☁ Twenty-three ☁

954 100 19
                                    

– Vamos. Rápido.

Los cuatro comenzaron a caminar con prisa, ellos delante y ellas atrás. En el camino se cruzaron con Furuta, quien cargaba su quinque. Kaneki y Hajime comenzaron a pelear con él, ellos usando los puños y él su arma. De pronto, un kagune atravesó al investigador del moño rojo, levantándolo en el aire, luego otro kagune lo golpeó, arrojándolo lejos. Los chicos giraron, viendo a ambas chicas, quienes estaban serias.

– ¡Vamos! –dijeron ambas.

Ellos sonrieron y asintieron. Los cuatro volvieron a caminar, con prisa.

[Piso 2]

Ayato corría junto a Touka y Yomo, yendo al tercer piso por Tn y Hinami. De pronto se detuvieron, pues un par de investigadores los interceptaron. Una batalla comenzó. Pelearon por largos minutos, hasta que el mayor habló:

– ¡Hay demasiados! ¡Debemos retirarnos!

– ¡Mm! –asintió Ayato.

Tras golpear a un investigador más, los tres comenzaron a correr, siguiendo al menor.

– Más adelante está la torre con las celdas de contención –informó el peliazul.– Podremos saber dónde están encarceladas en la sala de control. Está justo al otro lado.

Tras correr bastante, se detuvieron frente a una puerta. Ayato sacó la tarjeta que tenía del Kokuria y la utilizó para abrir la puerta, pero esta fue rechazada.

– Esta tarjeta ya no tiene permitida la entrada –dijo frustrado.

– ¿Deberíamos forzar la puerta? –sugirió Touka.

– No podemos –negó.– La abriremos desde la sala de control.

– ¡...! ¡Cuidado! –gritó Yomo.

Los tres saltaron, esquivando el ataque de Arima. El de lentes se acercó un poco, serio. Yomo frunció el ceño al verlo, pues él era quien había asesinado a su hermana hacia años. Ambos adultos comenzaron a pelear.
Tras varios minutos luchando, Yomo cayó al suelo, de rodillas, y Arima disparó su quinque contra él. Parecía que moriría allí...pero algo detuvo el ataque.
Los Kirishima y Renji miraron con sorpresa a la persona que había interferido en el ataque de Arima. Esta persona era Kaneki, con su kagune. Todo quedó en silencio por una fracción de segundo. Kaneki y Touka cruzaron miradas, y luego la vista de él se volvió hacia el albino, su antiguo mentor. El de lentes atacó al pelinegro, pero este lo detuvo y esquivó, luego miró por sobre su hombro al peliazul.

– ¡Ayato! –llamó.– El canal de drenaje de más abajo, ¿Cierto?

– ¡Sí!

– ¡Cuida a todos! –volvió la mirada adelante.

– Kaneki –llamó Touka.– Kaneki –él la miró.– Te veré más tarde, ¿Bien? –sonrió.

Ella se fue tras su hermano y Yomo. Kaneki volvió a mirar al albino.

– Eso no es justo... –dijo en voz baja.– Usted es muy cruel, srta. Touka. ¿Más tarde? Luego de esto, yo voy a...

 

Hinami y Tn estaban sentada en el suelo, agotadas; Hajime estaba de pie frente a ellas.

– Kaneki...él...

– ...Peleará contra Arima.

– ...

– No se preocupen, estará bien –sonrió.– Vamos, debemos continuar.

– ...Sí.

Los pasos de dos personas se oyeron acercarse. Los tres dirigieron la mirada hacia donde provenían las pisadas, viendo a Touka, Ayato y Yomo acercarse.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora