☁ One ☁

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La joven caminaba por las calles de Tokyo, cargaba en una mano una bolsa de compras y sostenía la correa de su mascota a la vez, mientras con la otra sujetaba el teléfono junto a su rostro para poder hablar. Su pequeña mascota, un pomerania toy color marrón claro, tiraba de su correa para poder correr más rápido.

– Sí, ya compré lo que me pediste –dijo a la persona al otro lado de la línea.– Sí...Muy bien, te prepararé la cena –rió.

– Ay no es necesario –rió.– Kitten, me cocinaré yo.

– Pero llegarás cansado del trabajo.

– Kitten...

– Insisto.

– ... –suspiró y rió.– De acuerdo. Pero yo lavaré.

– Hecho –rió.– Ah. Llegó un paquete de tu madre... ¡Ahh! –gritó.

El pequeño perro había tirado tan fuerte que Tn soltó sin querer la correa.

– ¿Kitten? –preguntó algo preocupado.

– ¡Hachi, espera! –gritó, corriendo tras el pequeño can.
 

Ayato estaba caminando con rostro aburrido. De pronto, oyó un grito y vio un pequeño perro correr hacia él. Levantó una ceja y se hincó para llamarlo, lo tomó en brazos y luego se levantó.

– Ey, ¿De quién te escapaste? –le preguntó al pequeño can.

– ¡Hachi!
 

Tn se detuvo de pronto, viendo al chico que había recogido a su pequeño cachorro.

– ¿...A...Aya...to...? –tartamudeó.

El chico la miró con sorpresa.

– ¿Tn?

– ...Ah...Ehm... –tragó saliva.

[Tiempo atrás...]

[Cafetería :re]

Touka estaba tras la barra, organizando algunas cosas. Yomo estaba en la habitación detrás, ordenando las nuevas cosas que habían llegado. Tn, por su parte, atendía a un cliente.

– Aquí está su café –dejó la taza.–, y sandwiches –dejó el plato con el alimento.– ¿Desea algo más?

– No, está bien. Muchas gracias –sonrió.

– Con permiso.

Hizo una pequeña reverencia y giró, caminando a la barra. La puerta se abrió, y por ella entró un joven de traje negro con camisa blanca y corbata azul, cabello corto rubio y ojos azules, con una sonrisa resplandeciente, cargando un maletín negro y con una mano tras la espalda; un investigador del CCG, o como los ghouls llamaban: una paloma. La pelinegra se giró al oír la puerta, y sonrió al ver a aquel rubio, acercándose a él rápidamente.

– ¡Hajime! –lo abrazó.

Él rió mientras correspondía. Touka se giró al oír gritar a su amiga, y sonrió cuando la vio abrazar a aquel chico.

– ¿Cómo está yendo tu día, Kitten?

– Bien –rió, separándose un poco para verlo.

– Mira lo que traje –enseñó lo que traía detrás.

Los ojos se Tn se abrieron aún más cuando vio aquel ramo de rosas rojas, tan vivas y brillantes. Sonrojada, lo tomó entre sus manos.

– ¿Y esto por qué?

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora