, no es un misterio... Hace mucho lo sé - Dijo riendo pero con maldad.
-Por favor no le diga a nadie Natalie - Le supliqué..
-Tan boba eso no es importante - Gruñó.
-Es en serio Natalie, eso es algo muy privado de mi. Si alguien se llega a enterar le juro que mi vida se arruina - Rogué.
-Ay deje la bobada ni que fuera algo sorprendente - Rió.
-Natalie usted no me entiende, por favor - Volví a rogar.
-Ay si ya, deje de llorar y arreglese rápido que nos tenemos que ir - Termino diciendo y se retiró.
La verdad no estaba muy convencida, ¿qué tal usará eso para hacerme daño? eso no me asombraría, como ella se había vuelto podría que sucediera. En realidad eso para mi era muy importante, no podía permitir que alguien más lo supiera y ahora que ella lo sabía me preocupaba.
ESTÁS LEYENDO
Violeta.
Teen FictionVioleta ha tenido que pasar por cosas duras, pero jamas pensó que una decisión que tomo cambiaría su vida por completo.