☁ Twenty-four ☁

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Todos iban caminando con prisa por aquel subterráneo. De pronto, Touka dijo "alto", y todos se detuvieron. Al otro lado habían varios investigadores, y detrás de ellos estaba de pie una mujer vestida con un traje negro y el cabello recogido, cargando dos maletines; ella era Kiyoko Aura.

– Que extraño... –habló aquella.– Ustedes, creo que están un poco grandes para ser ratas.

De la nada, otro sujeto apareció, un hombre curpulento y de bigote, cargando un maletín y cantando una extraña canción "hippity-hoppity, hip-hip-hop"; él era Mougan Tanakamaru.

– Bueno, ¿Qué tenemos aquí? Mis lindos conejitos.

El sujeto abrió su maletín, sacando su enorme quinque y apuntando a ellos, pero antes de atacar, miró con sorpresa al rubio del grupo.

– ¿Hajime-boy? –preguntó con incredulidad.

– ...

– ¿Qué haces, chico? Haisaki estaba buscándote.

– ¿De qué se trata esto, Fukui? –preguntó la mujer.

El rubio suspiró y se encaminó a la cabeza del grupo, serio.

– Yo...Renuncio.

– ...

La mujer quedó en silencio, mirando al rubio con cierta decepción. El hombre volvió a levantar su quinque y apuntó a todo el grupo, susurró un "lo siento" hacia el chico, y atacó.

– Atrás –habló Hinami.

La castaña cerró los ojos y se colocó delante del grupo, los abrió, con su kakugan activado, y sacó su kagune ukaku para detener aquel ataque. Mouga quedó sorprendido. La chica soltó un quejido y cayó, pero antes de tocar el suelo Ayato se apresuró para retenerla.

– ¡Hinami! –gritó preocupado.

Tn frunció el ceño y tragó saliva, se acercó a su prometido y se colocó tras él, abrazando su brazo. Él la miró, creyendo que tal vez se había puesto nerviosa por la situación de ser atacados.

– Tranquila Kitten...saldremos todos de aquí.

– ¡Bastardo...!

El peliazul saltó, activando su kakugan, y sacó su kagune para atacar al hombre. Aquel lo golpeó.

– ¡Oh juventud! ¡Un joven y guapo ghoul!

– Voy a cubrirte –habló Aura.

La mujer sacó una quinque de uno de los maletines que cargaba y la levantó, apuntando al chico y atacándolo. Ayato abrió los ojos con sorpresa y cayó hacia atrás.

– ¡Ayato! –gritaron Tn y Hinami a la vez, con preocupación.

Ambas hicieron ademán de querer correr hacia el chico, pero fueron detenidas, la pelinegra por Hajime y la castaña por Banjou.

– ¡Hina no! –gritó el de barba.

– Kitten espera –dijo el chico.

Ambos investigadores activaron un ataque que sus quinques poseían, el cual llamaban "cañones gemelos", atacando de nuevo al peliazul. Touka corrió hacia su hermano, deteniendo el ataque con su kagune. Tras una pelea, la peliazul cayó agotada. Los subordinados de Banjou saltaron para atacar a aquellos investigadores, al igual que Yomo. Banjou corrió hacia los Kirishimas.

– ¡Jefa! ¡¿Estás bien?!

– Banjou...cuida de Ayato.

– ... ¡Lo tengo!

El pelinegro activó su kakugan y sacó su kagune. Tn tragó saliva y miró al rubio.

– Haji... ¿Traes tu quinque?

– No. Sólo tengo un arma –la miró.– Lo siento, Kitten.

– Está bien –sonrió.– Yo me encargaré.

– ¿Qué? –preguntó, comenzando a preocuparse.

– Yo me encargaré –repitió.– Si...Si muero...déjame aquí y huye.

– No digas tonterías –la tomó de los hombros.– No hagas nada loco.

– Está bien –sonrió.– Te quiero.

Tn besó al chico y se alejó de él, a la cabeza del grupo, cerró los ojos y tomó aire, luego los abrió, activando su kakugan, y sacó su kagune.

– Tn... –murmuró Touka.

La pelinegra giró la cabeza, mirándola, y sonrió.

– Me has cuidado tanto, Touka...ahora te devolveré el favor.

– ...

Tn tragó saliva y dio un salto, atacando a aquellos investigadores.
Varios minutos pasaron, en lo que duró aquella pelea. Aura levantó su kagune y atacó a la chica; el golpe le dio cuando estaba de espaldas, el cual la elevó en el aire por el fuerte impacto, y al tocar el suelo rodó unos centímetros.

– ¡Tn! –gritó Hajime.

El rubio corrió rápidamente hacia la pelinegra, arrodillándose a su lado, tomándola en sus brazos preocupado.

– Tn...Tn...Contéstame...

Hajime frunció el ceño, se levantó, y sacó su arma, apuntando a sus, ahora, ex-compañeros.

– No les permitiré matar a nadie de este grupo, mucho menos a mi prometida.

– ... –suspiró– Debieron haberte encerrado en el Corniculum –dijo la mujer.

– Ja. Agradécele a mis abogados.

– Hajime-boy...no cometas una tontería.

– Ya la cometí. Al final...todo se redujo a esto, elegir entre Tn o el CCG...y claro...elegiré a Tn. Siempre la elegiré a ella.

– ...

– Si sobreviven, díganle a mis padres que lo lamento –sonrió.

– Fukui...

El rubio tomó aire y disparó a Aura, pero rápidamente Mogan se movió y se interpuso entre la mujer y la bala, provocando que esta le diera en el brazo; soltó un quejido y frunció el ceño, mirando al joven, quien realmente tenía una muy buena puntería.

– No nos obligues a tratarte como una rata también.

– Entonces ustedes no me obliguen a comportarme así.

Hajime apuntó a la cabeza de aquel hombre, decidido a disparar a matar, pero antes de hacerlo la Escuadra 0 apareció. Kiyoko y Mougan miraron a Hirako con sorpresa, exigiendo una explicación.

– Chico de Primera Clase –habló el hombre.– ¿Tú también?

– ¿Qué haces, Hirako? –pregunto la mujer, seria.

Él sólo se limitó a sacar un papel del bolsillo interno de su abrigo y lo enseñó, el mismo decía "carta de renuncia".

– Renuncio –dijo, serio.

Se agachó para dejar el papel en el suelo y se levantó, sacó su quinque, listo para atacar. Giró la cabeza, mirando al rubio.

– Quédate atrás, no traes quinque.

– Tengo un arma cargada, es suficiente.

– Quédate atrás –repitió.

Hajime suspiró mientras rodaba los ojos.

– Bien.

Guardó su arma y volvió a acercarse a Tn, arrodillándose a su lado. Hirako suspiró y volvió la vista a aquellos dos investigadores, listo para la pelea. Kaneki apareció también, igual de preparado para seguir luchando. Toda la Escuadra 0 se puso en posición. La batalla comenzó de nuevo.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora