En ocasiones eran Post-its, en otras cartas. A veces simplemente pedazos de papel.
Ho Seok escribía notas que le dejaba debajo de la almohada y que Hyun Woo coleccionaba.
Esta va a ser un poco más larga porque estoy enfermo. Primero porque me aburro solo en casa y en algo tendré que matar el tiempo hasta que vuelvas de la farmacia, segundo porque llevas una semana y media cuidando de mí y necesito escribirte todas las cosas que has hecho por mí, las importantes y las que tú consideras insignificantes también, para que no se te ocurra olvidarte nunca de qué tan bueno y atento eres siempre conmigo.
No has dormido nada desde que empecé a sentirme mal, ¿no es cierto? Te he despertado tantísimas veces (si no era llevarme al baño a que vomitara era para asegurarte de que me tomara bien las medicinas; y sino simplemente porque estabas demasiado preocupado como para hacer otra cosa que no fuera quedarte despierto mirándome por si tenías que llevarme al hospital si me ponía peor) que no creo que hayas descansado nada.
No quiero ni imaginarme cuán difícil ha sido tener que irte a trabajar con ese cansancio. Es una lástima que no pudieras quedarte en casa pero no sabes cómo agradezco que tuvieras el detalle de llamar a tu sobrina para que se encargara de mí. Te dije que no hacía falta, que estaba bien, pero lo hiciste de todas maneras. No diré que me molestara, Min Ji es una de las personas más dulces que he tenido ocasión de conocer jamás. ¡Fue súper dulce conmigo! Si algún día tenemos hijos (y espero que así sea), espero que seamos capaces de criarlos para ser tan afables y perfectos como ella.
Gracias por cocinar para mí a pesar de lo difícil que te lo he puesto y que nos lo han puesto los médicos con la dieta tan estricta que me han mandado para que mi estómago no se ponga peor.
No sé qué hubiera hecho si no pudieras cargarme en brazos. Creo que no me hubiera duchado en toda la semana. Que te encargaras incluso de eso, como si fuera un niño pequeño, de meterme en la bañera y ayudarme a asearme, que me hayas lavado el pelo y te hayas parado a masajearme el pelo sabiendo que conseguirías que me relajara lo suficiente como para quedarme dormido, sabiendo que al final tendrías que llevarme a peso a la cama de nuevo, ha sido algo precioso por tu parte. Especialmente porque con lo poco y mal que estoy durmiendo, cualquier clase de descanso es un regalo.
La noche que pasamos en el hospital y que tuviste que dormir en ese sofá tan incómodo porque los dos no cabíamos en la cama (entre que esas camas son pequeñas y que nosotros somos muy grandes, acurrucarnos allí era tan sumamente incómodo... y qué rabia, porque te necesitaba abrazándome más que cualquier otra cosa en el mundo) debió ser espantoso, especialmente para tu espalda. Llegó un momento en la tarde que empezó a dolerme tanto la vía que solo quería arrancármela. Qué incómodo. Estaba tan deshidratado y tan harto de vomitar... Nunca pensé que pasar 24 horas sin probar bocado (a pesar de que me estaban dando suero) pudiera resultar tan frustrante y molesto.
Ahora estoy un poco mejor, pero si estoy mejor no es solo porque me estén haciendo efecto las cosas que me mandaron, sino porque has estado siempre ahí conmigo, dándome lo que necesitaba y lo que no necesitaba pero que tú sabías que me iba a hacer la vida más fácil. Eres el mejor novio del mundo, en serio. Y no digas que lo haces porque me quieres, incluso si sé que me quieres y que lo haces muchísimo, esto ha sido más tortura para ti que para mí.El cansancio que te he hecho cargar, las vueltas que te he hecho dar... La preocupación que has tenido por mí.
Que llorases de esa manera porque no era capaz de coger temperatura y me estaba congelando de frío incluso cuando me estabas abrazando tan fuerte como podías y tenía tres mantas encima, cuando mis dientes no podían parar de castañear y siquiera era frío, era la debilidad que se me había quedado en el cuerpo después de vomitar tantísimas veces (qué sensación más desagradable, de verdad), eso me partió el corazón.
No sé qué haría sin ti, a veces me pregunto qué haría sin ti.
Sé que sabes que suelo decirte eso en un plano más emocional, pero ahora hablo de necesidades físicas también. Siempre estás ahí cuando necesito que alguien me lleve a algún lado, que me recoja de algún lado, siempre eres ese alguien que no importa qué tenga que hacer, siempre tiene un hueco para mí si lo necesito. Y si hay que ir a dar un paseo a las tres de la madrugada se da, y si me da un antojo de algo no necesito ni pedírtelo que siempre lo tienes hecho para mí cuando llega la hora de comer, aunque sea complicado de preparar.
Que sepas dónde besarme para calmarme, que sepas dónde besarme para encenderme. ¿Por qué mi cuerpo parece un rompecabezas que solo tú sabes desarmar? Qué débil soy cuando se trata de ti.
Hay tantas cosas por las que te quiero y por las que sé que eres perfecto para mí que si empezara a enumerarlas no terminaría.
Sin embargo, quiero que sepas que te lo agradezco. No me voy a conformar con que me digas que eres mi novio y que es tu obligación. No, no. No me acomodaré de esa manera. Ni es tu obligación ni tienes ninguna necesidad de dejarlo absolutamente todo por mí cuando estoy mal. Cuando estoy mal físicamente como es este caso, o cuando estoy mal psicológicamente. Te lo agradeceré todas las veces porque te lo mereces, porque te lo has ganado, porque eres la persona más altruista que conozco y no quiero que se te olvide nunca.
Las cosas que haces por mí importan. Son tu forma de demostrarme que me quieres. Déjame agradecértelas mil veces. Déjame pedirte disculpas cuando sé que te estoy haciendo daño, aunque ambos sepamos que ni lo hago a propósito ni hay alternativas donde no salgamos heridos los dos.
Déjame compensártelo.
Desde los besos de buenos días hasta los viajes apresurados de madrugada a urgencias. Desde lo más natural hasta lo más arduo. Todo. Todo. Todo.
Pero, sobre todo, que no se te olvide nunca; que no lo dudes nunca: que te amo más que a nada en el mundo, Hyun Woo, que no voy a querer a nadie ni quiero querer a nadie como te quiero a ti. Que eres mi vida, el universo entero. Que todo gira y girará en torno a ti. Incluso si estoy mayorcito para ser tan empalagoso y tan cursi con las palabras de amor que te dedico.
Cuando me ponga mejor voy a cuidar de ti todo lo que has cuidado tú de mí estos días.
Tú también te mereces descansar un poco.
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