☁ Sixteen ☁

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[Agosto]

Era Sábado, así que Tn no debía ir a la universidad, y aquel día Touka le había dado el día libre para que descanse pues había estado enferma de un resfriado. Era mediodía y ella estaba en la cama, aún con su pijama corto y negro, con la espalda apoyada en la cabecera, viendo series en Netflix, a su lado estaba durmiendo el pequeño Hachi, y en la mesa de noche tenía una taza de café y un tazón con algunos "bocadillos", ambas cosas se las había preparado Hajime antes de irse al trabajo. El timbre sonó. Ella levantó una ceja, confusa pues no esperaba a nadie.

«Tal vez...Touka-chan...o tal vez Haji envió a alguien a buscar algún papel, aunque me habría avisado», pensó.

Tomó su teléfono para ver si tenía algún mensaje, pero no había nada. Decidió levantarse y colocarse sus pantuflas para luego bajar, yendo a la entrada. Con curiosidad, abrió la puerta, sorprendiéndose ante la persona que estaba al otro lado.

– ...T-Tú...

– Hola Tn.

– ... ¿Qué...Qué haces...aquí?

– Quería verte.

– A...Ayato...

La chica dio un paso atrás, pero él rápidamente se le acercó y la abrazó. Ella tragó saliva y, con sus manos temblorosas, correspondió.

– ...Ayato... –murmuró.

– Te extrañé...

– Ah...Yo...

El peliazul no dijo más nada, simplemente se separó un poco para mirarla y besarla. La chica se sobresaltó, quedando estática. Él la apretó más contra su cuerpo, metiéndose dentro del departamento y cerrando la puerta con el pie. Ella intentó separarse, pero él se lo impidió. Llegaron al comedor, donde él la levantó y la subió sobre la mesa. Se separó lentamente, para mirarla.

– Tn, yo-

– Ayato –interrumpió.– Tú...no deberías estar aquí.

– No pareces estar tan...incómoda –sonrió de lado.

– Dije que no quería verte de nuevo. Yo...no seré el reemplazo de ella.

– Te dije que no eres un reemplazo.

– Si no es así, entonces ¿Por qué me buscas cuando ella es encarcelada?

– ...Tuve mucho trabajo.

– Claro, mucho trabajo. Por eso tardaste 3 años en buscarme.

– Tn, yo-

– No –negó con la cabeza.– Ayato...es mejor que te vayas. Yo...no quiero volver contigo.

– Sé que todavía me amas.

– N-No es cierto.

– Lo es –la besó.

Tn se sobresaltó. Ayato se alejó un poco y sonrió.

– ¿Lo ves? –rió.

La chica iba a quejarse, pero antes de eso él volvió a besarla. La pelinegra quería seguir el beso y separarse a la vez, pero rápidamente llevó sus manos al pecho del peliazul y lo empujó un poco, alejándolo.

– A-Ayato...por favor...basta –pidió, con sus ojos cristalizándose.

Él volvió a acercarse para besarla de nuevo, pero ella le dio una bofetada, para luego cubrir su boca con sorpresa.

– Lo-Lo siento...

– ...Está bien. Perdóname tú a mí.

– Vete, por favor.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora