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Intentaba por todas las formas que mi mamá saliera de su habitación o que se levantara de la cama siquiera pero no lo había conseguido en dos semanas que habían pasado. Le llevaba el desayuno a la cama antes de irme a la escuela y si tenía suerte cuando regresaba por las tardes ella se habría comido la mitad de la tostada con PB&J que le llevaba.

-¿Mamá? -entré por la mañana a su habitación a dejar un café con leche y una tostada con Nutella. -hoy tengo partido a las 7 y quiero invitarte, quiero que vayas conmigo y te sientes en las gradas a verme.
-Mi hermoso rubito -acarició mi cabello.
-Entonces, ¿si vienes? -

Sus mejillas comenzaron a humedecerse y supe que había insistido demasiado.

-Está bien, lo entiendo -besé su frente y salí de su habitación.

La madre de Emma era la mejor amiga de mi mamá, venía todos los días a intentar sacarla de la cama y a prepararnos algo de cenar, era la razón por la cual Aiden y yo no vivíamos a base de hamburguesas, sushi y pizza.
Estaba saliendo de mi casa cuando me encontré a la señora Schreave, llevaba un molde con lasaña.

-Jack, hijo -se detuvo cuando me vio.
-Señora Schreave, ¿cómo está? -pregunté, estaba lloviendo un poco así que abrí de nuevo la puerta de la casa para entrar.
-Muy bien, ¿cómo está tu mamá? -yo medio sonreí y ella asintió. -lo entiendo, les traigo esta lasaña que hice hace un rato, es para que cenen, solo caliéntenla en la noche y listo, no podré venir al rato a cocinarles.

Eran las siete con veinte minutos de la mañana, ¿a qué hora debió de haberse levantado la señora para hacernos esta comida? No tuve el corazón de decirle que no comeríamos en casa el día de hoy. Mañana por la noche no quedaría ni rastro, Aiden comía mucho por las noches y yo tenía que tener cinco comidas al día con una buena porción de carbohidratos para el desgaste de los partidos y los entrenamientos.

-Muchísimas gracias, señora Schreave, no debió molestarse -tomé el molde.
-Pasaré a ver a tu mamá, ahora vete a la escuela no queremos que llegues tarde -besó mi mejilla y caminó a la cocina.

Volví a salir de la casa y cuando desbloqueé los seguros del auto Aiden salió corriendo.

-Llévame, por favor, no tengo ganas de conducir hoy -pidió.
-Claro, sube -

Estos días habíamos tenido algunos problemas en la escuela discutíamos bastante frente a todos, Aiden creía que yo estaba llevando todo esto genial y que no me importaba nada cuando la verdad es que me estaba muriendo por dentro, llegaba algo tarde a casa porque ya no parecía casa, iba con Gina o con Stella o con cualquier chica que estuviera para quitarme el vacío al menos unos minutos. Claro que él tenía la ayuda de Emma, quien estaba pasando casi todas las tardes en nuestra casa con mi hermano, por una parte estaba agradecido de que él no tuviera que vivir esto solo y por otra me moría de celos que él la tenía y yo no.

-Entonces, ¿a que hora vuelves hoy? -preguntó mirando su teléfono.
-Tengo partido a las siete -respondí.

Él sabía que siempre antes de los partidos iba a comer con Sean, Blake y Kyle a In-n-Out para usar los carbohidratos en el desgaste de los músculos.

-Otro día en el que no volverás con mamá -resopló y bajó su teléfono.
-¿Tienes algún problema conmigo? -pregunté y él se rió para después ignorarme y volver a su teléfono. -Aiden, estoy hablándote.
-¿Qué quieres? -preguntó. -¿que te diga que estoy muy decepcionado de ti? Pues si, lo estoy, estás dejando a mamá sola, y a mi con ella, no tienes idea de lo difícil que es estar sin papá y ahora también sin ti.
-Eres un bebé -dije, en este momento me sentía celoso de que él aún teniendo a Emma se quejaba de estar solo. -no estás solo, por Dios, tienes a Emma y la señora Schreave siempre está en la casa.
-¿Así que de eso se trata todo? ¿Estás molesto porque Emma pasa tiempo conmigo? -preguntó riendo. -no puedes estar más jodido.
-No estoy molesto por eso, solo que estás siendo un bebé por todo esto -me enojé. Odiaba que me echara en cara que no tenía nada con ella. -papá no va a regresar solo porque yo esté dos horas más en casa, él se fue, Aiden, se murió.

Boys like me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora