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Aterrizamos en Alabama y fuimos directo a la casa de fraternidad o como sea que se llamara. Blake estaba sentado en el asiento de copiloto del taxi y Emma estaba a mi lado.
Me gustaría leer sus pensamientos en este momento, saber qué pasa por su cabeza, si realmente me perdono o es una escena prolongada de celos.

-Em, ¿seguimos con los planes? -pregunté y ella me observó detenidamente.
-J, haremos como si este mes de mierda que tuvimos los dos jamás pasó -levantó su mano izquierda, estaba su anillo de compromiso. -te amo.
-También te amo -

La calle estaba llena de casas de fraternidades, había multitudes de chicos entrando y saliendo de estas con maletas y cajas, seguramente eran los que se iban porque aún faltaba mucho para que la escuela comenzara. Me bajé del taxi después de bajar y sentí la mirada de las personas, ofrecí mi mano a Emma y ella la tomó para bajar. Tomamos nuestras cosas y caminamos hacia la entrada de la gran casa pintada de azul.

-Todos están mirándote -dijo ella.
-Siempre -reí. Estaba acostumbrado a que las personas me miraran, pero no entendía porque hoy llamaba la atención pues ni siquiera llevaba ropa que me hiciera destacar, una playera blanca lisa y unos shorts negros hacían mi atuendo junto a mis Yezzy negros y lentes oscuros.
-Arrogante, vamos a tener que sacarte el humo de la cabeza antes de que no entre en el casco -
-Solo si lo haces tú -

Tomé sus dos maletas y la mía en el hombro, ella llevaba su bolso y su maleta de colores. Tocamos la puerta en la entrada y rápidamente nos abrieron. Tua Tagovailoa estaba frente a nosotros con su atuendo de Alabama rojo y blanco.

-Hola -extendí la mano. -soy...
-Jack Scriver -dijo él estrechándola. -No tienes que presentarte, todos aquí sabemos quien eres, es un gusto conocerte por fin.
-Gracias, el gusto es mío -sonreí. Volteé a ver a Emma. -ella es Emma, es mi novia.
-Claro, un gusto Emma -se acercó y besó la mejilla de Em.
-El gusto es mío -respondió ella.
-Vamos a que dejen sus cosas en su habitación para mostrarles la casa y presentarles a los chicos -
-¿Están todos aquí? -pregunté.
-No todos, aún faltan algunos -se encogió de hombros. -pero la mayoría lo esta, incluso están algunos de los chicos que ya nos vamos.
-¿Por qué? ¿No deberían reportarse con sus equipos? -pregunté de nuevo.
-No aún, estaremos una semana aquí todavía, los ayudaremos a adaptarse al equipo y con los entrenamientos.

Asentí, se me hacía algo bobo, era fútbol y el fútbol era igual en todo el mundo. Claro que los entrenamientos serían más pesados que en la preparatoria pero seguía siendo colegial, yo ya había sobrevivido a varios de la universidad de Berkley e incluso a uno de los Patriotas así que esperaba no tener dificultades.

-¿Cuantos QB's hay? -Tua volteó a verme con una sonrisa en el rostro.
-Tres más, y son más grandes, uno es senior y los otros dos sophomores, ¿te preocupa no ser titular? -
-La verdad es que no, -me encogí de hombros y sentí la sonrisa de Emma a mi lado. -espera a que me veas.

Nos detuvimos frente a una habitación de puertas dobles.

-Está es la habitación de QB titular, por lo tanto era mía -comenzó y abrió la puerta. -tengo mucha fe en que tú serás el titular siempre así que te la daré.

Me dio unas llaves.

-¿Seguro? ¿No quieres verme primero? -
-Jack, ya te he visto y eres, sin duda, de los mejores que he visto, claramente mejor que los tres inútiles que están afuera -

Dejamos las cosas y Tua me dio las llaves, bajamos las escaleras de nuevo para seguirlo hasta el jardín donde al parecer había una especie de reunión. La mayoría tenía algo de Alabama, ya fuera gorra, hoodie o playera, y había varias animadoras que ya llevaban su uniforme puesto. Sentí la mano de Emma enredarse más con la mía cuando todos voltearon a vernos.

Boys like me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora