En ocasiones extrañaba la niña que era hace mucho tiempo, pero la ambición en mí no me permitía serlo nuevamente, ahora era de esas chicas que salía con muchos hombres y le gustaba que de vez en cuando se acostaba con alguno por dinero sin necesitar de este, pero ese deseo de tener más y más se apoderaban de mí, de la Violeta que fui un tiempo atrás.
-Hola Hija - Dijo mi madre al contestar mi teléfono.
- Hola má ¿cómo estás? – Dije.
- No muy bien nena ¿Y tú? – Dijo con voz triste.
- ¿Qué te ha pasado? – Pregunté
- Hija, en realidad tienes que saberlo y para eso te llamé – Aclaro su voz – Raul y yo estamos teniendo un problema demasiado serio con... El tipo que conociste la vez que viniste – Dijo.
- ¿Qué clase de problema mamá? – Quise saber.
- Le debemos un dinero y si no se lo tenemos para la otra semana.. – Suspiro – Nos matará – Empezó a llorar y sentí un gran golpe en el corazón.
- Pero... ¿Cuánto dinero le deben? – Dije a media voz.
- Estamos hablando de por lo menos 10 millones de pesos – Dijo – Hija, yo sé que no debería hacer esto, pero necesito que me ayudes, yo sé que tu bailando logras ganar te suplico me ayudes – Empezó a suplicar y llorar.
- Má, quiero que te calmes por favor, te juro que te voy a ayudar, no sé como pero lo haré – Lloré.
- Hija perdóname no sabes cuánto te agradezco, te marco más tarde adiós – Dijo colgando.
En realidad ni yo misma sabía cómo podría ayudarla, yo podía que ganara suficiente dinero pero no tanto para darle a ella y que se librará de su deuda, pero de todos modos tenía que ayudarla ya que hace unos meses ella y Raul se alejaron de tanto problema y desde entonces han tenido escases de dinero y sobreviven con humildad, sabía que se les haría difícil conseguir el dinero así que sin pensarlo dos veces decidí hablar con menos quería hacerlo para pedir su ayuda: Jorge.
Tome mi teléfono y marqué unas cuantas veces y no contestaba, lo conocía tanto y siempre hacía lo mismo, ya que según él si no le insistían era porque no era algo importante.
-¿Aló? – Dijo por fin contestando.
-Jorge – Dije a media voz.
-¿Qué pasó mija? – Dijo respondiendo.
-Necesito hablar con usted – Dije.
-Eso estamos haciendo ¿qué pasó? – Dijo.
-Jorge ¿usted no podría ayudarme con un problema de dinero? – casi sin poder hablar.
-¿Usted con problemas de dinero? – Rio – Pues depende ¿de cuánto estamos hablando y para qué? – Preguntó.
- Si yo... Al menos unos 8 millones – Dije, yo tenía al menos 2 millones ahorrados así que con eso y con lo que él me prestará si lo hacía ayudaría a mi mamá – Y es... Para algo importante – Agregué.
- Violeta ¿me vio cara de banco o qué mamacita? – Dijo algo serio
- Jorge si no fuera muy necesario ese dinero le juro que no estaría haciendo esto, pero es que realmente lo necesito, por favor – Rogué.
- Es que ustedes se me acostumbran a esas vainas y no – Se negó.
- Por favor, créame yo se los pagaré pero por favor ayúdeme – Empecé a llorar.
- Ay mija, sabe qué venga hoy a las 4 – Dijo – La espero, bien bonita – Colgó.
Quizá si iba a ayudarme y fue algo que me relajo mucho ya que si lo hacía yo haría algo por mi mamá, era casi medio día así que empecé a alistarme para llegar a la casa de él era al menos 1 hora y media. Como sabía que me vería con él me tocaba vestirme como acostumbrábamos a hacerlo cuando nos veíamos con ellos y así fue, me puse un vestido morado al cuerpo, unos tacones y un bolso, siendo las 2 de la tarde salí para ir a verme con Jorge. En el camino empecé a sentir nervios ¿qué pasaría si no me hacía el favor? No sabría qué hacer, mi mamá esta en riesgo y de alguna forma tenía que ayudarla.
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Violeta.
Teen FictionVioleta ha tenido que pasar por cosas duras, pero jamas pensó que una decisión que tomo cambiaría su vida por completo.