Violeta.

Capítulo 31

Estábamos almorzando la familia entera y mi tío me miraba muy seguido pero yo sólo me limitaba a mirarlo muy poco, de verdad tenia miedo sentía que el ya sabía toda la verdad y eso seria en realidad un problema grave, él podría correr el riesgo que mi papá y no podía permitirlo. Empezó a sonar mi teléfono me disculpe y me puse de pie para contestar al ver que era Jorge.

–¿Alo? – dije.

– Hola Violetica – dijo desde el otro lado – Mija necesitó que este en mi casa en 2 horas, tenemos que hablar – dijo serio.

–Jorge, yo no voy a ir a su casa – dije seria.

–Deje de ser boba que es para hablar algo que le conviene, acá la espero y deje de alegar – concluyo colgando.

¿Que excusa le iba a dar a mi familia para salir? Tenia que hacerlo, no pretendía desobedecer a Jorge y menos conociéndolo tan bien.

–Abuela, no me siento bien – dije tocando mi cabeza y mi estomago, claramente estaba fingiendo.

–¿Cómo así? ¿que tienes? – pregunto preocupada.

–Sólo un poco de mareo, lo mejor será que vaya a casa a dormir un poco – respondí.

–Yo te llevo – dijo mi tío haciéndome sentir de verdad enferma, no quería estar con él a solas, algo en mi me decía que el ya lo sabía, maldito tatuaje.

–No gracias, yo se llegar –me negué – adiós abuela –salí del lugar y tome el primer taxi que paso, por alguna extraña razón estaba temblando.

Llegue a casa de Jorge en menos de las dos horas que me había dado, al ya estar allí toque el timbre y salio Natalie que al abrir tenia una sonrisa y al verme se le desvaneció por completo.

–¿Usted que hace acá? – pregunto y note que estaba nerviosa.

–Que le importa – Respondí entrando quitándola de mi paso

–Más le vale no decirle nada a Jorge porque o si no... – se quedo callada.

– ¿O si no qué? – la mire sin temor y retadora.

–Violeta, entre – dijo Jorge interrumpiendo y dejando a Natalie fuera de su "oficina" – Natalie, ve a hacer algo, tengo que hablar con ella –Fue lo último que dijo antes de cerrarle la puerta en la cara y sentí su mirada de odio en mi.

–¿Que es lo tan importante que tiene que decirme? – pregunto afanada y el sólo se ríe.

–Deje el afán niña – dice sentándose e indicándome para que lo haga también –Quiero felicitarla primero que todo.

–¿Felicitarme? – Pregunto confundida.

– Si, felicitarla – se pone de pie – usted últimamente se ha portado bien y no ha puesto mala cara para lo que tiene que hacer, no he recibido ninguna queja de nadie y menos de Natalie que era la se siempre me daba quejas suyas.

Mucha perra - pensé.

–¿Y? – pregunté.

–Que eso quiere decir que le quitare el dichoso castigo de acostarse con cualquiera pero luego de un gran evento –dijo sonriendo –Ustedes tendrán que ir conmigo la otra semana a Manizales, nos vamos a encontrar con los mas duros de todos y pidieron las mujeres mas lindas de todas y claro yo pensé en usted – sonrió.

–¿Y por que tengo que ir? – pregunte.

– Mija, porque se lo ordeno yo y además le conviene mucho, usted no se imagina el mucho dinero que ganara, incluso le quedara para completar la deuda conmigo y le sobrara mas del triple – sonrió al darse cuenta que estaba dándome en mi punto débil: La ambición – ¿Entonces? ¿que dice? – me mira esperando una respuesta.

–Jorge yo... – pienso en el mucho dinero – Yo si voy – digo sin arrepentimiento en mi voz.

– Lo sabia – sonrió victorioso y empezó a sonar su teléfono – ¿alo? si con el... Oh claro... Muy bien, precisamente esta disponible – me mira sonriendo – muy bien, en una hora adiós – cuelga –Bueno Violetica, dijimos que luego de ir a Manizales se le acaba el castigo así que acaban de llamarme para que la envíe a usted

–¿Quién? – pregunto.

–El que atendió por último, el que se iba a casar – Apenas escuche eso sentí un nudo en la garganta y un gran mareo, no podía ser cierto – Dijo que usara el antifaz así que hágalo, que mañas tan raras las de esos manes – dijo riendo –Vaya y dígale a Natalie que le de un vestido que ya vienen a recogerla – dijo haciéndome salir de la oficina y yo aun seguía atónita.

Luego de a mala forma pedirle un vestido a Natalie y ella a mala forma dármelo estuve lista, quise que ese tiempo fuera eterno pero en realidad parecía que el destino estaba en mi contra ese día, llego el chofer a recogerme y me indico que subiera en el auto y así lo hice, el auto empezó a andar y yo solo pensaba en ¿que iba hacer si mi tío ya sabia la verdad? Las manos me sudaban, al estar cerca del lugar puse el antifaz en mi rostro ye sentía muy nerviosa.

–Aquí es – dijo el chofer –vendré en 2 horas para recogerla señorita – me indico y sólo asentí.

Llegue a la puerta del lugar y toque la puerta abriéndose esta dejándome ver a mi tío, con una sonrisa de lado a lado.

Esto no iba a estar bien - pensé.

Me indico que pasara sin ni siquiera decir una palabra, pasamos a un pasillo largo y el tomo mi mano para llegar a una habitación.

– Por fin te veo – dice el por fin y yo sólo sonrió tímidamente.

– Ayer... Me case – dice él – Amo a mi esposa y juro que jamas me había metido con otra mujer hasta que te conocí y me volviste loco – dijo tomándome de la cintura y pegándome a él. Si se diera cuenta que soy su sobrina quizá no pensaría eso.

–Un hombre enamorado no le hace eso a la mujer que ama – dije y el sólo sonrió.

–Solo con la mujer que lo enloquece – dijo dando un pequeño beso en mis labios y por alguna extraña razón me sentía ¿bien? – Y lo que mas me gusta es... Ese antifaz – sonrió tomándome y llevándome con el a la cama y yo... Sin reprochar todo se lo permitía.

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