Boys like me.

•03•

Quedaban tres segundos en el reloj y se dio el juego por terminado; me quité el casco y todos aplaudieron, mis compañeros de acercaron a abrazarme y chocar mi puño.
El marcador había terminado 68-14, luego que entré al partido Kyle no dejó acercarse a los rivales a menos de 30 yardas y los pateadores no llegaban para hacer goles de campo.

-Eres el mejor de la historia de esta escuela -me dijo Sean.
-Somos -

Se acercó el chico que toma las fotos para el anuario y nos pidió una fotografía, los cuatro nos acomodamos sonriendo y con nuestra típica pose; teníamos las manos en el cuello del jersey haciendo la orilla para abajo dejando ver un poco de nuestro pecho. Cada uno tenía la cara practicada a la perfección para las fotos, Blake solo miraba a la cámara con los labios en una línea y al parecer a las chicas les parecía bastante atractivo; la mirada de Kyle era algo en lo que todos se concentraban, sus ojos azules no te permitían apartar la mirada además del pequeño gesto que hacía con los labios, solo los entreabría un poco y tenía a todas a sus pies; Sean ponía una cara como si estuviera decepcionado de ti o juzgándote, era muy gracioso ver sus fotos pero igual salía muy bien; por último yo cuando miro fijamente a la cámara mis ojos se abren de forma que se vean mas claros de lo que son y hago que los músculos de mi mandíbula se vean más cuadrados, eso era todo.
Nuestras fotos siempre eran un éxito e incluso nos usaron para la publicidad de la escuela en repetidas ocasiones.
Caminé junto a mis amigos en dirección a las gradas donde estaba mi mamá y Aiden, a su lado estaba Emma y moría por abrazarla pero me contuve.

-Hola -saludé.
-Mi niño-me llamó mi madre. Me acerqué a ella y comenzó a pasar sus manos por mi cabello. -felicidades, amor.
-Gracias, mamá -la abracé.

A la mayoría de los chicos de mi edad les daba pena estar con sus madres en público, que los abrazaran y les dijeran apodos cursis pero a mi me encantaba que vieran lo mucho que me amaba mi madre. Ella tenía la necesidad de hacernos mimos a mi y a Aiden, y claro que nosotros estábamos contentos en dejarla que lo hiciera.

-Los amo -nos abrazó a los dos.
-Nosotros también te amamos -respondí y luego besé su mejilla.
-Felicidades a ustedes también, niños -les dijo a mis amigos y ellos se acercaron a saludarla con un beso en la mejilla.
-Muchas gracias, señora Scriver -

Mientras ellos intercambiaban algunas palabras con mi madre volteé a ver a Emma, quería que me dijera algo como felicidades o eres el mejor quarterback que he visto en mi vida pero ella parecía totalmente absorta en el teléfono. Tanto que me dieron ganas de tomarlo y lanzarlo del otro lado de la cancha, bufé un poco para ver si volteaba a verme; no podía quedarse con el recuerdo de mi rostro cuando me recogió de la calle el día del funeral, ese día daba miedo verme y ahora que me veía bien con las mejillas rojas del frío y del esfuerzo del partido, el cabello desarreglado pero en buena forma no volteaba a verme siquiera.

-¿Listos para la fiesta de hoy? -preguntó Blake sonriendo.
-Por supuesto -sonrió Kyle.
-Yo creo qué paso hoy -dije.
-No puedes pasar esta vez, eres la leyenda -ahora fue Sean, me tomó de los hombros y me miró fijamente. -deja que todos esos mortales te adoren.

Se escuchó como Emma resopló e inmediatamente todas las miradas se posaron en ella. Al parecer sintió el peso y nos miró.

-¿Adorar? -elevó una ceja. -¿Qué clase de Dios eres?
-El del fútbol, duh -respondió Kyle. -o, ¿tú que opinas, querida Elle?
-Es Emma, gracias -respondió sarcástica. -y opinó que es buen QB pero nada más.
-¿Nada más? -la voz de Sean se agudizó y me hizo reír. -es el mejor QB de la historia de San Francisco.
-Claro -rodó los ojos.

Me reí irónicamente y ella volteó a verme.

-¿Te puedo ver a los ojos o me voy a convertir en piedra? -preguntó.
-¿Me consideras un dios egipcio? -sonreí.
-Te considero el basilisco de la cámara secreta -
-¿Acabas de decirme serpiente? -fui yo quien preguntó ahora.
-Me sorprende que hayas entendido la referencia -
-Soy muy fan, me considero de Slytherin -
-¿Por qué eres una serpiente? -
-Porque soy demasiado guapo para ser bueno -me encogí de hombros.