☁ Three ☁

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Aquel día Tn no trabajaba ni iba a la escuela, así que aprovechó el día para comprar algunas cosas para la casa, hacer unos recados y tomarse un tiempo de descanso. Por la tarde, mientras leía en el sofá, oyó la puerta abrirse.

– ¡Kitten! –llamó.– ¿Estás en casa?

– Aquí estoy –rió.

El chico fue rápidamente al living room. La chica se levantó del sofá, dejando el libro a un lado.

– ¿Te preparo algo de comer?

– No, lo haré yo.

– ...Bien –sonrió.

– Kitten...sé que te preocupé mucho anoche, y lamento mucho no haberte llamado para avisarte y eso.

– Está bien, no importa –sonrió.

– Sí importa. Así que te traje algo.

– ¿Qué cosa? –preguntó curiosa.

– Espera aquí –sonrió.

El chico se fue y regresó a los pocos segundos, cargando algo en sus brazos.

– Mira, es nuestro hijo –sonrió.

Tn se sorprendió. El chico cargaba un pequeño cachorro color marrón claro y blanco, tan pequeño y peludo como un peluche.

– Ohh~ Es tan bonito –exclamó.

– Lo es, ¿Cierto? –rió.– Es de raza pomerania toy, una raza china, y ahora será nuestro pequeño hijo.

– Me gusta la idea –rió, acercándose a él para acariciar al pequeño animal.

– ¿Cómo quieres llamarlo?

– Hmm... –pensó un momento.– Hachi –sonrió.– Quiero que se llame Hachi.

– Hachi será –rió.– Es un lindo nombre.

– Sí –sonrió.

– Bien, tómalo –le extendió el cachorro.– Iré a cocinarme algo.

– De acuerdo –rió, tomando a la pequeña mascota.

La chica se sentó en el sofá con el pequeño perro, jugueteando con él. Mientras, él chico iba a la cocina a prepararse algo de comer.

[Día siguiente]

Tn llegó a la cafetería tras salir de la escuela, como todos los días. Touka la miró cuando entró, abriendo los ojos con sorpresa al ver a la chica con una correa en su mano, y un pequeño cachorro al otro extremo de esta.

– Buenos días, Touka –sonrió.

– Buenos días –sonrió.– ¿Y ese perro?

– Es lindo, ¿Verdad? –tomó al cachorro y fue tras la barra.– Mira, tócalo, es como un peluche.

– Sí, es bonito –rió, acariciándole la cabeza al animal.

– Me lo regaló Haji. ¿Recuerdas que te hablé de que había llegado tarde a casa y me preocupó?

– Sí, dijiste que estaba trabajando, ¿No?

– Lo estaba, cuando llegó tenía rostro de cansado y traía muchos papeles en su maletín. Y bueno, ayer llegó a la tarde con este pequeño, dijo que sería nuestro hijo –rió.– Me lo regaló como disculpa.

– Ya veo. Que amable –sonrió.– ¿Lo compró?

– Sí, es muy dulce. No, no, lo adoptó de una perrera.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora