☁ Twenty-two ☁

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Tn se sobresaltó al oír las alarmas. Cerró su libro y lo dejó sobre la cama, para luego levantarse y acercarse al cristal. De pronto, oyó el comunicado por las bocinas.

«Alarmas...intrusos... ¿Acaso...es un ataque? Pero... ¿Por quién? Se supone...que Aogiri está peleando en la isla...», pensó con curiosidad.

<<Flash Back>>
– ...Sólo espérame un poco más, te prometo que voy a sacarte de aquí, ya sea con abogados o derribando este lugar, no importa cómo.
<<Fin Flash Back>>

Sus ojos se abrieron con sorpresa al recordar las palabras del rubio.

«Haji... ¿Acaso tú...estás detrás de esto...?», pensó preocupada.

– Alerta a todos los guardias. Capturen a Haise Sasaki. Repito... ¡Capturen a Haise Sasaki! –ordenó la voz por las bocinas.

– ¿Haise...? –murmuró algo extrañada.

Y busquen a Hajime Fukui. Repito ¡Encuentren a Hajime Fukui!

– Hajime...sí eras tú... –tragó saliva, preocupada.

[Fuera]

Banjou y los demás ghouls corrieron con Ayato. El peliazul abrió aquella compuerta superior tras colocarse su máscara.

– El techo se está abriendo –dijo un investigador, mirando hacia arriba.

– Espera un segundo... –habló otro.– ¡¿Hay más intrusos?!

– ¡Muévanse! –ordenó Ayato.

Todos saltaron dentro del Kokuria, alarmando a todos los investigadores que los vieron entrar.

– ¡Es Conejo! –gritó uno.

– ¿Qué hay con los prisioneros?

– No lo sé, ¡Pero debemos contraatacar!

– ¡¿Qué hacemos primero?!

– ¡¿Es el Aogiri?!

– No, yo... ¡No lo sé!

– ¡Captúrenlo! –ordenó.

– ¡El Conejo usa ukaku! ¡Si lo presionamos desde todos los ángulos no tendremos ningún problema!

Ayato tocó el suelo y activo su kakugan. Dio un salto y atacó a todos los investigadores que lo habían rodeado.

– Manténganse en los costados si es posible –ordenó a Banjou y los demás.– ¡Así podremos evitar los ataques desde arriba!

– ¡Ayato! –llamó Banjou.– ¡¿Por qué las sirenas sonaron antes de que entráramos?! –preguntó mientras iba tras él.

– ...No lo sé, pero...alguien está abriendo las celdas de los prisioneros.

[Oficina de seguridad]

Kaneki y Hajime entraron con rapidez, el pelinegro se acercó a la computadora y comenzó a teclear rápidamente, buscando a Hinami, mientras el rubio vigilaba la puerta.

– Apresúrate. Ya nos están buscando.

– Lo sé... –dijo mientras tecleaba.– Tercer piso...celda 1 082 –leyó.

– Tercer piso –lo miró.– Ahí está Tn.

Kaneki se giró y lo miró.

– ¿Sabes su celda?

– De memoria, la visito todos los días desde que está aquí.

– Bien. Entonces vamos, tú ve por Tn y yo por Hina.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora