Yuanfen ☁ Ayato Kirishima

☁ Eleven ☁

– ... ¿Y...qué hay de...de tu novia?

– Olvídate de Hinami, te quiero a ti.

– ...Ayato...Me buscas sólo porque ella está en el Kokuria, ¿Cierto?

– ... ¿Qué? C-Claro que no –negó.– ¿Cómo sabes que...? –suspiró.– Cierto, sales con una "paloma" –frunció el ceño con disgusto.

– Eso no es lo importante. Tú...Tú sólo me buscas porque tu novia fue encarcelada –se separó de él bruscamente.– Sigues siendo el mismo idiota –dijo molesta, con sus ojos cristalizados.

– ¿Qué dices? No es por eso, esto no tiene nada que ver con que ella esté en el Kokuria.

– ¿Entonces por qué me buscas después de que la encarcelan? ¿Eh? ¡Habla! –sollozó.– ¡¿Por qué ahora?! ¡¿Por qué no antes?! ¿Sabes cuánto sufrí desde que me dejaste, haciéndome sentir una estúpida, y además echándome a la calle sabiendo que no tenía a dónde ir? ¿Lo sabes?

– Tn, cálmate.

– Tú...Touka-chan tenía razón, eras un idiota y lo sigues siendo. Jamás debí salir contigo ni enamorarme de ti.

– Tn...

– Yo...te odio. Te odio. Te od-

Antes de terminar aquella palabra, Ayato la cayó estampando sus labios sobre los de ella, tomándola de la cintura para acorralarla contra una pared. Tn se sorprendió, no lo esperaba, creyó que él iba a gritarle o, peor, golpearla; quiso resistirse, pero su cuerpo no respondió, y en lugar de eso sólo cerró los ojos, dejando caer las lágrimas que se habían asomado ya. Tras largos segundos, él se separó de ella lentamente. Se miraron.

– ¿Estás segura de que me odias? –sonrió de lado.

– ...

Tn frunció el ceño con coraje, levantó una mano y la estampó contra la mejilla del peliazul, dándole una fuerte cachetada. Rápidamente llevó sus manos a su boca, cubriéndola sorprendida.

– Ah...Yo...A-Ayato...

– ...Está bien –posó su mano en su mejilla golpeada.– Me lo merezco por lo que te hice pasar.

– ...Aun así, yo no-

Él volvió a interrumpirla con un beso.

– ¿Tú qué? –sonrió.

– ...No volveré contigo.

Volvió a besarla.

– Habló enserio.

Otro beso.

– Ayato ya –lo alejó de un empujón.– No...No volveré contigo –secó sus lágrimas.– Tú no me amas, jamás lo hiciste, sólo vienes a buscarme porque tu novia no está para complacerte...Yo... –sollozó.– Sólo déjame. No quiero verte otra vez.

Tn se giró y comenzó a correr. Ayato la observó alejarse, quería correr tras ella, pero sus piernas no reaccionaban. Soltó un pesado suspiro.

[Noche]

Tn estaba recostada en la cama, llorando. La puerta del cuarto se abrió, y por ella entró Hajime, quien se preocupó al verla de tal modo.

– ¿Kitten? –llamó, acercándose a ella rápidamente.– Ey, Kitten –se sentó a su lado.– ¿Qué pasó? ¿Estás bien?

– Ha...Haji... –sollozó.

Ella secó sus lágrimas y lo abrazó con fuerza. Él levantó una ceja con curiosidad, no comprendía lo que le ocurría a su novia, pero correspondió al abrazo.