☁ Thirty-five ☁

656 70 8
                                    

Tn se sentó en una de las sillas y soltó un suspiro. Hajime giró y la miró con curiosidad.

– ¿Qué sucede?

– No me gusta este lugar –confesó, haciendo pucheros.

– ...Lo entiendo, a mí tampoco.

– ¿Estaremos mucho aquí?

– No lo sé. Hablé con Kaneki cuando regresó de la superficie, y parece que las cosas no van bien por ahora.

– Que mal...

– No te preocupes, todo mejorará –sonrió.

– Eso espero –sonrió.

– Ey, Fukui –llamó.

El rubio giró.

– Ven un momento.

– Ok.

Hajime sonrió a la joven y luego fue tras aquel ghoul. Tn suspiró y giró la cabeza, viendo a Ayato hablar con un grupo ghoul, alistado como si fuera a irse a algún lado.

– ¿Uh? –ladeó la cabeza a un lado.

La pelinegra se levantó y corrió hacia el chico.

– ¡Ayato-kun! –llamó.

El peliazul giró, y levantó una ceja con curiosidad al ver a la joven correr hacia él.

– ¿Tn?

– ¿Qué sucede? –preguntó, deteniéndose frente a él.

– ¿Ah? Nada, ¿Por qué?

– Parece...que vas a algún lado.

– Oh, eso. Nos vamos más abajo.

– ¿Abajo?

– Sí, iremos más abajo del Distrito 24. Buscaremos a ese supuesto "Rey de Un-Ojo".

– ...Ya veo... –murmuró.– ¿Puedo ir contigo?

– ¿Qué? –preguntó con sorpresa.– Tn, no –la tomó por los hombros.– No sabemos qué hay allá abajo, podría ser peligroso...y no quiero ponerte en peligro.

– ... –sonrió.– Entonces...prométeme que te cuidarás y tendrás cuidado, no quiero que te lastimes.

– Ah... –sonrió.– Tranquila, estaré bien, lo prometo.

– ¿Tardarás mucho?

– No lo sé, puede que tarde días, tal vez semanas...

– Cuídate mucho, ¿Si?

– Estaré bien, no te preocupes –besó su frente.– Te veré cuando regrese. Cuídate.

– Lo haré –sonrió y lo abrazó.

Ayato sonrió y correspondió, abrazándola con fuerza, pero teniendo cuidado a la vez. Hajime llegó.

– Kirishima, ¿Ya te vas?

En cuanto Tn lo vio, se separó del peliazul.

– Sí, ya estamos listos. ¿Puedo hablar contigo un momento?

– Adelante.

El menor le sonrió a la pelinegra, para calmarla, y luego se acercó al rubio; ambos se alejaron un poco de todos, para hablar a solas.

– Voy...a pedirte un favor.

– ¿Qué? –preguntó con curiosidad.

– Tú... –bajó la mirada.– Cuida de Touka, y de Tn y Hinami en mi ausencia...por favor...

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora