☁ Fourty-two ☁

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– Quédate en el departamento –repitió con seriedad.

– Está bien, me quedaré aquí.

– Muy bien. Tú no te preocupes, yo estoy bien y-

– ¡Fukui! –llamó alguien.

Hajime giró, viendo al investigador que lo llamaba.

– Marude te llama –dijo aquel.

Él asintió y le hizo una seña de que esperase; volvió al teléfono.

– Me necesitan, te llamaré después.

– Oh. Está bien, no te preocupes. Ve y...por favor, cuídate.

– Sí. Ya sabes, quédate en el departamento.

– Lo haré, tranquilo.

– Bien. Adiós.

– Te quie-

Él colgó antes de que ella pudiese acabar aquella frase, guardó su celular y corrió hacia aquel que lo llamaba.

– ¿Qué ocurre?

– Marude te llama –repitió.– Trajeron a algunos "infectados". Es grave.

– ¿Infectados?

– Debes ver esto.

– Vamos.

Ambos se dirigieron a la tienda médica, donde varios enfermeros estaban trabajando con algunos humanos que habían sido de alguna manera infectados por aquellas criaturas que habían salido del monstruo de kagune. Hajime frunció el ceño y se acercó a Marude.

– ROS –dijo el rubio.

– Sí –asintió serio.– Esto es malo. Mucho.

– La enfermedad progresa de manera anormalmente rápido –dijo uno de los enfermeros.– Nunca vi o escuché algo así...

– ¡De todos modos! –gritó otro.– ¡Administren supresores de RC y hagamos lo que podamos!

– Creo...

– ¿Uhm? –lo miró.

– Sr. Marude, qué tal si...ese monstruo era un farol...

– ¿Y tiene otro cuerpo? –preguntó. El rubio asintió.– Maldita sea –frunció el ceño.

Minutos después, mientras Hajime y Marude discutían la posibilidad de un segundo cuerpo que diese "vida" a aquel monstruo, Nishio llegó en búsqueda del rubio.

– Hajime –llamó.

Ambos lo miraron.

– ¿Nishio? –se acercó a él.– ¿Qué pasó?

– Es Kaneki. Él despertó.

– ...Bien, es una buena noticia. ¿Le dijiste a la srta. Kimi?

– Sí, lo está revisando.

– Muy bien. Avísame si ocurre algo más.

– ¿No irás a verlo?

– Luego. Estamos ocupados aquí.

– Bien. Iré a ver cómo va.

– Adelante. Gracias por avisar.

– Claro.

Nishio se fue. Hajime volvió a acercarse a Marude, para continuar trabajando.

Horas después, Kaneki regresó de su expedición por la destruida ciudad, a la cual había sido acompañado por Urie y Saiko, la mala noticia es que la chica tuvo que ser atendida rápidamente pues se había contagiado de ROS. Kimi la revisó de inmediato. Poco después, se reunieron con ella Kaneki, Tsukiyama, Nishio, Urie, Hajime, Hide, Ayato y Touka, para hablar de la toxina que producía el ROS.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora