☁ Thirty-three ☁

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Touka terminó de hablar con Akira y luego tomó su mano, para llevarla por las escaleras hacia abajo, al parque con los niños. Los pequeños corrieron y abrazaron a la peliazul, señalando que ella tenía aroma a café.

– Oigan niños –miró a la rubia.– ¿Pueden darle a esta hermana un abrazo graaaande también?

– ¿Qué-? –exclamó, tensándose.

– Hmm... ¡Bien!

Los tres pequeños se acercaron a la rubia y la miraron con curiosidad. Akira estaba tiesa, sin saber qué decir.

– Tranquila, Akira –rió Hajime.– Son niños, no van a hacerte nada.

– ¿Podemos? –preguntó uno de ellos.

– Bien, lo que sea.

Los tres la abrazaron. Hajime rió. Touka miró a la castaña, llamando su atención.

– Hinami.

– ¿Qué...?

La peliazul hizo un ademán con la cabeza, en señal de que ella hiciera lo mismo que los pequeños. La menor dudó, pero el rubio se le acercó y puso una mano en su hombro, dándole ánimos.

– Adelante –sonrió.– Puedes hacerlo.

– ... –asintió.

Hinami miró a la rubia. Akira sólo volteó la mirada a otro lado. La castaña tomó aire y comenzó a caminar, acercándosele, y extendió los brazos mientras sonreía. La rubia la miró con cierta confusión, pero antes de decir algo, Touka la empujó hacia la menor, haciendo que esta la abrace. Todo quedó en silencio por unos segundos, hasta que la ex-investigadora soltó un sollozo, abrazando también a la joven ghoul mientras comenzaba a llorar. Hajime sonrió y se acercó a Touka, quien sonrió también mientras chocaba los cinco con él.

– Resultó mejor de lo que esperaba –dijo él.

– Cierto –rió.

[:re]

Tn volvió a la realidad y se separó de golpe de Ayato, provocando que este la mirara confuso.

– Yo...L-Lo siento... –tartamudeó, algo asustada.

– ...Está bien –calmó él.

– No, no lo está. Yo...Yo estoy comprometida, y...y tú tienes novia...

– Tn-

– No. Lo siento –comenzó a retroceder.– P-Por favor, sólo...sólo déjame sola.

La castaña giró y corrió hacia el baño, encerrándose en él, sin dejar al contrario decir una sola palabra. El chico dudó un momento, no sabía si ir tras ella o dejarla sola; tomó aire y se encaminó al baño, llamando a la puerta.

– Tn...Ey, ¿Estás bien?

– Déjame sola...por favor...Sólo vete...

– ...De acuerdo. Y...quédate tranquila, yo...no diré nada de esto a nadie.

Ayato suspiró y giró, comenzando a caminar y saliendo finalmente del café. Tn, dentro del baño, comenzó a sollozar.

[Noche]

Hajime entró al departamento, saludó cómo siempre, pero se extrañó al no oír respuesta. Colgó su abrigo y se adentró, yendo primero al living, donde creía que encontraría a su prometida, y, definitivamente, ella estaba allí.

– ¿Tn? –llamó, confuso.

Tn estaba recostada en el sofá más grande, con sus piernas dobladas a la altura de su vientre, y con una mirada triste en su rostro.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora